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Por: Abel Ayala

Director General Latinoamérica

ABEL AYALA

“La confianza es la percepción que tenemos los seres humanos de como nos irá en el futuro.”

Esta palabra que hoy ha tomado una relevancia mucho mayor en nuestro entorno, en los últimos meses en los que nos hemos preguntado tantas veces si la “confianza” se restaura en más de un aspecto de nuestra vida, el manejo de los organismos de salud de la pandemia, de los gobiernos locales, el sentir económico de los consumidores, el salir a la calle de nuevo, la nueva normalidad laboral, escolar, la convivencia social.

En el ámbito laboral estamos experimentando tal vez un parteaguas en la reflexión y autoevaluación de los individuos y su compromiso y bienestar en las organizaciones. Las afirmaciones de colaboradores que no se sienten cómodos en su entorno laboral, que se preguntan ¿qué harán en un futuro?, que comparten que su confianza y autoestima están severamente afectadas hasta un punto en el que la ansiedad ha paralizado su toma de decisiones.

El impacto de perder la confianza

No es de sorprender que vivir bajo un estado de baja confianza y autoestima continua puede derivar en una variedad de problemas de salud y estabilidad emocional tales como ansiedad, depresión y estrés.

La proyección a mediano y largo plazo de estos efectos puede ser de mucho impacto. Muchos profesionales hoy se están cuestionando y sobre analizando todas las decisiones que han tomado, no necesariamente solo las relacionadas con el trabajo. Sin duda la pérdida de confianza profesional afecta no solo aspectos profesionales, sino que tiene repercusiones personales y emocionales.

Es importante reconocer si sentimos que estamos en un escenario como el anteriormente descrito y en caso de ser así debemos analizar de dónde vienen estos sentimientos: ¿creemos que la pérdida de confianza viene de sentir que hemos perdido la suerte? ¿Tenemos miedo al fracaso? ¿Tenemos mucho estrés en nuestro ambiente laboral actual?

Restaurando la confianza

Lo primero que debemos aceptar y abrazar es que no existe la perfección, que el mundo en el que vivimos está pintado de imágenes e historias perfectas, pero que dichas impresiones pertenecen al mundo de la fantasía. El mundo no es así, nunca lo ha sido. El pensar que las cosas serán perfectas únicamente nos llevará a un sentimiento de decepción y genera un efecto en el que no podamos ver todas las cosas buenas que ocurren a nuestro alrededor. Esto de ninguna manera significa que no debemos de buscar lo que creemos mejor para nosotros, simplemente significa que debemos tener compasión por nosotros mismos y ser objetivos en la manera de juzgarnos.

Para restaurar la confianza es importante hacer memoria y ayudar a que el pensamiento positivo se restaure, es muy importante permitir el revisar las siguientes acciones:

  • Aceptar que el fracaso es una parte importante de la vida: el fracaso no es el fin del mundo, lo que si no será aceptable es preguntarnos lo que aprendimos de esa experiencia e incorporarlo a nuestra maleta de vivencias. ¿Qué podemos hacer para evitar que vuelva a suceder algo similar en el futuro? ¿Qué indicadores tuvimos a nuestro alcance que no supimos identificar? ¿Qué pasa si salen mal las cosas? ¿Qué haría diferente en el futuro? para buscar tener otro resultado nadie es inmune al fracaso, los seres humanos más exitosos del mundo consideran el haber fracasado como una parte esencial de su éxito en la vida.
  • Identificar porque nos sentimos así: es importante identificar cuál fue la causa raíz de la pérdida de confianza para poder hacerle frente. ¿El sentimiento de desconfianza vino después de un evento? ¿Este sentimiento se fue acumulando con el paso del tiempo? ¿Hay situaciones específicas en donde este sentimiento sea más evidente? ¿Me pasa con todas las situaciones y personas? Es importante esta identificación para poder trabajar en las potenciales soluciones, por ejemplo, si nos damos cuenta de que la baja de confianza viene porque encontramos que tenemos un bajo compromiso con nuestro trabajo actual puede que sea el momento de buscar un cambio de entorno laboral. Se abren un sinfín de alternativas para elaborar planes que puedan ofrecernos nuevos planes a futuro.
  • Entender que el fallar es normal y que nadie espera que seamos perfectos: En la vida laboral de la gran mayoría de las personas (por no decir que en todas las personas) perder la confianza es algo que la mayoría experimentamos. La diferencia está en la capacidad de análisis, la instalación de una red de ayuda personal y profesional para aprender de las experiencias y recibir ayuda.
  • Poner a prueba las limitaciones: nuestra identidad y el sentido de lo que somos es una construcción mental, muy probablemente la pérdida de confianza viene de únicamente vernos desde una sola perspectiva, vale la pena investigar con nuestros contactos personales y profesionales “¿qué valoras en mí?”, para confrontar tu autoimagen, y “¿qué valoras de ti?”, para descubrir una perspectiva que puede ir mucho más allá del trabajo. Lo más probable es que ninguna de las respuestas esté relacionada directamente con tu trabajo y que muchas de ellas te lleven a reflexionar sobre el valor intrínseco que tienes como persona.
  • Escribir los logros profesionales y como hemos ido cosechando capacidades en nuestra carrera: La mayoría de los seres humanos tienden a enfocarse en los errores de su carrera, en lo que salió mal. Definitivamente esto no lleva a ninguna mejora, escribir lo positivo que hemos logrado en nuestra carrera y las capacidades profesionales que hemos ido desarrollando en la misma tiene un efecto positivo en nuestra autoestima y hace que nos enfoquemos en las cosas positivas. Sin duda un excelente ejercicio es tomar un papel y lápiz y escribir los logros y las capacidades obtenidas a lo largo de nuestro camino personal y profesional, esto será de gran utilidad para ver que seguramente han sido muchos más que los capítulos negativos en nuestra carrera.
  • Acercarte a tus amistades de toda la vida: hablar con estas amistades puede recordarte quien eres más allá de tu identidad laboral, es posible que al hacer este ejercicio recuperes partes de tu personalidad que habías dejado olvidadas.
  • Identificar tus valores fundamentales: nuestros valores fundamentales tienen que ver con lo que consideramos importante en la vida y por lo general se mantienen constantes a lo largo de nuestra vida, lo que sí puede tener un cambio es como expresamos estos valores y la importancia que tienen en nuestra vida resultando en una satisfacción o insatisfacción laboral y trascendiendo la identidad laboral.
  • Pedir ayuda: tal vez esta sea la tarea más difícil porque implica mostrarnos vulnerables hacia los demás. Es de gran ayuda apoyarnos en alguien que haya pasado por lo mismo y nos acompañe en el proceso. El escuchar y asimilar los pensamientos de alguien más nos abrirá nuevas alternativas y perspectivas de hacia dónde podemos ir.

Es importante recordar que la confianza tiene su fundamento en dos dimensiones de la percepción: el sentido de certidumbre y el sentido de control. La confianza es la percepción que tenemos los seres humanos de cómo nos irá en el futuro.

Seguramente si seguimos las recomendaciones arriba mencionadas ayudaremos a nuestra mente a pensar de manera más positiva, a construir escenarios favorables y a tener una sensación de mayor certidumbre de lo que necesitamos hacer para llegar a donde visualizamos que nos gustaría estar en un futuro.


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