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Rocío Arias Reza
SOCIA
MARIN ARIAS & ABOGADOS ASOCIADOS

Es cada momento, cada respiración, abrir tus ojos y descubrir un universo lleno de color, el escuchar el sonido envolvente del mundo que te rodea y sentir que estas vivo.

Es tan complicado hablar de una palabra tan pequeña, pero a la vez tan grande como la vida misma, que encierra y conlleva situaciones de estar y de no estar, tan compleja como el fin y el principio, que te transporta a estados de plenitud, paz y tranquilidad. Que, a su vez, evoca la nostalgia de lo que comienza o nace.

¿Acaso renace el alma con cada nuevo día?

El respeto a renacer comienza desde, un duelo, un accidente, una enfermedad, una nueva vida, un momento intenso que te hace recapacitar, en una transformación. Ese momento o instante que despierta tus sentidos a un cambio, que detona tu sentido de supervivencia, al estar atento a las envestidas de la vida o de tu vida, para mantener alma, cuerpo, espíritu y energía en paz, en una armonía interior. Este despertar lo podemos llevar a todos los planos de la vida, en secuencia continua para el desarrollo de tu ser: en pensamiento, palabra y obra. Al encontrarnos presentes de nuestra existencia, de nuestros dones y carencias, lograr transformarlos a un grado positivo comienza una renovación, una transformación de nuestro ser que repercutirá en el entorno: tu trabajo, casa, familia y sobre todo en tu cuerpo.

En el trabajo, las formas de cambio son infinitas. Las formas de evolución en la que miras a tus empleados, compañeros, superiores o iguales, todos aquellos con los que compartes el espacio, y observen tu transformación a un cambio serán ilimitadas. El vocablo renacer es un verbo que proviene del latín, integrado por el prefijo de reiteración “re” y por “nasci” en el sentido de nacer, esto da un nuevo significado a la existencia o a lo que existe, para todos aquellos desprovistos de esa energía vital, que en su forma laboral genera la diferencia, ya que permite emprender y confiar, avanzar con las mejores oportunidades de progreso profesional y ser “siempre un líder”, “siempre empleable”. Lograr la mentalidad de crecimiento creadora e innovadora, ya que se posee la confianza y la energía positiva para lograrlo y así tener una retroalimentación y alimentación, ya que el aprendizaje deberá de ser constante, para ti, para los demás y así renovarnos, para generar renacer y hacer un servicio que completa los cambios necesarios para el éxito.

En nuestra realidad actual, todos nos dimos a la tarea de renacer, de reinventarnos y de generar nuevas categorías a nivel mundial; el trabajo a distancia, teletrabajo y trabajo remoto excepcional y obligatorio. Extra muros y lejos del centro de la actividad, empresa, oficina y/o lugar de trabajo, formando una caja de creencias que pensábamos imposible. El marco legal, de existir se renovará o bien nacerá dependiendo de la parte del mundo que hablemos, la necesidad de la creación de una nueva legislación, nuevos contratos, nuevas categorías, nuevas responsabilidades y habilidades en esta “nueva normalidad de relaciones de trabajo”. Renacer para lograr garantías ante esta batalla (Sars Cov 2).

En lo laboral, el renacer a nuevas formas de comunicarnos, de entendernos sin estar presentes, de cerrar negociaciones, de abrir oportunidades, de accionar sin un apretón de manos o una firma autógrafa, regresando a la confianza a la palabra, que es con lo que uno nace y que renace en una energía de esperanza para todos.

Puede ser el caso, que en este ámbito sea más complejo, un despido, un hasta aquí, y no se puede más, un adiós, después de 1, 3, 7 ,9, 20 años o más, acaso este será tu momento de brotar, de reinventarte, toda vez que te movieron de tu zona de confort?, no importando cual sea tu giro o actividad, para lo cual te preparaste los primeros años de tu vida, tampoco sin importar tu género, religión o credo, es el momento de dar la oportunidad a esa luz, energía, poder y pasión para renacer.

Esta pandemia (Sars Cov 2), nos ha hecho renacer de la noche a la mañana, cambiar hábitos, aprender a convivir, diseñar estancias para prácticas no usuales, aprender a usar espacios no utilizados, alimentarnos de forma diferente, reinventarnos para convivencia diaria en el espacio que tu consideras tu refugio y que es sagrado y privado donde al entrar y cerrar la puerta iniciabas “tú”, el cual ha resuelto transformarse de manera laboral o educativa. Así que como se afirma en el budismo el renacimiento es generar desapego a las acciones, cosas o pensamientos, para permitir y dejar fluir eventos que te hagan renacer con cada respiro y la responsabilidad que, de ser necesaria, continuará hasta el momento que se detenga este ciclo.

Porque, cada vez que caes, ¡Te levantas y renaces!

Renacer es imaginar el Regocijo de Reiterar que estás vivo, Reinventarse es Reforestar tu energía, Reformar el alma y espíritu de crear y mantener una mentalidad de crecimiento. Nunca terminarás de aprender y de mejorar, así que mantente curioso, atento, escéptico y prepárate para fallar y finalmente, prepárate para reinventarte. ¡El mundo está cambiando, cada vez a mayor ritmo y tú estás equipado para esa evolución! ¿Estás listo para Renacer?


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