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Eduardo Gutiérrez Gómez

PRESIDENTE Y DIRECTOR GENERAL

IBM MÉXICO

En los últimos cinco años, ha habido una explosión de interés en el liderazgo con propósito. Los académicos argumentan persuasivamente que el papel más importante de un ejecutivo es ser un administrador del propósito de la organización. Los expertos en negocios afirman que ese propósito es clave para un desempeño excepcional, mientras que los psicólogos lo describen como el camino hacia un mayor bienestar. Los médicos incluso han descubierto que las personas con un propósito en sus vidas son menos propensas a las enfermedades.

El propósito se promociona cada vez más como la clave para navegar en el mundo complejo, volátil y ambiguo que enfrentamos, donde la estrategia siempre cambia y pocas decisiones son obviamente correctas o incorrectas. A pesar de esta creciente comprensión, sin embargo, queda un gran desafío. Creo que el proceso de articular el propósito personal y encontrar el coraje para vivirlo es la tarea de desarrollo más importante que se debe emprender como líder.

Algunos de nosotros vivimos tratando de descubrir el propósito de nuestra existencia. Algunas personas fallan, y algunas personas tienen éxito. Y luego están aquellas personas que conocen sus propósitos, pero aún así se desvían de ellos. Cuando conoces el propósito de tu vida, tiendes a vivir una existencia más significativa. Vives cada día al máximo, porque sabes quién eres, de dónde vienes y a dónde vas. Hace muchos años decidí vivir una vida con un propósito. Y descubrí los beneficios:

  1. Ayuda a mantener la concentración: cuando conoces el propósito de tu vida, es más fácil concentrarte en lo que más importa. Al mantener el enfoque en un objetivo en particular, puedes encontrar tu dirección y mantenerte alejado de las distracciones.
  2. Sirve de guía hacia un objetivo: conocer tu propósito te ayuda a encontrar tu verdadera pasión, y la pasión se convierte en un motor importante para que puedas lograr algo extraordinario. Ya sea un sueño de la infancia o un estilo de vida recién adoptado, la pasión te empujará a alcanzar sus metas.
  3. Me hace sentir satisfecho: cuando tienes un propósito en la vida, lo expresas constantemente y basas tus decisiones, pensamientos, sentimientos y acciones en torno a ese propósito general. Una persona que conoce su propósito tiende a tener un mayor impacto a través de su trabajo, lo que fomenta un sentimiento de satisfacción.
  4. Permite vivir con integridad: conocer tu propósito en la vida te ayuda a vivir la vida con integridad. Las personas que conocen su propósito en la vida saben quiénes son, qué son y por qué lo son. Y cuando te conoces, es más fácil vivir una vida que sea fiel a tus valores fundamentales.

Los beneficios de vivir una vida con un propósito son claros. Cuando vives tu vida con un sentido de propósito, comienzas a vivir positivamente e inicias a buscar nuevas oportunidades. Las relaciones también se ven afectadas de manera positiva. Buscas nuevas relaciones, nutres las existentes y construyes conexiones más fuertes con las personas que te rodean. Te vuelves más útil para las personas que amas y te conviertes en un modelo a seguir para tu familia y amigos. Entonces, si todavía estás buscando el propósito de tu vida, no lo pospongas por más tiempo. Conviértelo en una prioridad, y pronto podrás encontrar la paz y la serenidad que conlleva llevar una vida con un propósito.

Durante su infancia, mi hijo me enseñó que, los niños aprenden por imitación: por mucho que les digas lo que tienen que hacer, terminarán imitando a sus padres y modularán su comportamiento. Lo mismo ocurre con los líderes de una organización y sus equipos. Por ende, la confianza y la capacidad de inspirar son las habilidades que distinguen un jefe de un líder.

Me considero muy afortunado, ya que en los últimos 26 años en IBM, he estado rodeado de grandes líderes. Personas que me inspiran y lo hacen porque me muestran qué es posible. Ellos han mirado hacia afuera de la caja y luego cambiaron lo que había dentro. Tienen cualidades que todos reconocemos. Poseen empuje, pasión, compromiso. Han tendido puentes y han caminado por ellos. Entienden con sensatez el gran contexto temporal y su minúsculo lugar en él. Saben que tras de ellos vendrán otros y los seguirán. Y saben que son parte de un todo, que dependen de otras personas.

Todos esos líderes me han enseñado que; el liderazgo es una elección. No es un rango. Conozco a mucha gente en el más alto nivel en una organización que definitivamente no son líderes. Son las autoridades, y hacemos lo que dicen porque tienen autoridad sobre nosotros, pero nosotros no los seguiríamos. Y conozco muchas personas que se encuentran en la parte inferior de las organizaciones que no tienen ninguna autoridad, pero son líderes absolutos, y esto se debe a que han elegido cuidar de la persona a la izquierda de ellos, y ellos han elegido cuidar de la persona a la derecha de ellos. Eso es un líder.

Encontrar tu propósito como liderazgo no es fácil. Si así fuera, todos sabríamos exactamente por qué estamos aquí y viviríamos ese propósito cada minuto de cada día. Estamos constantemente bombardeados por poderosos mensajes de padres, jefes, gurús, anunciantes, celebridades, entre otros, sobre lo que debemos ser: más inteligentes, más fuertes, más ricos y sobre cómo liderar: empoderar a otros, ser auténtico, distribuir poder. Liderear en un mundo así, es realmente un trabajo duro.

La clave es tener claridad sobre quién eres, tu función y tu empresa, y luego buscar ese conjunto de intersección como si fuera un diagrama de Venn. Eso significa que primero debes ser consciente de ti mismo.

Es un cliché de Silicon Valley decir que las empresas están haciendo del mundo un lugar mejor, pero para mí, una razón clave por la que he trabajado en IBM por todos estos años es por el sentido de propósito que encontré en esta compañía. Siempre he sentido que IBM tiene un propósito en este mundo, y que este mundo será diferente gracias a los avances tecnológicos.

Para mí, el propósito puede definirse como el anhelo de hacer lo que hacemos al servicio de algo más grande que nosotros mismos. Esto puede tomar muchas formas, pero se basa en la inteligencia emocional personal. Un individuo que tiene la capacidad de ser consciente de sí mismo, autoregular sus emociones, ser socialmente consciente de las emociones de los demás y mantener relaciones a través de experiencias desafiantes. Sin duda alguna, es un líder con propósito.

¿Cuántos de ustedes tuvieron un momento en el que un líder hizo su vida mejor?. Marianne Williamson dijo: “Nuestro mayor temor no es que seamos inadecuados. Nuestro mayor temor es que somos poderosos más allá de lo imaginable”. Puede ser atemorizador pensar que importamos tanto para otra persona, porque mientras hagamos que el liderazgo sea algo más grande que nosotros, mientras mantengamos el liderazgo como algo más allá de nosotros, nos damos una excusa para no esperarlo de nosotros y de no darlo a otros. Debemos superar nuestro miedo a cuan extraordinariamente poderosos podemos ser y afrontar la responsabilidad que tenemos como líderes, entendiendo el capacidad de influencia que poseemos.

Alcanzar el liderazgo con propósito es una condición que está disponible para todos. Ejercer el liderazgo con propósito es la clave para triunfar, no solo a nivel individual sino a nivel de una familia, una comunidad, una organización o un país completo. La mejor ejemplo de un líder con propósito es la de aquel que crea otros líderes.

La primera etapa de mi liderazgo comenzó cuando me nombraron líder, ese apenas fue el inicio. Luego vinieron las etapas de construir equipos, de producir resultados y de reproducir el liderazgo personal en otras personas. Cuando el liderazgo se empieza a duplicar, cuando se enseña a otros a liderar, es cuando el propósito es reconocido y empieza a impactar a otras personas. El liderazgo con propósito no se desarrolla en un día, toma toda una vida.


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