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Por: Román Rodríguez Márquez

DIRECTOR GENERAL HELADOS HOLANDA

UNILEVER DE MÉXICO

“Nuestras raíces marcan gran parte de lo que hoy somos, más nunca nos fijan un límite para seguir evolucionando, para descubrir cada día quien queremos ser.”

Recuerdo perfecto la sensación de estar a punto de enfrentar a mi rival en una final de lucha grecorromana, ese momento en que sabes que todo depende de ti, de tu preparación física y mental, de esa fortaleza interior que tiene que ser demostrada con las capacidades que has adquirido, con la técnica adecuada a aplicarse en cada momento, de acuerdo a la circunstancia que te demandaba cada movimiento propio y del rival… Esta misma sensación hoy se manifiesta en cada momento de mi vida personal y profesional en que tengo pleno reconocimiento de que la mayor parte de mis logros y fracasos han dependido de esta preparación que he desarrollado desde que era niño, en cada etapa de mi vida, con mucha fortaleza de mente y espíritu y con plena conciencia de que daré lo mejor de mí en cada “final” que me toque enfrentar.

Soy lo que soy gracias a esta conciencia y reconocimiento de enfrentar la vida así: final tras final, lucha tras lucha.

Hoy, siendo padre de tres hermosos hijos, casado y enamorado desde hace 27 años, desempeñando la posición de mis sueños, me queda claro que cada momento que ha construido mi vida ha contribuido de forma notable a ser quien soy, que las raíces inculcadas por mi Madre y mis hermanos están siempre presentes en mí, que cada rol profesional que he tenido la fortuna de desempeñar ha fomentado en mí el siempre querer hacer las cosas de forma que impacten positivamente a mi entorno: hoy me doy cuenta de que cada que la vida te presenta la oportunidad de ser y estar para alguien, el compromiso contigo mismo para ser la mejor versión de ti es espectacularmente motivador. Puedo decir que uno es quien es gracias al auto compromiso de ser mejor para quien uno ve al espejo todas las mañanas y poder expandir y compartir ese reflejo a los demás, a quien tenga uno la oportunidad de tocar.

La raíz

Mi infancia está llena de momentos excepcionales, con algunas carencias como muchos de nosotros, pero plena de otras cosas que no tenían precio: mi madre, mis hermanos, el deporte, la Banda de guerra de mi primaria, mis amigos que aún hoy conservo de la secundaria, todo esto para aprender a crecer siempre en un ambiente sano y con desafíos que cada día iban siendo más hoy forman parte de mi esencia en cada cosa que hago. En mis raíces queda claro que lo más importante siempre fue aprovechar lo que sí tenía para entonces conjuntar esfuerzos y hacer colectivamente algo maravilloso.

Siempre he agradecido a mi señora madre por habernos inculcado tan grandes valores que hoy son el ADN que me rige: amor, disciplina y fe, maravillosa conjunción que solo tiene espacio al error si uno se encarga de derribar alguno de estos valores… Con esto, quiero decirles que mis raíces son muy sólidas porque nunca he renunciado a ellas, porque siempre he defendido mi esencia que combinada con los valores más un aderezo especial de esforzarse por ser mejor cada día, te presentan una receta casi infalible para lograr ser feliz y pleno en lo que hagas o en el camino a perseguir tus sueños… Mis raíces siempre presentes en mí, hacen parte importante de lo que fui y de lo que soy hoy, más nunca tendrán un límite si este es para determinar un futuro mejor y dejar un legado a quienes vendrán en algunas generaciones más, para preparar un futuro mejor.

¿Quién fui?

Decir que todo fue siempre positivo en este camino a quien hoy soy resulta difícil decirlo y creerlo y así fue… ¡Dicen que la hora más oscura es siempre antes del amanecer y que buena verdad… y en mi caso no es la excepción!

Como muchos comienzos en la búsqueda del crecimiento personal y profesional, hubo varios fracasos, en la escuela, con los amigos, en el deporte, en el trabajo, en la vida en su totalidad; pero todos estos momentos de -error/aprendizaje- en definitiva me han ayudado a construir una visión de lo importante que es reconocerlos, tanto o más que los triunfos, pero aún más importante, no dejar que alguno de ellos (el triunfo o el fracaso) determine tu rumbo, de ambos y más aún de los errores hay que aprender, siempre hay que capitalizar cada uno de ellos y seguir, seguir en la búsqueda incesante de la evolución, aunque en la misma volvamos a tener algún error; así de forma constante y siempre evolutiva. No dejar que el fracaso imponga su ley natural es una parte central del crecimiento constante, concientizar, internalizar y capitalizar el aprendizaje, así, de forma consistente, tomando acción siempre que haya que tomarla.

Quien fui no es quien soy y seguramente tampoco quién seré o quien quiero ser mañana; la constante debe ser la evolución, la transformación. Quien fui siempre estuvo lleno de sueños e ilusiones que hoy siguen estando pero ya renovados o transformados a una realidad actual. ¡Para que hoy esos sueños tengan forma o ya se hayan realizado, siempre existen seres excepcionales que llegan a tu vida para ayudarte a luchar por ellos, solo hay que reconocerlos y hacer hasta lo imposible en cada momento porque se queden, porque forman parte de ti, de tu vida, de tus mañanas y de tus pasado mañana! ¡Gracias a mis seres excepcionales -Kari, Alexa, Erick y Jois- es que sigo luchando cada día por tratar de ser un poquito mejor de lo que fui ayer, en constante desafío interior, personal, sin renunciar a mi esencia, pero fiel a mis sueños e ilusiones ahora ya de forma colaborativa, en conjunto, que por mucho, sabe mejor!

En lo profesional ocurre algo similar, en el camino siempre habrá muchas oportunidades para hacer algo grandioso, para ir más allá de lo que es él role establecido, siempre alineado a los valores de la organización y del equipo… Y por qué no decirlo, también existen personas excepcionales que estarán dispuestas a contribuir en tu desarrollo, hoy soy quien soy en mi trabajo gracias a que hubo personas que depositaron en mí su confianza y me dieron la oportunidad de mostrar y potencializar mis capacidades.

¿Quién soy?

¡Hoy puedo decir que soy un hombre pleno, enamorado de la vida, de mi familia, de mis amigos, de mi trabajo, de mi esencia, de mi naturaleza, que disfruta cada instante al máximo nivel de intensidad, convencido de aportar en cada momento lo mejor de mí y sobre todo, que tengo unas ganas incansables por vivir!

Quién soy seguramente es alguien que ha sido impactado por tantas personas que he tenido la fortuna de conocer, que reconoce y está orgulloso de sus raíces y que profesa con mucho amor los valores inculcados.

Quien soy hoy es una constante evolutiva de quien fui, quien paso a paso ha tratado de vivir con fortaleza cada lucha que me ha tocado enfrentar.

Quién soy hoy tiene mucho de ese niño que le encantaba jugar en la calle hasta que se hacía de noche o hasta que la pelota se ponchó.

Quien soy hoy es alguien que sigue teniendo sueños e ilusiones pero también temores y errores…

Quién soy hoy vive con plena conciencia de querer cambiar cualquier situación siempre en pro de mejorar e iniciando por mi mismo.

Quien soy hoy agradece por abrir los ojos cada mañana, sentir el agua en mi cuerpo al bañarme y entonces entender que tengo un día más para hacer cosas increíbles:

Quien soy hoy es una persona que con entera humildad quiere dejar un mundo mejor para quienes vivirán en el futuro.

¡Quién soy hoy quiere siempre mirar a las estrellas, con los pies bien puestos sobre la tierra y los brazos abiertos para abrazar y ayudar a los demás!

¿Quién quiero ser?

¡Hoy quiero forjar mi futuro y el de los que amo con las acciones que rigen mi presente, con lo que sí puedo hacer hoy!

Quiero ser alguien que a pesar de la edad, nunca envejezca tanto como para dejar de soñar.

Quiero ser alguien que siga disfrutando cada momento, cada segundo, que siempre tenga ganas de vivir.

Quiero ser alguien que aporte algo positivo en cada gesto, en cada palabra.

Quiero ser alguien que tenga el valor de seguir reconociendo sus errores y más aún, el coraje para enfrentarlos y corregirlos.

Quiero ser alguien que con sus acciones, más que con sus pensamientos ayude a construir un mundo mejor.

¡Quiero ser alguien que termine agotado cada día, alguien que al final del camino termine con muchos raspones y cicatrices, desgastado en cuerpo y mente, pero siempre satisfecho por darlo todo en cada segundo de vida!

Quiero ser alguien que contribuya a la felicidad de mi familia y pueda dejarles un futuro mejor en todo sentido.

Quien quiero ser… Es una versión evolucionada de quien soy hoy.

Soy quién soy.


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