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Por: Nader E. Badii

CEO

MISSION FOODS MÉXICO

“La rentabilidad, eficiencia para los consumidores y mejora en la calidad de vida de empleados, proveedores y comunidades en las que operamos, son el mejor legado.”

El trascender es un tema que, como humanos, nos mueve a ser mejores con el paso del tiempo. Con base en nuestras acciones podemos llegar a definir la narrativa sobre nuestro transitar por las diferentes facetas de la vida. Estas historias y experiencias que dejaremos, en cada uno de nuestros emprendimientos personales o laborales, se construyen día a día a través del ejemplo. El poder dejar un legado positivo, al momento de concluir cada uno de nuestros ciclos, es el mejor regalo que le podemos dejar a nuestros seres queridos, colaboradores, empresas y comunidades en las que vivimos.

¿Cuál quieres que sea tu legado?

Naturalmente, todos queremos tener un legado que sea positivo. El ser recordado como un buen padre, hermano, amigo, ciudadano y colaborador es algo a lo que todo ser humano aspira. Además, muchos queremos ser reconocidos como personas de éxito y que, a través del trabajo, tuvimos un impacto positivo en la sociedad. La historia está llena de ejemplos de cómo personajes quisieron perpetuar sus nombres, y los de sus familias, a través de magníficas obras y grandes gestas. Algunos de estos individuos nos dejaron joyas como libros, vacunas, obras de arte e inventos que cambiaron el rumbo de nuestra civilización. Sin embargo, otras personas trascendieron por decisiones trágicas y desafortunadas que llevaron al deterioro de la convivencia humana. Increíblemente, existe gente que su legado está marcado más por lo que dejaron de hacer que por sus aciertos o fallas. No todos estamos llamados a tener un lugar en los libros de historia, sin embargo, todos podemos vivir con la misión de dejar un mejor lugar que el que nos recibió cuando nacimos.

¿Por qué es importante dejar un legado?

La relevancia de trascender reside en el poder seguir vivos en las mentes y acciones de las futuras generaciones. Así como heredamos legados de nuestros padres, abuelos, mentores, jefes y maestros, es esencial compartirnos con las personas que nos sustituirán. Esa conexión transgeneracional es lo que nos hace humanos y es, en definitiva, la razón más importante por la que hemos avanzado como especie. La continuidad de la raza humana no solo se da a través de nuestros genes, sino que se transmite intelectual y sentimentalmente, es la manera en la que podemos trascender como individuos.

Para poder sobrepasar nuestra ausencia física y perdurar durante años, debemos comprometernos a compartir, efectivamente y desde nuestra ignorancia, las experiencias y aprendizajes que hemos tenido. En resumen, para tener un buen legado hay que convertirnos en mentores, ya que, además de transmitir lo que nos fue entregado por generaciones anteriores, podremos influir en las decisiones que se tomen en un futuro. Si lo hacemos correctamente no solamente estaremos contribuyendo a la construcción de una mejor sociedad, sino que tendremos la fortuna de que los que se queden serán los guardianes de nuestra memoria.

¿Cómo podemos dejar un legado en el ámbito personal?

Dejar un legado en las personas que más queremos y frecuentamos debe ser la primera actividad en la construcción de nuestra historia de vida. Para hacerlo adecuadamente partimos del concepto de que nuestras familias y amigos son los que nos proveen de alegría y soporte. Tener relaciones personales en las cuales podamos ser mentores, en los temas que dominamos, son oportunidades únicas de aprendizaje; y a la vez tener amigos como mentores nos permite crecer aceleradamente. Si tenemos la fortuna de ser padres es importante tratar, mediante el ejemplo, de criar buenas personas e inculcarles los valores universales. Las experiencias que compartamos con nuestros hijos reforzarán los recuerdos que ellos tendrán de nosotros. Además, desde un punto de vista práctico, los hijos son nuestro legado físico. Ser mentores de nuestros hijos es una de las actividades más gratificantes que existen.

Vivimos en sociedades en las que la velocidad del día a día rara vez permite que tengamos conversaciones profundas con nuestros familiares y amigos; por lo que, al morir, inclusive las personas más cercanas a nosotros pueden no habernos conocido del todo. Parte de nuestras experiencias deben de ser transmitidas mediante convivencias con las personas más importantes en nuestro círculo. Sin embargo, también es importante atender nuestro legado material y financiero. Dejar nuestros “asuntos” en orden es una responsabilidad de cualquier persona, independientemente de la cantidad de bienes materiales que posea.

¿Cómo podemos dejar un legado en el ámbito empresarial?

Para abordar la importancia del legado en el mundo de los negocios les comparto que, en mi opinión, la empresa es después de la familia la organización de cohesión social más importante e influyente en el mundo. Esto hace que las decisiones que tomemos como accionistas, colaboradores, proveedores, clientes y consumidores tengan un impacto inmediato y a largo plazo en la sociedad. Por lo tanto, independientemente de en qué parte de la cadena de valor nos toque participar, es la obligación de todos los “stakeholders” hacer que las empresas trasciendan.

La construcción de legados dentro de las organizaciones empresariales es un proceso continuo que se va construyendo sobre experiencias anteriores y permite que las marcas se fortalezcan y se acerquen de manera eficiente a sus consumidores. Cada negocio cuenta con equipos de trabajo en donde el “coaching” y el entrenamiento sirven para compartir e implementar los objetivos estratégicos del negocio. Estos grupos a la vez mejoran los procesos y se convierten en mentores de los nuevos colaboradores y unidades funcionales.

Desde la construcción de los planes estratégicos a mediano y largo plazo, es importante pensar en cómo queremos que la sociedad en su conjunto vea a las empresas. Además de servir a sus consumidores y accionistas los negocios tienen que pensar en cómo mejorar la calidad de vida de los múltiples integrantes en el proceso productivo. El mejor legado que cualquier organización empresarial puede tener es el de ser una que perdura rentablemente en el tiempo, sirve eficientemente a sus consumidores y mejora la calidad de vida de sus empleados, proveedores, y las comunidades en las que opera.

El intentar trascender es parte de la experiencia humana y nos debe motivar a invertir una mayor cantidad de tiempo en mejorar la vida de las personas a nuestro alrededor. Dejar un buen recuerdo y experiencias positivas para nuestras familias, amigos, colaboradores y en nuestros trabajos es un proceso altamente satisfactorio.

En lo personal me gustaría ser recordado como un buen individuo que convivió con sus seres queridos, les inculcó valores a sus hijos y que a través de su trabajo les dio la oportunidad a familias de mejorar su calidad de vida.


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