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Por: Laura Torres del Cueto

CHIEF EXECUTIVE OFFICER

Hugo Boss

Cuando me preguntan sobre cuáles considero han sido los factores claves que me han hecho llegar a dirigir una compañía tan importante, desde la Subsidiaria en México y Latinoamérica, me remonto a mis inicios y a esa motivación interna que desde siempre me ha hecho luchar por mis sueños; y es que después de diecinueve años de carrera en el mundo de la moda y de los negocios Retail y Wholesale dentro una de la marcas más exitosas a nivel mundial, tengo que reconocer que los desafíos no solo han sido muchos sino que también muy grandes. Mas lo confieso, confieso que me gustan los retos, y que el “No”, “No se puede” ha sido una frase sumamente controversial a lo largo de mi vida, y un detonador que lejos de desanimarme se ha convertido en un gran impulso en la búsqueda del ¨¿Cómo sí?¨ filosofía a la cual recurro constantemente con mis equipos de trabajo, exhortándolos a la reflexión para provocar que las cosas efectivamente ¨Sí¨ sucedan.

Me recuerdo siendo aún muy pequeña, observadora e inquieta, y quién como la mayoría de las niñas de corta edad disfrutaba jugar con sus muñecas, sin embargo mi juego no solo consistía en simular que ellas cobraran vida sino que mi principal objetivo y motivación consistía en que éstas pudieran tener algo único y original, es decir que gran parte de mi diversión se basaba en diseñar para ellas pequeñas prendas y accesorios “hechas a la medida”, las cuales, seguramente no eran tan bonitas como yo las percibía lúdicamente, pero sí muy admiradas por mis amigas quiénes solo se limitaban a jugar con las piezas originales que venían dentro los empaques de fábrica.

Ya en secundaria, mi primer desencanto con la moda fue cuando al inscribirme al Taller de Corte y Confección, recibí un comentario que en ese entonces me cayó como un balde de agua helada. Entusiasmada con mi primer proyecto de costura, una falda corte “A” hecha por mí, la maestra expresó con voz resonante y sin tocarse el corazón: “es mejor que cambies de taller, puesto que tú no tienes ninguna habilidad para esto…” A pesar de la des-acreditación de los expertos en la materia del arte de la confección, mi sueño se mantuvo siempre latente y no obstante hoy reconozco que aquéllos mis primeros pequeños vestidos y esa falda en cuestión efectivamente carecían de estética y decidí que encontraría la forma para que en algún momento de mi vida pudiera desarrollarme dentro del fascinante mundo de la moda.

Mientras pasaban mis años de escuela, pude descubrir en mí grandes habilidades de negociación y cierto ingenio para el manejo del conflicto, aunado al enorme gusto que me provocaba viajar y conocer todo tipo de culturas y de gente, fue entonces que decidí estudiar la Licenciatura de Relaciones Internacionales en el Tecnológico de Monterrey, lo cual indiscutiblemente resultó ser un gran acierto porque me dio la grandiosa oportunidad de poder incursionar en lo que para mí habría sido mi más grande deseo; trabajar en una marca de moda internacional de gran renombre.

A lo largo de este camino he aprendido que no obstante la existencia de todas aquellas dificultades que parecerían buscar impedir el alcance de los propios sueños y metas; es fundamental que nuestras mentes y objetivos se mantengan siempre en el foco de lo que se quiere lograr. Bajo mi experiencia he vivido en carne propia muchos de estos ejemplos “obstaculizadores” o de “falsas creencias” con las que nosotros mismos tendemos a bloquearnos las oportunidades. ¿Puede una mujer mexicana ocupar una Dirección General en una empresa de origen alemán enfocada principalmente hacia el mercado masculino? ¿Podemos atrevernos a pensar que por la simple peculiaridad de ser latinos no es viable crear prácticas e ideas innovadoras de implementación a nivel mundial? ¿Se puede ser el enlace entre dos culturas y formas de hacer negocio tan diferente, y combinar lo mejor de ambas para lograrlo? ¿Puede una región como la de México y Latinoamérica destacar a nivel Global con resultados positivos para la Compañía? ¿Podemos contar historias de éxito desde México al resto de los colegas alrededor mundo? Y la respuesta es ¡por supuesto! ¡por supuesto que podemos! y en mi caso particular, gracias a que cuento con el gran entusiasmo, destrezas y disciplina de mi experimentado equipo, hemos podido posicionarnos como una de las regiones de mayor crecimiento y rentabilidad durante muchos años dentro de los dominios de HUGO BOSS Internacional.

Entonces me remonto a mi niñez, con aquéllas primeras negativas que durante todo este trayecto se han empeñado por aparecer en mi vida, y aunque ha sido de una manera distinta a la que imaginaba, he logrado aportar mis conocimientos y experiencia en el fortalecimiento e impulso de la industria de la moda en nuestro país ya que, entre otros varios proyectos, he tenido la oportunidad de presidir la Asociación Altagama México, Asociación conformada por las Marcas de Lujo a nivel nacional, desde hace ya algunos años.

Y es por eso, y que con base en esta experiencia quiero compartirles las prácticas y factores de éxito para cualquier empresa y equipos de trabajo:

  • Honestidad y ética profesional.
  • Pasión por el propio trabajo.
  • Determinación y constancia.
  • Adaptación al cambio.
  • Proactividad vs reactividad.
  • Innovación.
  • Constante actualización y estar abiertos a seguir aprendiendo.
  • Crear equipos fuertes y empoderados.
  • Proponer soluciones.
  • Más acción y menos palabras.
  • Pensamiento crítico.
  • Escuchar al equipo, pero sobre todo aceptar que éste complementará y enriquecerá todas las estrategias y las acciones en pro de un beneficio común.

Hoy en día estamos ante un momento coyuntural de la humanidad, en donde una pandemia no sólo está afectando la salud de millones de personas en el mundo, sino que además la repercusión de la misma sobre la economía global, obliga a fortalecer más que nunca el poder de reinvención de todos y cada uno de los individuos y sus sociedades. Y esta reinvención, se alinea completamente al pensamiento del “Cómo sí” es posible llegar a esos objetivos, aún bajo circunstancias y escenarios totalmente desconocidos; ¿Cómo sí operar desde casa? ¿Cómo sí lograr la conectividad no solo en términos de tecnología sino también de manera emocional con nuestros equipos a la distancia? ¿Cómo sí encontrar nuevas oportunidades de negocio ante el cien por ciento del cierre de los puntos de venta durante tres meses? ¿Cómo sí proponer métricas y objetivos alcanzables aún sin tener datos precisos o precedentes similares? ¿Cómo sí tomar decisiones arriesgadas y acelerar proyectos que parecían lejanos ante una nueva realidad, ante una nueva forma de vida…?

Aunado a esto también se presentan grandes desafíos hacia el interior, hacia nuestro propio entendimiento, de lo importante que es el equilibrio entre lo profesional y lo personal, de cómo ejercer un nuevo liderazgo para obtener diferentes resultados sin perder nuestra esencia, y de cómo llevar hacia la prosperidad no solo a una empresa sino también a todos y cada uno de nuestros colaboradores y sus familias en esta situación tan retadora para todos los mercados y todas sus industrias.

Aprendizajes
  • Apuesta por nuevas plataformas comerciales y suma de canales alternativos de comunicación con los clientes
  • Crecimiento exponencial del E-Commerce.
  • Eventos locales e internacionales desplegados de forma virtual con menor presupuesto y mayor alcance.
  • Lanzamientos internos de colecciones digitales, compras y ventas en línea al mayoreo y menudeo.
  • Bondades del trabajo a distancia; optimización de costos de operación, productividad y sustentabilidad.
  • Las crisis como generadoras de nuevas oportunidades.

Pareciera que el mundo de repente y sin aviso, ha puesto el freno de mano a nuestro ritmo acelerado; interrumpiendo bruscamente nuestro camino en línea recta. Para replantearnos ¿hacia dónde dirigimos ese impulso? que después del colapso nos ha hecho considerar no solo nuevos caminos, sino también cómo nos adaptarnos a esa nueva normalidad de forma creativa y resiliente, aceptando los riesgos, y tomando decisiones basadas en nuestra experiencia, ética profesional y esfuerzo constante.

Entonces en medio del caos, cierro los ojos y respiro profundamente por un segundo, me observo divirtiéndome, con mis muñecas, con mis tijeras y la aguja a medio enhebrar, y regreso al presente nuevamente para enfocarme en lograr mis objetivos y responder las preguntas de ¿Cómo sí crear? Y ¿Cómo sí ser un agente de cambio…


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