Roman Rodriguez
Comparte en tus redes sociales

Por: Roman Rodriguez

VICEPRESIDENTE

UNILEVER DE MÉXICO

¿Quién está detrás de quienes dirigen, orientan, alientan y transpiran por un grupo de personas con un fin común? ¿Quiénes deberían estar? ¿Por qué y cuándo?

Parece sencillo decir o pensar que naturalmente el equipo mismo, la familia, los miembros del mismo grupo social o deportivo o de algún equipo al que pertenezca el líder están ahí; pero ¿se han puesto a pensar que quizás esta sea una zona tan inexplorada que hable de una necesidad de comprender mejor qué hay detrás de los líderes para también brindar soporte y acompañamiento?

Pues bien, en mis años de experiencia en distintos roles puedo decir con certeza absoluta que detrás mío siempre estoy yo mismo antes de todo o todos, el entendimiento total de mis motivadores, pensamientos, inspiraciones, aspiraciones, sueños y metas me pertenecen totalmente a mi; estos complementados en equilibrio con el medio que los rige (familia, trabajo, amigos, equipo) hacen posible una fórmula casi exacta e inequívoca de apoyo y soporte en todo momento de mis días: buenos y malos, grandes y chicos, de triunfo o de fracaso, de viaje o en casa, con amigos o no… pensar siempre en capitalizar cada momento, sacando un aprendizaje positivo o no, hacen que el acompañamiento interno de mi hacía mi mismo sea total y me llene de fortaleza mental y física para poder enfrentar con valentía cada día y situación por dura que esta sea. Entonces notablemente reconozco que quien apoya a los líderes son nuestros propios pensamientos orientados a la contribución de un grupo de personas, sociedad, organización o país, en la búsqueda incesante de transformación positiva a través de objetivos comunes que son siempre combinados con la suma de voluntades y capacidades del mismo grupo. Este reconocimiento de apoyo a sí mismo que sucede todos los días y en cada minuto de las horas que cada líder enfrenta, debe hacerse con total responsabilidad y valentía de que lo que se piensa y se ejecuta repercute de tal forma que puedes inspirar o desmotivar a la gente que te sigue, que confía en ti y que ha puesto al igual que tú, sus sueños y deseos detrás de la credibilidad de los propios actos de la persona al frente. El líder debe entender que el poder de autogestión es quizás lo más valioso que se tiene para poder reconocer situaciones y capitalizar cada una de ellas en la búsqueda incesante de tener resultados impactantemente positivos que dirijan al grupo a la absoluta credibilidad y entrega al poder de la autogestión de ellos mismos.

Con lo dicho hasta aquí, quiero resaltar que nunca he menospreciado el hermoso sentimiento de saberse querido, apoyado y seguido por gente a tu alrededor que pertenece a un grupo natural que tienes la dicha y el honor de dirigir y que muchísimas veces las personas a tu alrededor son mejor que tú en varios aspectos que tú conoces y reconoces como complementos perfectos a ti mismo y al equipo, ahí mismo está otro gran hallazgo: quien acompaña al líder siempre es un grupo de personas que saben que pueden además de recibir algo valioso del líder, aportar algo grandioso al grupo, al equipo, al mismo líder para continuar consolidando y acrecentando el objetivo del mismo, para tener logros espectaculares que una sola persona no puede obtener por sí misma.

Un ejemplo inequívoco que para mi es un pilar fundamental es saber que cuento con personas en mi vida que siempre me acompañan en mis sueños, en mis aspiraciones y también en mis locuras: mi familia que siempre me ha acompañado en todo momento y a quienes agradezco infinitamente el tenerlos como fuente de inspiración que me ayuda a conectar mi yo con mi esencia y objetivo en esta vida: servir a las personas, acompañarlas e invitarlas a través del ejemplo a exceder los límites que por historia o tradición nos han sido fijados, entender que siempre, siempre hay algo más que podemos hacer, un día a la vez encontrando en cada uno un motivo distinto para hacer mejor nuestro entorno, hoy y mañana también.

Siempre he creído absolutamente en el trabajo colaborativo que ayuda al logro de los objetivos, que el líder quiere y debe sentirse apoyado, motivado e inspirado por su grupo mismo, por su equipo; pero también creo firmemente que EL LÍDER debe tener capacidad absoluta de reinventarse cada día para poder encontrase en sí mismo como pilar fundamental de su misión en la inspiración de un grupo de personas que han creído en él y depositado su confianza, su talento y también sus sueños para juntos llegar a la cima, para juntos crear una historia que quedará ahí para siempre: ¡Gracias a mi familia de camisas rojas que ha estado en cada momento de mi carrera profesional! Gracias por apoyar con cada acción diaria y esfuerzo constante a los líderes que tenemos el honor de formar parte de su equipo.

Creo y amo el trabajar con gente, reconozco que es una inspiración para mi el dirigir equipos y convertirlos en ganadores, pero también creo en que cada quien con mucha entereza y responsabilidad debe jugar el rol que nos toca jugar para dar nuestro mejor partido siempre.

Cito una frase de alguien que admiro mucho:

“Muchas veces un GANADOR no es más que un SOÑADOR que nunca se rindió.”.

Así es que, acompañemos siempre a este líder, a este soñador que todos tenemos y que busca siempre ser fuerte ante la adversidad y guía y soporte para su equipo, fortaleciendo el trabajo colaborativo, impactando positivamente una parte de este mundo a través del ejemplo, buscando en cada momento contribuir positivamente a nuestro entorno para poder decir que dejaremos un legado a las siguientes generaciones, un lugar un poquito mejor de lo que lo encontramos al llegar.”


Comparte en tus redes sociales