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Por: Diego Francisco Rodriguez Robles

EMPRESARIO

ARTERRA

¿Cuál es el ingrediente motivante más grande para un empresario? En un mundo regido por el capitalismo, un paradigma basado en el intercambio monetario, definitivamente un ingrediente crucial es el dinero. “El dinero mueve al mundo,” es una frase indisputable, sin embargo, este concepto genera una desunión social, donde se suscita un contraste blanco y negro, rico y pobre. Es un sistema cuyos cimientos se están moviendo y que exige más equidad de oportunidad al buscar equilibrar una modalidad que se fundamenta en un sistema social frágil, donde pocos tienen mucho y muchos tienen poco.

El equilibrio es un concepto que rige el negocio del paisajismo, logrando una unión entre colores, texturas y movimiento. El paisajismo busca imitar la naturaleza en su máxima expresión, donde existe un intercambio simbiótico para un adecuado funcionamiento: las flores atraen insectos, los insectos atraen aves en un baile perfecto de causa y efecto. La tierra le da los nutrientes a las plantas para que crezcan y el proceso de vida de los árboles conocido como fotosíntesis, actúa como el pulmón externo del ser humano. Así, en un negocio que busca integrarse con la perfección de la naturaleza, me pregunto, ¿Cuál debe ser mi motivante más grande?

Comencé con el paisajismo desde pequeño, en fotos me podías ver usando overoles y una pala sembrando árboles pequeños en el rancho de mi familia. La naturaleza siempre ha sido parte íntegra de mi persona y poder embellecer espacios con ella me apasiona. Hoy, el proyecto que más he gozado crear ha sido el rancho que comparto con mi esposa e hijos. Es un lugar pensado para lograr una convivencia, un lugar de paz y observación. Es un lugar donde busco crear recuerdos, desde ir a cosechar frutas y verduras, hasta comidas debajo de la sombra de un árbol. Esta intención es la que guardo y la que busco sembrar en cada uno de mis proyectos. El deseo de regalarles un lugar a mis clientes, definitivamente es mi motivación día a día.

La reciprocidad por definición significa dar y recibir, obtener algo a cambio. En términos sencillos es un intercambio, un trueque. Estamos parados en la cúspide del desarrollo tecnológico, donde yace una gran oportunidad de promover una acción positiva para recibir una acción positiva a cambio. La reciprocidad es un motor de motivación y una condición necesaria para seguir adelante. Albert Einstein decía que la decisión más importante que tenemos como seres humanos, es escoger si vivimos en un universo amigable u hostil. La diferencia, radica en nuestra percepción de la realidad. Si bien podemos rodearnos de miedo por todo lo que está pasando, unirnos a un esquema de carencia en vez de uno de abundancia, únicamente podremos ver las hojas muertas de un árbol en la tierra como basura, en vez de entender que su desintegración es el alimento para vidas futuras. De esta manera, la reciprocidad en mi negocio nace de la esencia de la naturaleza, buscando una belleza visual y una comunicación basada en un intercambio de beneficio mutuo. Es lograr darles un espacio a mis clientes que puedan gozar y que sea el catalizador para cimentar recuerdos de vida. Y bien, en un mundo predominante capitalista, esta reciprocidad integra un ingrediente de intercambio positivo.

Nuestro mundo está cambiando, el 2020 es un claro ejemplo de la fragilidad del ser humano y los sistemas que han regido nuestra sociedad. También es una lúcida muestra de cómo prosperamos ante la adversidad en una balanza de sobrevivencia instintiva. Cada vez más, el mundo promueve lo sustentable, un beneficio para nosotros y generaciones futuras. Elon Musk ha transformado nuestra realidad simple y sencillamente por un sueño de modificar paradigmas sociales como el uso de la energía, el viaje al espacio y el pago digital. Detectar una necesidad, un problema, y buscar el camino para el bien común garantiza el éxito. Es entonces mi objetivo como empresario en este ámbito, vincular mi pasión por la naturaleza, para asegurar promover una cultura más ecológica. Si bien, seguimos fundamentados en el capitalismo, ahora nuestras ideas deben estar motivadas para lograr una reciprocidad positiva, siempre dejando la pregunta ¿Qué más puedo hacer? y ¿Cómo puedo servir? Los espacios verdes son una oportunidad de aprendizaje, que conozcamos como sociedad el valor de un árbol, de la flora y de la fauna. El conocimiento nos instaura respeto, un respeto que espero sea el pilar para proteger lo que nos da vida y nos rodea.

El Dr. Masaro Emoto, en su trabajo con el agua, demostró cómo un pensamiento de gratitud y amor, cambia la estructura de las moléculas del agua y genera arreglos mágicamente artísticos. La misión de mi negocio es generar espacios que promuevan la salud mental, que la simetría y la unificación de la flora y fauna, genere un espacio de tranquilidad y paz. En Japón, los médicos recetan caminar en el bosque como parte integral de un tratamiento. Si mi trabajo logra cumplir con esta misión, hay un efecto de propagación positiva, con una reciprocidad mutua. El modelo de interés personal psicológico ha demostrado que la reciprocidad positiva, el ver o participar en una acción bondadosa, compasiva o humanitaria, tiene como consecuencia una respuesta positiva de cooperación y ayuda mucho mayor a la inicial. Es decir, hay un efecto multiplicador. Si un árbol, una planta, una flor o un espacio verde, logra ser el granito de arena de prosperidad personal o comunitaria, estaré eternamente agradecido y este entonces es mi motivante más grande: la reciprocidad positiva.


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