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Por: Ana Lorena Cuevas Ortiz

CEO

ASERRÍN ASERRÁN & PAPÁ ALFA

“2.8 millones de usuarios logrados con confianza.”

Hoy tengo una comunidad digital de más de 2.8 millones de mamás y papás y esto jamás hubiera sido posible sin dos cosas.

  • Un equipo de gente apasionada
  • Confianza en todos los sentidos

Aserrín y Papá Alfa son dos comunidades digitales especializadas en generar contenido, credibilidad y experiencias para mamás y papás. Hemos trabajado con grandes marcas nacionales e internacionales como Mattel, Nestlé, Bayer, Kimberly Clark, Sanofi, Bimbo, Disney, Liverpool, entre otras. Conseguimos a estos clientes en menos de 5 años y tenemos una renovación del 90% de los contratos año tras año. Hay veces que sigo preguntándome cómo llegamos hasta aquí en tan poco tiempo y la respuesta sigue siendo la misma: ha sido gracias al equipo que tiene muchísima disposición para afrontar y aprender lo que no sabemos.

El otro factor básico ha sido la confianza que los clientes han depositado en nosotros, las mamás y papás que confían en cada uno de nuestros contenidos y el equipo que ha confiado en mí como líder. Me gustaría mencionar que también ha sido importante la confianza que debo de tener en mí misma todos los días, ya que hoy seguimos viviendo en una sociedad donde se cuestiona a las empresas encabezadas por una mujer y lucho para cambiar la percepción que se tiene, pues hoy con resultados, he demostrado que aunque tengamos una forma muy distinta de liderar, es sumamente eficaz.

Confío que entre más empresas tengan un líder femenino, las cosas pueden seguir cambiando positivamente. Me gustaría empoderar a más mujeres para que tomaran retos tan grandes como es ser la líder de tu propia empresa.

¿Y cómo sobrevivió mi negocio en medio de una pandemia? Confiando en mi equipo y en lo que podíamos hacer juntos, siempre supe que teníamos la capacidad de resolver cualquier reto. Les repetía una y otra vez “claro que lo vamos a lograr”. Por supuesto que hubo momentos de dudas y temor de que las circunstancias nos hicieran disminuir el crecimiento acelerado que traíamos, sin embargo me aferré a la idea de que pasara lo que pasara no iba a despedir a una sola persona del equipo pues era gracias a ellos que estábamos en la cima, compitiendo contra medios que tenían muchísimos más años de experiencia que nosotros.

Mis decisiones siempre las he basado en números y en instinto y en este caso, jugó a mi favor. Dicen que las mujeres no arriesgamos en los negocios y en efecto, fue justo lo que hice. No arriesgué el trabajo de nadie, sino todo lo contrario, primero revisé a detalle las finanzas y las proyecciones de ventas y una vez teniendo claro el panorama, en vez de angustiarme me puse a trabajar con lo que tenía, una actitud positiva y muchísima confianza en que lo lograríamos fue lo que nos llevó a un año exitoso a pesar de estar en pandemia, confié a ciegas en mi equipo para trabajar remotamente, salimos a vender nuevos productos y servicios y nuestra sorpresa fue que rompimos récord en ventas, abrimos nuevas vacantes y fue un año para nuestra sorpresa bastante rentable.

Desde el primer día que firmé el acta constitutiva de mi empresa sabía al reto al que me estaba enfrentando, que habría momentos en los que dudaría si fue o no una buena decisión, y que competiría frente a empresas y personas con mucha más experiencia. Ahora con los años agradezco que tomé esa decisión y espero poder cambiar la percepción de las personas que en algún momento creyeron que las mujeres no podían estar detrás de una empresa exitosa.

Me ha llamado la atención en varias ocasiones como cuando entrevistan a una mujer exitosa siempre le hacen la misma pregunta: “¿Quién se encarga de cuidar a tus hijos para que tú puedas trabajar?” Y de inmediato algunas sienten culpa. Creo que deberíamos de empezar a cuestionarnos como sociedad ese tipo de preguntas y dejarlas a un lado. O bien, equilibrar otras tareas de la vida personal para que le hagan la misma pregunta a los líderes que son papás.

Seguiré luchando todos los días por seguir generando empleos en mi país, donde la gente pueda disfrutar del trabajo que realiza y que ese sea uno de los medios para que pueda cumplir sus propios sueños.

Agradezco mucho a los creadores de este libro que nos permiten contar historias para inspirar a más mujeres.


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