Confianza Archives - XO Leaders https://xoleaders.com/category/espanol-mexico/edicion-2021/confianza/ For Extraordinary People Fri, 24 Jan 2025 17:56:58 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.7.2 https://xoleaders.com/wp-content/uploads/2021/12/cropped-LOGO-1-3-1-150x150.png Confianza Archives - XO Leaders https://xoleaders.com/category/espanol-mexico/edicion-2021/confianza/ 32 32 Confianza y Trabajo en Equipo (Fernando González Estrada- SNG) https://xoleaders.com/espanol-mexico/confianza-y-trabajo-en-equipo-fernando-gonzalez-estrada-sng/ Mon, 24 Oct 2022 22:22:08 +0000 https://xoleaders.com/?p=4274 Por: Fernando González Estrada Socio Director SNG “La meritocracia individual es ficticia, el éxito conlleva un esfuerzo colectivo basado en la confianza y en un objetivo común, en donde los roles dentro del equipo de trabajo están perfectamente bien definidos.” En el argot mexicano se usa mucho una frase/refrán que dice: “Dime con quién andas […]

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Por: Fernando González Estrada

Socio Director

SNG

“La meritocracia individual es ficticia, el éxito conlleva un esfuerzo colectivo basado en la confianza y en un objetivo común, en donde los roles dentro del equipo de trabajo están perfectamente bien definidos.”

En el argot mexicano se usa mucho una frase/refrán que dice: “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Este refrán se usa para expresar que podemos conocer realmente a una persona a través de sus amigos, de su empresa y los ambientes en los que se mueven. Asimismo, nos recuerda la importancia que pueden tener las influencias negativas o positivas de un individuo o grupo, sobre otro individuo y/o grupo.

En situaciones de crisis es cuando más se evidencia la confiabilidad y compromiso de un individuo y/o un equipo de trabajo. De la misma forma se evidencia qué personas son nocivas para el mismo. Normalmente las personas nocivas son personas que buscan influenciar de manera negativa en el desempeño, compromiso y estado de ánimo del resto del equipo/organización. Lo anterior ocasionando una ruptura que en ocasiones puede llevar al colapso de la misma.

Sin temor a equivocarme la base de cualquier relación es la confianza. Lo anterior aplica para relaciones personales, laborales, de negocio, equipos de trabajo, entre muchas otras. La confianza es ese intangible que te permite creer ciegamente en que lo que te dice una persona o grupo de personas va a suceder o está sucediendo; es decir, siempre debe de ir acompañada de una acción. En ocasiones son actos de fe que nos permite tener un nivel de certidumbre de que las cosas van a pasar tal y como fueron planeadas.

Es importante realizar sesiones de planeación dentro de las organizaciones, en las mismas se define la estrategia y acciones tácticas para el cumplimiento de los objetivos planteados en el corto y mediano plazo. En los últimos años empezamos a tener dentro de la organización sesiones de Planeación Prospectiva. La prospectiva implica una visión holística (el todo por encima de las partes), teleológica (el largo plazo por sobre el mediano y el corto plazo) y trascendental (generadora y gestora de cambios estratégicos).

Lo anterior es de vital importancia porque facilita algunas decisiones de negocio; sin embargo, no todo sale como fue planeado. Por definición el mundo no es perfecto y es una realidad que habrá variaciones en relación con la planeación, y el presupuesto siempre estará incorrecto (finalmente el Excel lo aguanta todo).

En situaciones de crisis mundiales, hablando más específicamente de temas económicos y/o pandemias, por ejemplo, es un hecho que las organizaciones se estresarán y muy posiblemente para muchas de ellas estarán en riesgo de desaparecer, o los deje en bancarrota.

También en estas situaciones de crisis, es cuando varias organizaciones e individuos se sienten aún más vulnerables. Lo anterior, debido a que son cosas o situaciones que normalmente están fuera de su control; las mismas retan el estatus quo y viabilidad de su trabajo y propia organización. Viéndolo de manera adecuada, el sentimiento de vulnerabilidad precisamente puede ayudar a identificar los puntos críticos a ser considerados para no bajar la guardia. Es decir, el miedo a ser vulnerable debe de mantenerte alerta sin que lo anterior signifique que te deja congelado y sin capacidad de respuesta.

Los líderes dentro de un equipo de trabajo deben de tener la valentía para poder enfrentar sus dudas y debilidades, con el fin de construir soluciones sólidas y confiables con su equipo de trabajo. Lo anterior significa también, el evidenciar y abrir las cartas para poder compartir de manera abierta la problemática y/o reto que se tiene que atacar. De esta manera puede generarse un vínculo de confianza con el equipo de trabajo y buscar encontrar de manera conjunta una solución al reto.

En muchas ocasiones escucho sobre el excelente trabajo y el mérito de “X” o “Y” persona en el resultado obtenido. Si bien es cierto que hay personas claramente diferenciadas que buscan recorrer siempre el camino al “como si”, es un hecho que las mismas no podrían tener éxito sin el apoyo de sus compañeros de equipo. Los grandes pilotos de Fórmula 1, los delanteros de equipos europeos de fútbol, entre otros muchos ejemplos, no podrían concretar sus logros sin un apoyo de un equipo de trabajo de alto desempeño. La meritocracia individual es ficticia, el éxito conlleva un esfuerzo colectivo basado en la confianza y en un objetivo común, en donde los roles dentro del equipo de trabajo están perfectamente bien definidos.

El año 2020 quedará en la historia de nuestra mente y de la humanidad; desde el punto de vista profesional y como organización el hacer ajustes que permitieran darle viabilidad al negocio. Por un lado, teníamos una evidente crisis financiera y económica por la que pasaba el país; y por el otro lado, la pandemia que vino a definir un punto de inflexión en la forma en cómo interactuábamos dentro y fuera de la organización (empleados, clientes, proveedores y sociedad en general).

Esta realidad, también evidenció la importancia de tener al capital humano correcto. Las personas no son el activo más valioso que tiene una organización; las buenas personas, confiables, con cultura de liderazgo y comprometidas si lo son. Se volvió de pronto más claro y evidente el porqué tienes que tener cuidado a quien invitas a tu casa y/u organización. De la misma forma, también se volvió más claro identificar aquellas personas nocivas y que inhiben el crecimiento del equipo de trabajo; por mucho conocimiento técnico y/o especializaciones que un individuo pueda tener, si no es una persona de confianza que puede trabajar en equipo se vuelve importante y urgente su salida de la organización para liberar al equipo de esta contaminación.

Sin duda muchos aprendizajes de cómo la confianza y el trabajo en equipo puede ser la diferencia entre una organización que sobrevivió a una crisis, y muchas otras que se quedaron en el camino.

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Confianza: Un valor fundamental (Alejandro Bobadilla- SCHILLERMX) https://xoleaders.com/espanol-mexico/confianza-un-valor-fundamental-alejandro-bobadilla-schillermx/ Wed, 19 Oct 2022 18:16:01 +0000 https://xoleaders.com/?p=4269 Por: Alejandro Bobadilla SCHILLERMX “La derrota del mago se da cuando él cree en su propia magia.” -Confucio La confianza es un valor elemental en el ser humano; esta la podemos analizar desde dos ámbitos. El primero de estos es verla desde la persona; es la certeza o seguridad que tiene para desenvolverse o para […]

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Por: Alejandro Bobadilla

SCHILLERMX

“La derrota del mago se da cuando él cree en su propia magia.”

-Confucio

La confianza es un valor elemental en el ser humano; esta la podemos analizar desde dos ámbitos. El primero de estos es verla desde la persona; es la certeza o seguridad que tiene para desenvolverse o para realizar una actividad, y esto deriva de la preparación y seguridad en sí mismo. Este valor es cultivado en la persona desde el seno familiar y es estimulado por la familia, en especial por los padres. Así mismo, los profesores, el entorno y nuestras calificaciones nos van generando confianza. Otro elemento que ayuda a acrecentar este tipo de confianza son los resultados que la persona va teniendo en cada una de las acciones que realiza; si los resultados son positivos, la persona irá adquiriendo cada vez más confianza. El segundo ámbito de este gran valor es desde la perspectiva de quien se relaciona con la persona y siente o no confianza con esta en evaluación; es muy común escuchar que alguien diga “esa persona me genera mucha confianza o me da confianza”; desde luego, esto deriva del nivel de asertividad con que se desenvuelve cada uno. En nuestro entorno, existen muchas personas a las cuales nos podemos referir con ese adjetivo, ya sean deportistas, políticos, científicos, artistas, filósofos, etc.

En el desarrollo de nuestras actividades es muy importante contar con el valor de la confianza, ya que primordialmente nos dará un alto porcentaje de éxito en las tareas que realicemos. Suele suceder que muchas personas están bien preparadas en cuanto a conocimientos para desempeñar una actividad; sin embargo, tienen poca confianza en sí mismos y cuando desempeñan una labor no tienen éxito, y esto deriva del bajo nivel de confianza con que cuentan; en cambio, hay personas que no necesariamente tienen el conocimiento total para desempeñar una actividad, pero tienen un alto grado de confianza en sí mismos y por lo tanto el resultado que obtienen es muy bueno. Por ello resulta muy relevante cultivar este valor en nosotros mismos, ya que de eso deriva el éxito en nuestras actividades.

Si hoy día te encuentras en circunstancias desfavorables en cuanto al nivel de confianza que tienes contigo mismo, es importante que pongas manos a la obra y trabajes en cultivar dicho valor. Lo primero que te recomiendo es revisar porque no sientes esa confianza contigo mismo. Es muy útil acudir con un psicólogo o un coach con quien puedas revisar desde dentro de ti cuáles son los elementos que te afectan en este valor; seguramente al llevar a cabo 4 o 5 sesiones habrás encontrado elementos a trabajar para mejorar tu nivel de confianza. Por otra parte, es recomendable leer libros que hablen acerca de este tema, ya que te irán abriendo el panorama y te ayudarán a acrecentar todo esto. Otro tema importante es hacer conciencia de tu círculo primario de amistades, ya que esto te generará un crecimiento o estancamiento según sea el perfil de las personas con quienes te rodees. Un último elemento que te recomiendo considerar para mejorar este valor es ir trabajando con retos pequeños que te hagan descubrir tu capacidad para superarte a ti mismo y cada día realizar cosas más importantes y obtener resultados exitosos. Recuerda que la vida se transforma de manera exponencial realizando pequeñas mejoras día con día y por consecuencia irás haciendo crecer tu nivel de confianza.

La confianza es un valor que está ligado a la libertad. Es primordial tener conciencia de esto, ya que los seres humanos tenemos libertad de acción y con ello la posibilidad de realizar actividades que ayuden a nuestro crecimiento. Cabe recordar que tanto la confianza como cualquier otro valor es cultivable a cualquier edad y se pueden mejorar trabajando en su desarrollo.

Si consideramos este tema de la confianza en el ámbito profesional podemos encontrar propuestas que nos dicen que una persona llega a obtener resultados extraordinarios después de practicar por al menos 10,000 horas una actividad; así que no hay que desalentarnos si en un momento no sentimos esa confianza para realizar una actividad profesional, sabemos que se requiere horas de práctica y supervisión para mejorar nuestro desempeño y por ende mejorar nuestro nivel de confianza al realizar una actividad.

Otro punto importante a considerar para acrecentar tu nivel de confianza es participar en agrupaciones de personas exitosas y/o emprendedoras; esto alimentará este valor, ya que en este tipo de organizaciones suelen participar personas exitosas, mismas que te inspirarán a aumentar tu nivel de confianza y de las cuales puedes aprender muchas cosas positivas.

Por otra parte, una forma interesante de hablar de confianza es en los productos, ya que hay marcas a las cuales nos referimos con la frase “yo compro ese producto porque me da mucha confianza”, o bien, recomendamos artículos o productos por la misma razón y esto deriva de los resultados obtenidos al utilizar dichos productos o servicios.

Es importante no confundir la confianza con la prepotencia, esto debido a que algunas personas suelen distinguir ese nivel de confianza, pero pierden de vista la humildad y sencillez y abusan de sus resultados cayendo en los excesos, por lo cual de haber sido una cualidad se convierte en un defecto. Bien decía el filósofo Confucio “la derrota del mago se da cuando él cree en su propia magia”, por ello te recomiendo que nunca rebases la línea y siempre actúes con confianza y con respeto.

En resumen, podemos considerar al valor de la confianza como uno de los valores más importantes del ser humano y que no obstante no lo hayas adquirido en los primeros años de vida, si trabajas por adquirirlo lo podrás tener. Lo más relevante es que estés consciente de la importancia que tiene el valor de la confianza para vivir con plenitud y éxito. No importa cuál sea la actividad que desarrolles, el punto de partida está en la confianza. Recuerda que si diariamente haces un cambio en pro de tu confianza, al paso del tiempo habrás transformado tu vida.

Ten presente que la única persona que puede hacer que mejore tu confianza eres tú mismo.

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Una historia absurda, que alcanzó un sueño inimaginable (Israel Reyes Gómez) https://xoleaders.com/espanol-mexico/una-historia-absurda-que-alcanzo-un-suen%cc%83o-inimaginable-israel-reyes-gomez/ Wed, 19 Oct 2022 17:58:44 +0000 https://xoleaders.com/?p=4266 Por: Israel Reyes Gómez Empresario “A veces la adversidad es lo que necesitas encarar para ser exitoso” – Zig Ziglar Israel Reyes Gómez es empresario, consultor internacional en la Comunidad de Inteligencia, experto en ciberseguridad, experto en matemáticas aplicadas al análisis de inteligencia y experto en ciencias de la computación. En el año 2011, fundó […]

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Por: Israel Reyes Gómez

Empresario

“A veces la adversidad es lo que necesitas encarar para ser exitoso”

– Zig Ziglar

Israel Reyes Gómez es empresario, consultor internacional en la Comunidad de Inteligencia, experto en ciberseguridad, experto en matemáticas aplicadas al análisis de inteligencia y experto en ciencias de la computación. En el año 2011, fundó una empresa en Nueva Zelandia en la que desarrolló una plataforma móvil para gestión de crisis y respuesta a incidentes. El software fue utilizado por agencias del gobierno neozelandés debido a que se trataba de una plataforma innovadora y de gran ayuda para responder a desastres tanto naturales como causados por el hombre, por ejemplo, los ciberataques. Algunas de las agencias que le dieron uso son Transport Accident Investigation Commission, New Zealand Rescue Coordination Center, New Zealand Customs, Maritime New Zealand, Worksafe NZ, entre otras. Uno de los momentos en los que se hizo uso de la plataforma y su protocolo fue durante 2019 para contrarrestar los estragos de la pandemia de SARS-CoV-2. Hoy, la plataforma y el protocolo desarrollados por Israel han sido adaptados y mejorados por otras empresas; sin embargo, sus propuestas son el punto de partida. En 2017, fue nominado al Premio Nacional de Ciencias de México por su trabajo en Nueva Zelandia, Rusia, China y Estados Unidos.

Mis primeros años

Durante los años 70’s, mi familia comenzó a vender quesos en La Merced y se asentó como paracaidista en el cerro de Chiconautla, Estado de México. Ahí viví hasta los seis años pues mi madre enfermó de cáncer y, por las carencias económicas y la dificultad para cuidarme, quedé bajo la tutela de mi tía María Antonieta Gómez, que pertenecía a una congregación religiosa. Mi tía Antonieta me llevó al convento de Actopan, Hidalgo, y me dejó al cuidado de las religiosas que ahí residían. Viví algunos años en ese convento y entré a estudiar la escuela primaria en el Colegio de las Rosas. Recuerdo que, para solventar algunas necesidades, vendía naranjas a la hora del receso, mientras los demás niños jugaban. Me conocían como “el Tatu”, como alusión a un personaje que aparecía en la serie de televisión La Isla de Gilligan, porque, cuando veía pasar aviones por encima del colegio, los observaba atentamente sin hacer caso a interrupciones. Todos pensaban que era diferente en mi manera de actuar y en mi forma de percibir la vida. Los demás niños se burlaban constantemente de mí, pero yo no les prestaba atención, yo vivía en mi propio mundo.

Mientras estudiaba la primaria, una familia me adoptó, pero no pasó mucho tiempo antes de que me devolvieran al convento. Reconozco que me era difícil acostumbrarme a nuevas familias y, por ello, nunca fui adoptado de forma permanente. Al terminar la primaria, debido a mi edad, tuve que abandonar el convento, de modo que viví por temporadas en la casa de alguna de mis tías. Ingresé a la Escuela Secundaria número 1 de la Fuerza Aérea Mexicana y, como tenía pasión por los aviones, decidí prepararme para entrar al Colegio del Aire en Zapopan, Jalisco. Por aquel entonces, el requisito principal para entrar a dicho colegio era concluir el bachillerato en el área de las ciencias físico-matemáticas, pero no sería un problema para mí porque mi refugio siempre habían sido los libros, principalmente los de matemáticas. Nunca entré al Colegio del Aire, pero en 1988 comencé a estudiar física-matemática en la Vocacional número 4 del Instituto Politécnico Nacional y mi interés y talento por la ciencia se desarrollaron.

Sinceramente, fue difícil para mí cuando mi mamá me dio a mi tía para que me llevara al convento. Entendía que mi mamá padecía una enfermedad, pero no comprendía por qué había tomado esa decisión. Pensando en que el cáncer es una enfermedad que mata, separarme de ella implicaba que no estaría presente en sus últimos momentos. Era difícil para mí conciliar el sueño y, cuando lograba dormir, tenía pesadillas. Las noches en las que los malos sueños me atormentaban, me asomaba por la ventana del cuarto que me asignaron para dormir y contemplaba la luna y las estrellas.

La luna era para mí como un espejo en el que podía ver a mi madre y por eso me gustaba contemplarla. Yo me convencí de que si mi mamá había fallecido de cáncer entonces estaría en el cielo. Esa fue la razón de que mi atención se apartara del entorno que me rodeaba y se centrara en el cielo que había sobre nosotros. Durante el día, permanecía horas observando las nubes, la manera en la que se movían y las formas que adoptaban. Me hice afín a las cosas que podemos ver, pero no tocar. Pasé muchos años imaginando la distancia que había entre la tierra y la luna hasta que supe de la ciencia de los números.

Me gustaba leer los libros de matemáticas, aunque no entendía nada. Me parecía fascinante ver las “x” y las “y” y los demás símbolos; eran para mí como un código secreto y me entusiasmaba poder llegar a interpretarlo. Veía las ecuaciones tratando de entender en los ejemplos por qué cambiaban de forma, las estudiaba con insistencia y poco a poco las fui descifrando. Cuando aprendí sobre las figuras geométricas y la trigonometría, supe que las matemáticas eran la respuesta a muchos secretos. Muchas cosas que eran difíciles de entender se volvían transparentes gracias a las matemáticas y eso despertó mi amor por ellas.

Durante aquellos años, viví alternadamente en la Ciudad de México y el Estado de México. Eran largas y cansadas jornadas porque estudiaba y trabajaba al mismo tiempo. Vendí pescado en el mercado popular ubicado en Calzada de la Viga, fui soldador de estructuras metálicas y hacía planos de asentamientos irregulares para gobiernos municipales. Desde que vivía en el convento y vendía naranjas, supe que tendría que trabajar duro.

Rumbo al sueño americano

Al terminar el bachillerato, uno de mis maestros, el profesor Antonio Piñeiro, a quien recuerdo con mucho cariño y a quien considero el arquitecto de mi vida, me motivó a aprovechar mis habilidades intelectuales y a presentarme en la embajada de Estados Unidos en México para realizar un examen de conocimientos. El objetivo era que alguna universidad estadounidense me admitiera entre sus estudiantes. Cuatro semanas después de haber presentado el examen, recibí una carta de aceptación de la Universidad de Luisiana (Louisiana State University).

No obstante, aunque conseguí la admisión y una beca, la universidad solicitaba cinco mil dólares para la inscripción y la certificación TOEFL y yo no contaba con esa cantidad. Recurrí entonces a mi tía María Antonieta, que me dio 300 dólares para emprender mi viaje y me aconsejó comunicarme con mis parientes paternos, oriundos de Michoacán y Jalisco, para que, si estaban en Estados Unidos, pudieran recibirme y ayudarme, mientras yo encontraba la manera de ingresar a la Universidad de Luisiana.

La mañana del 1° de febrero de 1991 guardé la carta de aceptación en el bolsillo de mi desgastado pantalón de mezclilla de color café, que había comprado un domingo en el mercado de Chiconautla, agarré mi mochila y mi gorra, y partí hacia la Central Camionera del Norte donde abordé un autobús de la línea Ómnibus de México con destino a Ciudad Juárez. Desde ahí cruzaría la frontera en calidad de indocumentado.

Después de 48 horas de viaje, el autobús llegó a Ciudad Juárez. Era la primera vez que estaba en el norte de México y fue una experiencia inexplicable. Me pareció lejano y con un ambiente muy diferente al que yo estaba acostumbrado. Mientras me hallaba en la terminal, analicé cuidadosamente quién podría ayudarme a cruzar la frontera, buscaba a alguien parecido a mí para sentirme con más confianza. Así conocí a Epifanio Pérez, un joven que tenía aproximadamente 20 años de edad y que, por consiguiente, era mayor que yo. Le pregunté si sabía llegar a los Estados Unidos y él me dio una respuesta afirmativa con una evidente seguridad.

La travesía por el desierto de Juárez

Epifanio Pérez era originario de Cuauhtémoc, Chihuahua. Era alto y delgado, su tez era blanca y su nariz un poco grande; usaba una camisa a cuadros, unos jeans de mezclilla de color café claro y una gorra. Por su aspecto físico, supuse que iba a trabajar del otro lado de la frontera y eso me llevó a confiar en él. Más tarde me enteré de que se dedicaba al campo y de que trabajaba en las cosechas temporales de Texas. Según me explicó, esa era la razón por la que conocía bien el camino. Le pedí ayuda para cruzar y él, amablemente, accedió; “con gusto ⎼me dijo⎼, sólo tienes que aguantar la caminata porque sí está media pesada”. Contesté entre risas que aguantaría y aseguré que enfrentaría los riesgos pues, como dice el dicho, “sobre advertencia no hay engaño”. Los dos sonreímos, pero yo estaba más nervioso que contento.

Epifanio me describió el plan que seguiríamos para lograr llegar a los Estados Unidos con los menores percances posibles. Dijo que teníamos que comer para después llegar a un lugar periférico llamado Los Arenales. En tal lugar no había nadie, ni policía ni peatones, y debíamos tener cuidado porque ahí llegaban narcos, traficantes de personas y otros, como él y como yo, que sólo buscaban pasar la frontera. “No hay que platicar con nadie -sentenció Epifanio-, no hay que revelar nuestros planes. Ahí no hay amigos y es tierra de nadie”.

Mi compañero de camino me explicó que esperaríamos a que oscureciera para caminar sin parar hasta llegar a nuestro destino. Si encontrábamos a la Migra, nos esconderíamos o echaríamos a correr. Recuerdo que me aclaró que, si a alguno lo alcanzaban, el otro seguiría sin mirar atrás. “Si me agarran -me dijo seriamente-, ni modo, tú le puedes seguir; si te agarran a ti, yo me iré. Pero, no te preocupes, en el camino te voy a ir diciendo cómo hacerle para que sigas adelante tú sólo, en caso de que sea necesario”.

Escuché con mucha atención las palabras de Epifanio e imaginé todos aquellos escenarios de los que me hablaba. Yo estaba muy nervioso, sentía un ambiente tenso y pensaba que aquella travesía era como cruzar la línea de la muerte. Había escuchado que las personas morían al cruzar el desierto, que eran asaltadas por los traficantes y que se perdían o desaparecían sin que nadie volviera a saber de ellas. La verdad es que en ese momento tenía mucho miedo, pero ya estaba en Juárez. A esas alturas era imposible renunciar a mi sueño de estudiar en Estado Unidos y de llegar a ser alguien de respeto que aportará a la sociedad de una manera digna y abundante.

Cuando salimos de la terminal de autobuses vi una enorme avenida y enfrente, a unos metros, el muro de contención de la frontera. En el muro había muchas cruces pintadas, como también había algunas clavadas en el suelo, que estaban dedicadas a las personas perdidas y fallecidas. Pensé en todo lo que tendría que hacer para poder llegar a mi destino e ingresar a la universidad. A pesar de todo, el miedo y la incertidumbre no me quitaron las ganas de seguir adelante.

Tomamos un camión que nos llevó al centro, a la plaza principal, y al llegar le invité unas tortas a quien en ese momento consideraba como mi mejor amigo porque juntos nos estábamos jugando la vida para cruzar la frontera. Terminamos de comer las tortas y abordamos un taxi colectivo que nos llevaría a Los Arenales. Todos los que íbamos en ese taxi estábamos a punto de convertirnos en ilegales. El corazón me latía a mil por hora.

El taxi nos llevó a una zona muy remota, lejos de todo y de todos. Recuerdo que, de camino a Los Arenales, pasamos por una zona marginada donde un grupo de jóvenes nos lanzó piedras. Lograron estrellar un vidrio del taxi y el miedo y la incertidumbre que yo sentía se volvieron casi incontenibles. El conductor comentó que tales recibimientos eran normales en esa zona, “éstos hijos de la chingada siempre hacen lo mismo para que nos paremos y así nos asalten entre todos ⎼dijo⎼; saben que los que pasan por aquí llevan dólares porque van para el otro lado”. Al escuchar aquello, sentí como si el taxista hubiera leído mi mente porque, en efecto, yo estaba preocupado por la posibilidad de perder los dólares que llevaba y que eran todo el capital que tenía para acercarme al cumplimiento de mi sueño. Afortunadamente, el conductor aceleró y pronto dejamos atrás aquella zona.

Al llegar a Los Arenales pude ver que era un verdadero desierto. No había nada, era aún más remoto y desolado de lo que me imaginé cuando Epifanio describió el lugar. Más personas iban llegando paulatinamente, pero nadie hablaba con nadie, a todos se les notaba el miedo en el rostro. Había mujeres y hombres de todas las edades y era triste vernos unos a otros sin que alguno supiera qué iba a pasar.

El sol comenzó a meterse, el cielo se volvió rojo y la temperatura descendió, eran entre las 6:00 y las 7:00 de la noche. De ese lado de la frontera, México y Estados Unidos estaban separados por un alambrado parecido al que usan en algunas granjas, no había un muro de contención porque no se consideraba necesario en un lugar abandonado. Lo único que había que hacer para poder cruzar era un espacio entre los alambres. No olvido que Epifanio y yo fuimos los primeros en pasar; sortear el alambrado fue fácil, lo difícil vendría más adelante.

Cuatro horas después de haber pasado los alambres que separaban la frontera, sentí que el cansancio se apoderaba de mí. Caminábamos sobre un suelo arenoso y caí en la cuenta de que seguramente esa era la razón del nombre de aquél lugar. Me esforzaba por aguantar el ritmo, pero era difícil. No había dormido bien cuando iba de la Ciudad de México a Ciudad Juárez pues la adrenalina sofocaba mis nervios. Decidí pedirle a Epifanio que él siguiera adelante sólo porque no quería retrasar su camino. Él se detuvo, volteó para verme y trató de animarme sin dejar de ser honesto. Me hizo saber que estaba loco si planeaba quedarme ahí porque seguramente me dormiría y, al día siguiente, cuando despertara, el desierto se vería igual desde cualquier ángulo y sería inevitable perderme. Además, intentar cruzar sin suficiente agua y sin comida era muy peligroso. Era fundamental cruzar de noche porque las luces de la ciudad que se veían a lo lejos eran nuestra guía para no perder de vista el camino. No había tiempo para descansar. Consideré regresar a Juárez para descansar en algún hotel y así ganar fuerzas para intentar cruzar el desierto sin parar. Pensé que así sería más fácil porque ya conocía un poco el camino y la técnica, pero, para mi sorpresa, cuando miré hacia atrás me percaté de que las luces que irradiaban los límites de Ciudad Juárez estaban aproximadamente a la misma distancia que las que veíamos frente a nosotros.

Supe entonces que en la vida hay ocasiones en las que debemos arriesgarnos porque dar marcha atrás sólo traerá dolor. En aquellos momentos sentí como si me estuviera matando a mí mismo para ser alguien nuevo. Me dio la impresión de que era el precio a pagar por obtener el futuro que quería. Experimenté una descarga de adrenalina y el cansancio se esfumó entre mis preocupaciones. Me armé con todo el valor del que fui capaz y retomé el camino al lado de Epifanio.

Mientras avanzábamos, escuchamos un par de veces el sonido de las cuatrimotos de los agentes de migración y tuvimos que escondernos entre los matorrales más cercanos. Afortunadamente, en esos tiempos no había instrumentos de visión nocturna ni censores y pudimos evadir a la patrulla fronteriza. Hoy lo recuerdo como una aventura, sin embargo, las horas que estuve en el desierto fueron las más largas de mi vida.

Recuerdo que al día siguiente de que yo estuviera a punto de rendirme, cuando el sol apenas salía y nos regalaba un increíble cielo castaño, llegamos a un establo. Buscamos un escondite y nos acomodamos para dormir un poco. La alegría de saber que habíamos logrado cruzar el desierto nos dio una inesperada seguridad. Me costaba creer que aquello que estaba viviendo era real.

Dormimos cerca de tres horas, hasta que Epifanio me empujó para despertarme. Cuando abrí los ojos, noté la sonrisa de Epifanio que me felicitó animadamente, “¡sí aguantaste, chilango! pensé que te ibas a doblar en el camino”. Me preguntó por el rumbo que tomaría, quería saber a qué me iba a dedicar ahora. Yo le conté que había emprendido el viaje para estudiar en una universidad y graduarme como ingeniero o matemático. Aún recuerdo la expresión de sorpresa en su rostro. Le causó gracia que siendo ilegal y analfabeto en el idioma inglés pretendiera estudiar en una universidad estadounidense. Le mostré la carta de aceptación que había recibido, pero no pudo leerla porque él tampoco sabía inglés. Yo le aseguré que decía ahí que me habían aceptado en la universidad y que lo supe porque traduje el mensaje con ayuda de un diccionario.

Por supuesto, Epifanio no daba crédito a las razones por las que crucé la frontera. Todos los inmigrantes iban a trabajar para ahorrar dólares y tener una mejor vida que la que tenían en sus lugares de origen. La mayoría de ellos ni siquiera consideraba estudiar inglés. Actualmente pienso que, de alguna manera, Epifanio tenía razón, pero he aprendido que para alcanzar lo inimaginable uno tiene que pensar y hacer lo absurdo. Yo no tenía nada en México. No tenía una familia que me esperara ni un hogar fijo al cual regresar. Me negaba a seguir deambulando de casa en casa para que mis tías me cuidaran por turnos. ¿Qué pasaría si no podía entrar a la universidad? Debo aclarar que, aunque incrédulo, Epifanio me animó a perseguir mis sueños, “sólo el indio sabe lo que carga en su morral”, me dijo.

Continuamos nuestro camino con el objetivo de llegar a El Paso, Texas, pero el problema fue que no íbamos en la dirección correcta y llegamos a Nuevo México. Nos dimos cuenta porque en el camino compramos en una tienda y, aunque el dueño no hablaba español, más o menos le entendimos cuando nos dijo en dónde estábamos. El cansancio que sentíamos era agobiante y sabíamos que sufriríamos un suplicio si recorríamos a pie el camino hacia El Paso por lo que me ofrecí a pagar un taxi que nos llevara hasta nuestro anhelado destino.

Good bye, Epifanio

El taxi que habíamos abordado en Nuevo México se detuvo frente a un Coffee and donuts que se encontraba ya en territorio texano. Epifanio dijo que ese era un buen lugar porque ahí pasarían por él los que lo llevarían al rancho en el que haría la pixca. Bajamos juntos del taxi, pero nunca nos despedimos. Mientras esperábamos a que llegaran por él, aproveché para ir al baño; al entrar en los baños públicos escogí el baño pensado para personas con capacidades diferentes porque era el más grande de todos y así yo podría acostarme un momento para descansar mis piernas. No obstante, no contaba con que me quedaría dormido. Cuando desperté, me lavé las manos, me mojé la cara y salí corriendo a buscar a Epifanio. Pero no lo encontré.

Tal y como habíamos acordado, él siguió adelante en su camino. Recuerdo que todavía lo busqué con la mirada entre las personas del café, pero fue inútil. No pude darle las gracias por ayudarme ni pude despedirme como hubiera querido. Así son las cosas cuando uno es indocumentado, las personas desaparecen y nunca más sabemos de ellas. Les pasa lo mismo que a los sueños, se desvanecen si las perdemos de vista.

El raitero

Después de separarme de Epifanio, me pregunté cuál sería el siguiente paso. No podía quedarme en aquel café, por lo que decidí emplear la misma estrategia que en la central de autobuses de Ciudad Juárez y busqué a alguien que inspirara confianza para pedirle ayuda. Tengo muy presente el momento en el que entraron al establecimiento dos agentes de la patrulla fronteriza. No me asusté porque creí que el campo de batalla más peligroso era el límite de la frontera, específicamente, el desierto. Uno de los agentes me miró fijamente a los ojos, pero yo me mostré seguro de mí mismo e intenté actuar con naturalidad así que no se acercaron a registrarme ni me hicieron preguntas.

Epifanio me había dicho que el lugar en el que nos hallábamos era bien conocido por los indocumentados porque ahí llegaban a levantarlos sus conocidos y que los de la Migra solamente llegaban a comprar café cuando terminaban su turno. Era algo así como una zona de tregua. También llegaban ahí algunos “coyotes”, que son los que se encargan de guiar a los indocumentados, y algunos de ellos transportaban a las personas al estado al que quisieran ir.

Después de observar por un largo rato, identifiqué a tres hombres con edades de aproximadamente 30, 40 y 60 años respectivamente. Parecía que discutían el plan que iban a seguir para llegar a su destino. Me acerqué discretamente y les pregunté si iban hacia arriba, es decir, si iban hacia el norte de Texas. Me preguntaron quién era yo y los puse al tanto de mi travesía, sin contar muchos detalles. Dije que acababa de cruzar, que había caminado toda la noche con un amigo al que ya habían recogido sus conocidos, que ahora estaba yo sólo y que me dirigía a Colorado.

Me senté con ellos y me di cuenta de que nunca habían ido más allá de El Paso. El que parecía ser el más joven de los tres nos compartió que le habían hablado de un tren de carga que era posible abordar cuando bajara la velocidad. Si lo intentábamos, debíamos buscar espacio arriba de un vagón o dentro de alguno que no estuviera demasiado expuesto. Ante dicha propuesta, el señor de mayor edad apuntó lo peligroso que era abordar el tren porque podíamos quedarnos dormidos y morir asfixiados dentro de un vagón o, si nos íbamos arriba, sufriríamos frío y estaríamos en riesgo de caer y ser aplastados en los rieles. Yo secundé la negativa diciendo que incluso existía el peligro de equivocarnos de dirección y de que termináramos regresando a México. Los cuatro estuvimos de acuerdo en que el tren no era una opción.

El principal problema que teníamos en ese momento era que para poder salir de El Paso, Texas, teníamos que pasar un retén de la patrulla fronteriza que estaba localizado en un pueblo llamado “Las Cruces”. Ese retén era el más difícil de pasar, tan sólo un poco menos difícil que cruzar el desierto, y por eso a todos nos preocupaba lo que haríamos para lograrlo.

Uno de los muchos ilegales que llegaban al café mencionó que había unos raiteros disponibles. Cabe aclarar aquí que la palabra “raitero” viene de la palabra ride y se refiere a la persona que transportaba a los ilegales. Los tres hombres con los que me encontraba y yo preguntamos casi al mismo tiempo cómo funcionaba el asunto de los raiteros. Aquella persona nos dijo que conocía a un raitero de confianza que iría por nosotros hasta el lugar dónde estábamos, que llevaría su auto particular y que nos cobraría 50 dólares por persona, mismos que nos pediría hasta que hubiéramos librado el retén. El raitero nos explicaría lo demás.

Yo no estaba seguro de cómo nos transportarían. Pensé que quizá nos meterían en la cajuela, pero deseché la idea porque era obvio que no cabíamos cuatro personas en ella. Me parecía imposible que pudieran llevar a cuatro indocumentados a través de un retén que tenía fama de ser como la puerta del infierno. Lo único que me daba tranquilidad era que el pago se efectuaría hasta que estuviéramos del otro lado de aquella puerta. Al final, nos convencimos y aceptamos.

Esperamos 30 minutos hasta que llegó el raitero. Era un señor de unos 70 años de aspecto amigable. Tenía un blanco y abultado bigote sobre su cara redonda, sus ojos eran de color miel y, además, le faltaba un par de dientes. Al verlo, me acordé más de mi padre que de mi abuelo. El señor sonreía mucho al hablar con nosotros. Nos explicó que él nos llevaría pero que no debíamos decir que lo hacía por previo acuerdo porque lo meterían a la cárcel y le quitarían sus papeles. Si la policía nos detenía, teníamos que decir que lo vimos pasar en el camino y le pedimos por favor que nos diera un ride.

También nos dijo que podíamos elegir entre dos opciones para seguir adelante. La primera era que nos llevaría como pasajeros normales hasta tres millas antes de llegar al retén y ahí se iba a estacionar para fingir una falla en el motor. Al momento en que fingiera revisar la falla y levantara el cofre, tendríamos que esperar a que dejaran de pasar muchos carros para salir corriendo rumbo al desierto. Una vez en el desierto, debíamos seguir caminando hasta que el carro en el que habíamos llegado se viera pequeñito ante nuestros ojos para entonces dirigirnos a la derecha. La idea era que camináramos haciendo un cuadro para evadir el retén. Cuando estuviéramos lo suficientemente lejos, avanzaríamos cuatro millas y saldríamos poco a poco a la carretera. El raitero nos estaría esperando cerca de una gasolinera fingiendo que había otra falla en el auto. Según sus cálculos, tardaríamos alrededor de seis horas en llegar hasta dicha gasolinera por lo que nos aconsejó que, si no lo veíamos cuando estuviéramos cerca de la carretera, nos acostáramos para que nadie nos viera.

La verdad es que yo no tenía idea de cuánto era una milla. Me daba igual que tuviéramos que andar por kilómetros o millas porque lo que más me importaba era pasar el retén y llegar a la mentada gasolinera. El hombre nos confesó que esa era la opción más cansada, pero la más segura. Yo aún no me recuperaba del cansancio de haber cruzado la frontera y mi reserva de dólares disminuía cada vez más; 300 dólares eran insuficientes para el lugar al que tenía que llegar, pero ya no podía regresar a pedirle dinero extra a mi tía. Mientras yo pensaba en mi situación, el más joven de los tres con los que estaba preguntó por la segunda opción, que consistía en no bajarnos del auto y rogar porque tuviéramos suerte y no nos detuvieran. Al parecer, había ocasiones en las que la fortuna sonreía y no detenían a nadie, pero la mayoría de veces sucedía lo contrario.

Luego de escuchar las dos opciones, reflexioné en que era demasiado arriesgado abandonarnos a la suerte porque si algo salía mal tendríamos que regresar a México y comenzar de nuevo. Evidentemente sería más efectivo caminar durante seis horas por el desierto, así que yo abogué porque eligiéramos esa opción.

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El negocio de la confianza (Luis Aguirre- FILA) https://xoleaders.com/espanol-mexico/el-negocio-de-la-confianza-luis-aguirre-fila/ Tue, 18 Oct 2022 22:03:03 +0000 https://xoleaders.com/?p=4263 Por: Luis Aguirre Socio Director FILA “La base de la promesa de una marca se encuentra en el nivel de confianza.” ¿Se genera confianza para hacer negocio o no hay negocio sin confianza? En una empresa o negocio, podríamos tener dos enfoques sobre la confianza; el primero con una orientación de generar confianza para vender […]

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Por: Luis Aguirre

Socio Director

FILA

“La base de la promesa de una marca se encuentra en el nivel de confianza.”

¿Se genera confianza para hacer negocio o no hay negocio sin confianza?

En una empresa o negocio, podríamos tener dos enfoques sobre la confianza; el primero con una orientación de generar confianza para vender algo, o el otro es vender algo muy bueno que genere confianza en el consumidor, en cualquiera de los dos casos siempre acabaremos en lo mismo, sin confianza en una marca o en una persona no hay relaciones ni negocios de largo plazo.

La confianza es un principio multiplicador en muchas áreas de la vida, tanto profesional como personal. A continuación, expongo algunas áreas de interés:

Confianza de marca

Todas las marcas cumplen con una promesa, puede ser muy buena, regular o mala, el consumidor sabe la promesa que le va a cumplir la marca, paga el precio relacionado con la promesa que le cumple, esa promesa se basa en la confianza que se ha generado durante el tiempo en el que el consumidor la ha utilizado.

Una vez que una marca o empresa nos ha cautivado cumpliendo con todas las funciones básicas de posicionamiento, iniciamos nuestra relación con ella, en el momento en que hacemos la primera compra, dicha relación se puede ir fortaleciendo o se puede ir deteriorando, así como en una relación personal las marcas se ponen a prueba cuando hay momentos complicados, uno de esos momentos es cuando un cliente hace algún reclamo o quiere cambiar un producto, ¿qué tan difícil lo hace la empresa vendedora para lograr el cambio que necesita el cliente? Un ejemplo de fortalecimiento de confianza lo podemos ver en las compañías de seguros, al momento de comprar una póliza se valora el respaldo de una marca, el tamaño de la compañía, su trayectoria, pero cuando realmente se genera confianza es al momento de tener un siniestro, medimos lo rápido en lo que nos respondieron, valoramos si nos facilitaron la vida en el proceso. Es aquí cuando realmente una compañía de seguros fideliza a sus clientes, si se vuelve un grave problema y en vez de ayudar nos estorban, entonces se pierde la confianza, haciendo que el cliente se cambie de empresa y hable pésimo de la compañía de seguros.

En una línea aérea se crea confianza durante la experiencia del cliente desde que compra su boleto hasta que regresa a casa, y de igual forma en los momentos difíciles es cuando la relación de confianza se pierde o se fortalece, esos momentos difíciles como cuando se cancela o retrasa un vuelo, al cerrarse un aeropuerto, al cambiar un itinerario. ¿En los bancos, qué tan difícil es que nos solucionen un problema de fraude en nuestra tarjeta de crédito? ¿Qué tan fácil es lograr que alguien nos responda una llamada en su centro de servicio?

Como lo menciona Don Peppers, eliminando la fricción es cuando se genera confianza, cuando a un cliente le es fácil hacer negocios con una empresa es cuando se genera confianza, no con un precio bajo. Las empresas que hacían o hacen negocio basado en los errores de los clientes son destructoras de confianza lo que en el mediano plazo hacen que desaparezcan. Hace años las empresas de renta de video hacían gran parte de sus ingresos por la gente que regresaba tarde las películas, hay casos de bancos que se aprovechan de la gente que confirma seguros que no necesita y les hace casi imposible lograr cancelarlos, estas prácticas definitivamente son valoradas por los clientes.

Confianza dentro de la empresa u organización

Para que una empresa pueda funcionar, tiene que existir la confianza entre sus líderes, la función de la dirección general debe de enfocarse en lograr que el equipo trabaje con confianza, para ello, es vital que no existan objetivos desalineados entre sus áreas, una dirección de operaciones que gana por producto fabricado mientras que una dirección de ventas gana por producto vendido puede causar antagonismo natural, los dos deben de ganar por los productos desplazados que sean el objetivo de la empresa el cual siempre tendrá que ser el mismo de ambas direcciones.

Entender que hay diferentes roles y estilos dentro de las empresas es una gran herramienta para que los equipos trabajen en equipo y con confianza y respeto mutuo como lo ha desarrollado el Dr. Ichak Adizes, quien ha definido cuatro grandes estilos de liderazgo P (Productor), A (Administrador), E (Emprendedor) e I (Integrador), entender los estilos y lograr que un director se concientice que sus problemas no son personales si no de rol o estilo es un gran avance para que de esa forma el director no se dedica a pelear internamente sino a trabajar en equipo logrando los objetivos de la organización, logrando no perder la confianza en el otro por temas de roces naturales de sus funciones.

Así como hay promesas de marca, hay promesas de una empresa hacia sus colaboradores y promesas de los colaboradores hacia las organizaciones, ambos tienen que cumplirlas para lograr generar confianza. Una empresa que promete incentivos, bonos y cualquier apoyo a sus empleados, al otorgarlos o no otorgarlos genera o destruye confianza respectivamente. Un colaborador que llega a una organización con la promesa de mejorar o transformar las cosas y no hace el esfuerzo necesario, causa el mismo efecto que la compañía al incumplir sus promesas.

Confianza en un país

Cuándo una persona responde a la pregunta: ¿de qué país eres?, menciona el nombre de su país, quien escucha el nombre, inmediatamente tiene una impresión sobre la persona, puede imaginar que es una persona educada, respetuosa, responsable, que conoce el mundo, que puede ser buen deportista, etc., por el otro lado se podría pensar que la persona es tramposa, que no cumple sus promesas, que no trabaja y que no es capaz de cumplir profesionalmente.

Estas impresiones responden a acciones históricas que han hecho cada uno de los países, lo que ha generado una imagen de confianza o desconfianza.

Las personas tenemos que cargar con la imagen de cada uno de nuestros países para bien o para mal, lo mismo sucede con las empresas y sus marcas, cuando se menciona su origen, inmediatamente el factor ̈marca país ̈ le da un incentivo o, por otro lado, disminuye la imagen de quien está conociendo a la empresa. Cuando una buena marca de un país con mala reputación de confianza trata de vender algo, tiene en contra su origen, por el otro lado la marca originaria de un país con alto nivel de confianza tiene a favor el respaldo generado por su nación.

Confianza en y de las familias

Similar a un país, los apellidos de las familias tienen un nivel de confianza, que puede ser muy bueno o no tan bueno, el nivel de confianza se va construyendo generación tras generación en la participación de los miembros en la sociedad, en negocios, en la escuela, en los deportes, en la comunidad. Dentro de las familias el fortalecimiento de la confianza entre sus miembros forja la solidez y seguridad con la que cada uno se desarrolla, contar con la tranquilidad y vigor de una familia confiable se traduce en personas exitosas que aportan al mundo.

Confianza en un gobierno

Los gobiernos forjan la confianza de los gobernados por medio de acciones y resultados, las promesas que hacen crean una perspectiva que, de no cumplirse, destruye por completo su nivel de confianza. La alineación de expectativas con la verdadera capacidad de un gobierno por cumplirlas es un reto para la integridad de un político que sabe de antemano si puede lograr cumplir con lo que se espera de él. Cada gobierno y cada político ha ganado o perdido la confianza por lo que ha hecho o dejado de hacer y por lo que ha cumplido o incumplido.

Confianza en las sociedades

La gran mayoría de las sociedades no se consolidan y muy pocas trascienden más allá de la segunda generación, especialmente cuando hay socios no familiares. La sociedad inicia gracias a la gran confianza que hay entre dos o más socios e irónicamente desaparece por la falta de confianza que se genera por los mismos socios y especialmente por los nuevos que se incorporan cuando la organización crece. Cuando la sociedad crece y llegan las o los cónyuges, las y los hijos de cada socio, o simplemente porque al crecer la empresa las expectativas de cada uno de los fundadores cambian, el nivel de compromiso cambia en cada uno de ellos dadas sus necesidades profesionales, personales y familiares.

Para evitar este tipo de situaciones es vital dejar las cosas muy claras desde el principio, hay decenas de profesionales expertos en la materia en México, es altamente recomendable invertir en sus servicios.

Con la ayuda del profesional vamos a tener la seguridad de tener reglas claras, pero es vital que la confianza nunca se pierda, el diálogo constante con los socios, preguntarles cómo se sienten y expresar cómo nos sentimos será clave para trascender.

La confianza podría ser un factor universal, aplica como guía constante para todo lo que hacemos. Observamos que, desde la familia, la empresa, y hasta en un país, la generación de confianza es clave para trascender y para lograr un efecto invaluable de identificación, atracción y seguridad con los interlocutores de las personas, organizaciones, países y cualquier ente. Toma tiempo generarla y poco en destruirla, sin duda debemos de trabajar en fomentar la confianza por medio del compromiso y cumplimiento de todas nuestras promesas. Este trabajo es permanente y no tiene fin.

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Puedo o no puedo (Antonio Arranz- DHL EXPRESS MÉXICO) https://xoleaders.com/espanol-mexico/puedo-o-no-puedo-antonio-arranz-dhl-express-mexico/ Tue, 18 Oct 2022 21:25:48 +0000 https://xoleaders.com/?p=4260 Por: Antonio Arranz CEO DHL EXPRESS MÉXICO “El ser empáticos y transmitir una actitud de poder hacer bien las cosas, ayuda en el desarrollo de empoderamiento y confianza de los que te rodean.” Desde el inicio de la pandemia por COVID-19, las empresas a nivel mundial fueron puestas a prueba, quizá como nunca antes. En […]

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Por: Antonio Arranz

CEO

DHL EXPRESS MÉXICO

“El ser empáticos y transmitir una actitud de poder hacer bien las cosas, ayuda en el desarrollo de empoderamiento y confianza de los que te rodean.”

Desde el inicio de la pandemia por COVID-19, las empresas a nivel mundial fueron puestas a prueba, quizá como nunca antes. En medio de la incertidumbre y el estrés, las organizaciones se vieron obligadas a reinventarse y transformarse en tiempo récord para poder sobrevivir. Las presiones aparecieron por todos los flancos; desde los empleados que reclamaban respuestas, la sociedad que exigía compromisos y los clientes que demandaban servicio sin pretextos.

Sin respiro, las empresas nos vimos en la tarea de innovar y fortalecer la infraestructura tecnológica y operativa, pero además asumir un reto muy importante: cuidar, resguardar y motivar al capital humano que tenía como única asidera, a su empleador, a quien, por si fuera poco, no podía ver.

La prioridad número uno era la de mantener la planta laboral, y después enfrentar la difícil tarea de conservar la cohesión de la organización con el distanciamiento y el confinamiento obligado. El desafío del trabajo remoto durante el COVID-19 fue masivo para muchas empresas. Comenzó una lucha para mantener a los empleados seguros y conectados, sin olvidarse que además había que resolver la necesidad de asistir a los clientes y evitar que el nivel de servicio decayera, ante las circunstancias de excepción. La situación resaltó la urgencia de contar con las herramientas convenientes para permitir el trabajo a distancia permanente.

En este sentido, en DHL Express México, tuvimos una inmensa oportunidad de trascender, y en este proceso, nuestra capacidad, pasión y la actitud de “puedo hacerlo”, fueron esenciales para adaptarnos en nuestra forma de operar y enfrentar los nuevos desafíos para cumplir sin demérito, sin rendirnos, en cumplir con nuestra promesa de “calidad en el servicio”.

Como proveedores esenciales de servicio de paquetería y mensajería, tuvimos una prueba adicional: la explosión del comercio electrónico. Hicimos una importante inversión, para que nuestra operación con soluciones digitales tuviera la capacidad de hacerle frente a la creciente demanda y permitir a los clientes adquirir y recibir sus productos, cómo, dónde y cuándo lo desearán, en el tiempo pactado.

Y no solo eso, para satisfacer las demandas de empresas y consumidores, y conservar su confianza, dedicamos importantes recursos para instalar tecnología de vanguardia y así eficientar procesos y disminuir los tiempos de entrega, tales como Inteligencia Artificial, Robótica y Automatización, Machine Learning, Analítica de Big Data, Logística Omnicanal, Internet de las cosas, entre otras.

A partir del 2020, DHL Express México se vio envuelto en una nueva dinámica, dictada por las nuevas proporciones del comercio electrónico y la automatización de la cadena de suministro, que ha impactado, no solo en el aspecto tecnológico, sino en el fortalecimiento de toda la infraestructura operativa, que comprende también equipo, instalaciones y recursos humanos.

El mundo seguirá cambiando y tenemos que responder con oportunidad a los nuevos retos logísticos mejorando siempre la velocidad y entrega de las mercancías. Se requiere una comunicación constante y efectiva, sistemas de información compatibles y estandarizados que permitan seguir el proceso de operación, personal calificado en cada etapa de la cadena de suministro, así como una capacidad rápida de adaptación y respuesta.

Como CEO de DHL Express México, esta experiencia me confirma el impacto que un líder puede generar entre los colaboradores, clientes y comunidades. El ser empáticos y transmitir una actitud de poder hacer bien las cosas, ayuda en el desarrollo de empoderamiento y confianza de los que te rodean. Si hay un buen equilibrio de desempeño, visión de liderazgo, capacidad para dirigir grupos profesionales y focalizar este tipo de esfuerzos de la mano de los colaboradores, las posibilidades de éxito se multiplican.

Cuando los miembros de la organización confían uno en otro, mejoran el alineamiento, la colaboración y los resultados. El poder de la confianza debe estar sustentado en acciones que van sumando a la autoestima, identidad y coraje de los colaboradores para motivarse, tomar decisiones, medir riesgos y esforzarse por seguir siendo productivos en una empresa que les permite esa satisfacción de pertenencia.

Entre nuestros valores corporativos destaca lo que denominamos el “Can- Do Attitude”, esa actitud colaborativa que incita a hacer las cosas bien y mejor. Estoy convencido de que una operación exitosa es aquella que tiene un elevado nivel de confianza entre sus colaboradores. Una confianza que permita el trabajo conjunto y apunte a mejorar entre todos nosotros, para poder hacer las cosas bien y mejor.

El afianzar la cultura corporativa ha sido un reto y propósito en mi labor directiva. Hoy, puedo decir orgullosamente, que somos la mejor empresa para laborar en México, que seguimos apostando por la generación de empleos con 2,500 nuevos puestos de trabajo durante el año pasado, incrementamos nuestra infraestructura aérea, terrestre, así como los centros de servicio, para continuar brindando un servicio logístico de clase mundial.

Durante el 2020, pese al impacto negativo en la economía derivado de la pandemia, gracias a la confianza de nuestra gente, nuestros socios y clientes, logramos mantener un ritmo de crecimiento de doble dígito y elevamos a más de 700 puntos de venta la cobertura de DHL Express México en toda la República Mexicana. ¿Cómo lo hicimos?, lo hicimos con el compromiso de cada miembro de la familia DHL, con la confianza de creer en un futuro mejor; que lo que hicimos era lo mejor para México, lo mejor para esta compañía, para nuestra gente y lo más importante, que podemos y queremos hacer las cosas bien.

El propósito de DHL es conectar personas y mejorar sus vidas, y la pandemia hizo aún más evidente esta vocación. Desde su inicio, nos dimos a la tarea de priorizar el transporte de mercancías de primera necesidad y los insumos médicos, y enfocar nuestras capacidades y las de las personas que colaboran con nosotros, para satisfacer las necesidades de quienes nos confían sus envíos y brindar ayuda inmediata.

En este sentido, y en su calidad de líder logístico a nivel global, con presencia en más de 220 países y territorios, DHL Express cuenta con un gran nivel de experiencia para llevar suministros críticos a su destino cuando más se necesitan, lo que nos ha permitido ser un actor clave en la distribución mundial de las vacunas contra el COVID-19.

Transportar más de 10 mil millones de vacunas por todo el planeta, es el reto logístico más grande que la empresa ha enfrentado en su medio siglo de existencia, y para ello hemos puesto a la disposición todos nuestros recursos. Tan solo en México, para esta monumental faena, DHL Express habilitó a sus 9,000 empleados, más de 4 mil 300 vehículos, la disponibilidad de 5 vuelos intercontinentales y 12 vuelos nacionales.

Me siento muy orgulloso de la contribución que hacemos a través de nuestro trabajo diario como marca mundial líder en envíos exprés y logística. Una entrega que nos ha sido confiada puede contener medicamentos que salvan vidas, un regalo de cumpleaños o todo el patrimonio de una empresa en forma de prototipo. No solo entregamos documentos, mercancías y paquetes, también entregamos éxito, transportamos salud, promovemos el crecimiento y damos alegría.

El nuevo gran desafío será preparar a las plantillas logísticas para el futuro mediante formación y especialización en el marco de unas operaciones cada vez más sofisticadas. En DHL Express, hemos dado muestra de que los procesos y las eficiencias optimizados están vinculados a prácticas laborales impuestas por una nueva normalidad, por ello, en mi carácter de Director Ejecutivo, seguiré apostando por la resiliencia operacional, resguardando y protegiendo nuestro capital humano y atendiendo la operación y oferta de servicios, sin menoscabo de nuestros altos estándares.

Para 2021, continuaré trabajando para tener una mayor adaptabilidad, flexibilidad y solidez en nuestra organización, cumpliendo con los objetivos de desarrollar en DHL Express México las cuatro tendencias de la logística: globalización, digitalización, comercio electrónico y sostenibilidad marcadas en la “Estrategia 2025 digital” del Deutsche Post DHL Group.

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De qué hablo cuando hablo de confianza (Ricardo Guraieb Chahín- CRIOGAS) https://xoleaders.com/espanol-mexico/de-que-hablo-cuando-hablo-de-confianza-ricardo-guraieb-chahin-criogas/ Tue, 18 Oct 2022 18:37:35 +0000 https://xoleaders.com/?p=4257 Por: Ricardo Guraieb Chahín Managing Director CRIOGAS “La confianza (…) debe estar ahí desde el inicio. Si buscas construirla, es porque algo ya salió mal. Si no está ahí, es porque tienes el hábito de construir desconfianza. Esa sí que se construye, y crece solita si no la frenas de tajo.” Qué difícil hablar de […]

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Por: Ricardo Guraieb Chahín

Managing Director

CRIOGAS

“La confianza (…) debe estar ahí desde el inicio. Si buscas construirla, es porque algo ya salió mal. Si no está ahí, es porque tienes el hábito de construir desconfianza. Esa sí que se construye, y crece solita si no la frenas de tajo.”

Qué difícil hablar de confianza en estas épocas de incertidumbre. Si durante el verano de 2020 alguien nos hubiera preguntado, a cualquier ser humano, el significado de esta palabra ante las turbulencias de la pandemia de COVID 19, la mayoría habría enmudecido ante el peso de sus tres sílabas y la sombra que caía sobre ella y la volvían inimaginable, inalcanzable, etérea.

Pero no en Criogas.

En mayo de 2020 comenzamos la crisis más severa de nuestra joven historia. No fue precisamente el covid lo que nos condujo a ella, aunque, en definitiva, las circunstancias de la pandemia lo agravaron. Marzo y abril habían sido meses de ventas bajísimas, con todos los clientes industriales frenando operaciones y enviando a su gente a casa (algunos temporalmente; otros de manera permanente), y nosotros, al deber modificar nuestros presupuestos a la baja, y sin líneas de crédito sobre las cuales apoyarnos, nos vimos ante la necesidad de suspender inversiones y minimizar costos y gastos.

El día 5 de mayo yo estaba preparándome para un día más de trabajo desde casa, como casi todos en esos meses. De pronto recibí una llamada fatídica: “el motor del compresor de aire ha dado fallo a tierra. Es probable que tengamos que parar varias semanas para repararlo” (ha de notar el lector que, en una planta de destilación criogénica, el motor del compresor de aire es el corazón del proceso). Eso implicaba lo antes impensable en Criogas: nuestras plantas operan 365 días, y un día de paro implica perder demasiado dinero – ni qué decir de un paro que se extendería por semanas. “¿Cuánto tenemos de inventarios?” Diez días. Dos semanas, por mucho. ¿Podríamos comprar para reventa? Muy poco, pues el oxígeno estaba siendo destinado a hospitales y consumo de pacientes covid. “¿Cómo estamos en flujo de dinero?” Máximo llegaremos a finales de mes. Después de eso tendremos que tomar algunas medidas drásticas.

Fueron días de muchísima tensión. Contábamos con escasísimos recursos para mantener la operación a flote y tratar de extenderlos y hacerlos rendir. El tiempo apremiaba, así que todos debíamos ponernos manos a la obra. Había que establecer de inmediato un protocolo para maximizar inventarios. Estábamos acostumbrados a operar con cierta holgura, y era indispensable que aprovecháramos hasta la última molécula de gas que nuestra única planta productiva era capaz de dar. Nuestros clientes prioritarios no podrían tener run-outs. La misión era que no sintieran ni el más mínimo efecto del desabasto, bajo ninguna circunstancia. Debíamos prescindir de las ventas spot. Habría que comprar y redistribuir producto, una tarea titánica para un departamento minúsculo de abastecimiento en un mercado monopolizado. Cualquier gasto redundante debía ser eliminado, y las inversiones canceladas hasta nuevo aviso. “¿Habrá recorte de personal?” nadie decía, pero todos pensaban.

Imperaba la incertidumbre, pues todos estábamos angustiados por los inicios terribles de la pandemia de covid; algunos ya incluso con familiares graves o fallecidos. El desempleo devoraba ahorros y sueños de generaciones enteras, y la situación en Criogas representaba el inicio del fin. Muchas personas se sentían aplastadas por el peso de lo que todavía ni siquiera caía sobre ellas, pero que consideraban inminente.

Era indispensable ponernos manos a la obra. Y mi misión principal en esos días de batalla era mantener la confianza en el equipo, el esfuerzo al máximo, y los espíritus hasta arriba. Todos sabían bien lo que tenían que hacer para mantener el barco a flote: era cuestión de saber que, para atravesar una tormenta, cada marinero debe hacer el papel que le toca, y confiar en que los demás estarán en lo propio. Así que mi misión, entendí, era asegurarme de que el ánimo se mantuviera elevado para que nadie dejara de remar.

Y así lo hicimos. Durante tres meses (larguísimos), las doscientas personas que entonces conformábamos Criogas atravesamos la tormenta, haciendo una cosa muy simple: nuestro trabajo. Y una más complicada: confiar en que cada quien haría el suyo. De modo que, cuando llegó el motor reparado, y las mismas doscientas personas escuchamos nuevamente el rugido de nuestro compresor metiendo aire a la planta de separación, fue música para nuestros oídos.

A la par del arranque de planta, en agosto, empezamos a notar una aceleración económica. El consumo de gases de nuestros clientes se incrementaba paulatinamente, y los pedidos comenzaban a fluir como antes. Ya contábamos con producto, así que, con toda tranquilidad, comenzamos a retomar actividades, prospectar clientes y trabajar cómodamente, asentados ya en la nueva normalidad. Y así, justo cuando pensábamos que lo peor había pasado, que la pandemia estaba a pocos meses de terminar, y que habíamos superado la crisis de operaciones más fuerte en nuestros diez años de historia, el motor volvió a fallar.

La pesadumbre volvió a reinar en el ánimo de la gente. Pero esta vez, fue mucho más sencillo sacudírnosla: ya sabíamos exactamente lo que teníamos que hacer. La embestida anterior nos había dejado una lección importantísima: la planta no era la empresa. La empresa éramos todos nosotros. La planta nos daba una ventaja, pero la fuerza estaba en nuestro talento. Era un cambio de paradigma muy trascendental.

Sin duda, estos dos períodos pusieron en perspectiva las fortalezas sobre las que estábamos parados como organización. En nuestro mundo, los productores somos la piedra angular del negocio, y contar con plantas propias es siempre visto como la mayor fortaleza: margen, oportunidad, integración, control. Pero estos meses me enseñaron algo muy distinto: no importa el tamaño de la empresa, ni cuál sea su principal fortaleza percibida: ante una crisis, la gente lo es todo. Absolutamente todo. Y confiar en el talento de los que conformamos la empresa, es la llave de la puerta que se abre al éxito o se cierra ante las tormentas.

En definitiva, lograr una confianza plena en el talento lleva tiempo, práctica, determinación, y algo de oídos sordos. Creo que, además, cada quien lo debe hacer a su estilo y bajo el contexto cultural de su organización. En el caso específico de Criogas, llegué a reflexionar que fueron seis principales cuestiones fueron las que, en perspectiva de los sucesos del período covid, forjaron la confianza que nos sacaron de la tormenta. Hoy, los traduzco en los siguientes consejos.

1.Nunca castigues un error

Cuando Criogas empezó su historia, éramos 14 personas, ninguna con conocimiento alguno del mercado de los gases. Así que nos equivocamos todo el tiempo. Pero, como todos nos equivocábamos, aprendimos a no juzgarnos por ello, sino a construir sobre cada error. Con el tiempo, esta práctica se volvió un ciclo de mejora continua que se transformó en un principio rector: la búsqueda de la excelencia operativa. Cuando castigas el error, por menos que lo quieras, adquieres el vicio colateral de mentir para ocultarlo. Además, estás impidiendo que la gente tome decisiones, porque el miedo será siempre el imperativo. Así que, no te preocupes, de todas formas, nos seguiremos equivocando, pero la organización aprenderá a no repetir los mismos errores.

2. Evita las cacerías de brujas

Y las reuniones para “deslindar responsabilidades”. Esta parte es extremadamente difícil. Cuando se comete un error es importantísimo que se documente y se corrijan los procesos y políticas para evitar que ocurra de nuevo. Si, aun así, vuelve a ocurrir, el error se transforma en negligencia, y la negligencia no tiene cabida en una organización donde se busque la confianza. Pero si la organización no corrigió esos procesos para evitar la repetición, por más que te duela el orgullo, la culpa es de la organización; no del individuo que repitió el error. Y si castigas a una persona por un error de la organización, estás ocasionando una cacería de brujas, y adiós confianza para siempre.

3. Planea bien tu recurso humano

Cuando laceran los embates de las tormentas más fuertes, lo primero que sale a relucir es la gente que no aporta. Entonces vienen los recortes. Y entonces se vuelve una cacería de brujas, para ver quién merece quedarse en el barco y a quién echamos por la borda. Y ya entonces minaste toda la confianza que existía en tu equipo de trabajo. Así que, antes de contratar a un nuevo equipo de trabajo, abrir un nuevo departamento, sumar analistas, auxiliares, coordinadores o gerentes a tu fuerza laboral, asegúrate de tener un buen diseño organizacional desde los cimientos. Porque un recorte de personal nunca es error de la gente: es un error de la organización. Si ya tienes una organización pesada, y estás en un buen momento en tu empresa, planifica para rediseñar en las áreas donde, en un futuro, necesitarás más personal. Ve preparándolos para el crecimiento. No los dejes haciendo la talacha de quienes no le gusta subirse las mangas.

4. Y no escatimes en él

No me refiero nada más a una remuneración equitativa, competitiva y efectiva. Hablo de hacer crecer a la gente, desarrollarla, motivarla, capacitarla y asegurarse de que brillen por su talento en un entorno feliz, donde puedan aportar, trascender, e innovar. Sí: feliz. No nada más digno. No nada más libre de estrés. No simplemente humano. FELIZ. No escatimes en la felicidad de la gente.

5. Fija objetivos; no tareas

“Cuando entras en crisis, tú y solo tú sabes cómo salir de ella, qué acciones precisas tomar y qué ruta se debe seguir. Porque solo tú quieres salir de ella. Los demás solo están ahí por su quincena.”

6. Nada más falso que lo anterior.

Donde impera un ambiente de confianza, queda claro que, lo más importante, es ver más allá de la tormenta. Como líder, señalar el claro donde alumbra el sol es todo lo que debes hacer. El resto, déjaselo a tu equipo. Ojo, que esto no funciona si no tienes los cuatro puntos de arriba previamente trabajados: donde la gente no quiere equivocarse, donde temen una cacería de brujas, donde hay gente que efectivamente estorba, y donde no hay motivación, más de uno saltará del barco antes incluso de entrar a la borrasca.

La sexta reflexión es mucho más importante que las cinco anteriores. No existe organización perfecta, y las tormentas perfectas abundan en el mundo de los negocios. La única herramienta eficaz para librarlas es lejos de ser perfecta, y tampoco es sencilla. Paradójicamente, es un hábito que no se construye. La confianza debe estar ahí desde el inicio. Si buscas construir confianza, es porque algo ya salió mal: simplemente debes descubrirla en cada una de tus prácticas y tus procesos. Si no está ahí, es porque tienes el hábito de construir desconfianza. Esa sí que se construye, y crece solita si no la frenas de tajo. Quita esa desconfianza del camino, y verás que tendrás una organización que apuesta su talento para trascender, innovar y crecer infinitamente.

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Todo está en mi actitud (Iván Olvera Salinas – CLARKEMODET MÉXICO) https://xoleaders.com/espanol-mexico/todo-esta-en-mi-actitud-ivan-olvera-salinas-clarkemodet-mexico/ Mon, 17 Oct 2022 19:55:23 +0000 https://xoleaders.com/?p=4254 Por: Iván Olvera Salinas Chief People Officer CLARKEMODET MÉXICO “Al final de tu vida estarás más arrepentido por las cosas que no hiciste que por las cosas en las que fallaste.” Auto Confianza, “puedo o no puedo” Hola, hoy les quiero compartir mi experiencia con la autoconfianza y como yo le digo mi actitud interna. […]

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Por: Iván Olvera Salinas

Chief People Officer

CLARKEMODET MÉXICO

“Al final de tu vida estarás más arrepentido por las cosas que no hiciste que por las cosas en las que fallaste.”

Auto Confianza, “puedo o no puedo”

Hola, hoy les quiero compartir mi experiencia con la autoconfianza y como yo le digo mi actitud interna.

La historia comienza siendo niños, cuando comenzamos a formar y desarrollar nuestra autoconfianza (actitud interna). Durante las primeras interacciones con nuestros padres y familiares, muchos de nosotros crecimos en entornos sumamente protegidos, los cuales influyeron significativamente en la construcción de nuestra autoconfianza.

Cuántos de nosotros vivimos con estas frases: “no lo hagas”, “no puedes”, “no es para ti”, “jamás lo conseguirás”, “ten cuidado te vas a caer, cortar, golpear)”, “no puedes por ser (niño, mujer)”. Hay un sin número de frases que nos generan una mentalidad limitada.

Con esto les quiero decir que hemos construido nuestra Actitud Interna sobre una base de interacciones sociales en las cuales hemos aprendido a estar limitados y cegados con respecto a lo que podemos hacer, conseguir y los éxitos que podemos lograr. Muchas veces nosotros mismos nos limitamos a usar frases como: “eso no es para mí”, “yo jamás lo haré”, “yo no soy como él o ella”, etc. Autolimitarnos y escucharnos es mucho más fácil, pero qué tan dispuesto estás a darte cuenta de lo que eres capaz de hacer y lograr. Las grandes preguntas son: ¿estás dispuesto a moverte?, ¿salir de tu zona de confort para ser feliz y estar satisfecho contigo mismo?. No significa que modifiquemos todas nuestras acciones, sino enfocarnos en pequeñas acciones que nos hagan realizar pequeños cambios poco a poco. Hay que entender que muchas de nuestras actitudes están arraigadas en nosotros y se quedarán.

¿Cómo podemos desarrollar y volver a programar nuestra autoconfianza?, ¿cómo cambiar no puedo por el PUEDO?.

Una parte muy importante para tener una Actitud Interna positiva es tener muy claro tu misión de vida, ¿cuál es tu propósito?, ¿qué sentido le quieres dar a tu vida?, ¿cuál es tu razón de vivir?

Debes trabajar día a día en estas preguntas y sobre tener claras las respuestas. Algo que me ha servido mucho, es tener mis objetivos y metas de vida visualizadas en dibujos y fotos que me recuerden, trabajar para conseguirlos y no me permite otro camino que me desvié de mi propósito. Para conseguirlo necesitaré tiempo, esfuerzo, dedicación y foco. Elementos que muchas veces cuestan mucho trabajo llevarlos a la práctica. El camino no será fácil, pero hay que disfrutarlo, vivirlo y aprender con cada obstáculo que se presente.

Yo describo esta etapa como una carrera en la montaña: te levantas a las 5 am, comienzas a correr aún en la oscuridad, muchas veces con frío y dice tu yo interior “pero qué haces aquí pudiendo estar caliente en tu cama y dormir”.

Pero no debes parar, hay que dar el primer paso y comenzar, el camino tendrá varios obstáculos, te sentirás cansado, la luz del sol irá entrando poco a poco por las copas de los árboles, serás cada vez más consciente del paisaje y después de 15 kilómetros de subida podrás llegar a tu meta y disfrutar lo majestuoso de la vista. Verás que todo ese esfuerzo, dolor y sacrificio ha valido la pena y podrás decir: ¡LO LOGRE! La competencia más importante es contigo mismo, los límites son los que tú estableces.

Hoy cada vez que piensas en ti, ¿cómo te sientes haciéndolo?, ¿cuál es tu punto de vista y la impresión que tienes de ti mismo?, respondiendo esto te darás cuenta de qué tanto te valoras y conoces. Este es tu nivel de Actitud Interna. Es muy importante tener una buena Actitud, ya que es la clave para vivir mejor y ser más feliz.

Es muy frustrante darte cuenta de que en tu vida no hay cambios, retos, obstáculos superados, logros, aprendizajes y que todo este tiempo has permanecido en tu zona de confort.

No dejes que llegue el momento en que te arrepientas por todas las cosas que evitaste o dejaste de hacer porque simplemente no creíste en ti. Por esto es muy importante que cada día nutras y estés consciente de tu autoestima, que es la que te ayudará a llegar a la cima, lograr lo que te propongas, fallar si es necesario, pero jamás darte por vencido.

No pierdas el foco de la MISIÓN DE TU VIDA, siempre disfruta cada momento, aprendiendo a vivir el presente y gozarlo. Enfócate en mostrar y disfrutar lo mejor que tienes: el humor, paz, amor, generosidad, perseverancia, curiosidad por aprender. Proyecta y haz que la gente que te rodea lo sienta. Conecta con tu entorno: naturaleza, familia, amigos, deporte, trabajo, esto te ayudará siempre mantener tu misión de vida clara.

Busca ser auténtico contigo mismo y despierta el interés en ti, haciendo aquellas cosas que te hagan sentir orgulloso y que te saquen de esa zona cómoda. Disfruta el tiempo en soledad, conócete, y disfrútate. Acepta lo que eres y lo que tienes.

No luches por tener lo de los demás, eso jamás te hará sentir pleno. Valora lo que eres y lo que tienes, ya que es el fruto de tu esfuerzo, inteligencia y pasión. Es lo que al final del día realmente cuenta y vale la pena.

Si añoras o anhelas lo que los demás hacen o tienen, debes detenerte y dejar de hacer eso. Debes ponerle fin a ese pensamiento y estilo de vivir. Enfocarte en ti en buscar TU SENTIDO. Aceptarte tal cual eres, tener valor por arriesgarte, fuerza para luchar por eso que quieres y tener la curiosidad por seguir aprendiendo cosas y habilidades nuevas que te hagan tener éxitos en tu vida. No me refiero a ganar siempre, sino disfrutar lo que haces y que te haga feliz. Recuerda un momento en tu vida en que hayas conseguido un éxito, cómo te sentiste en ese momento, ¿tenías miedo de algo? Estoy seguro de que tu respuesta será: me sentía feliz, satisfecho conmigo y no tenía ningún miedo. Ten presente en cada momento esa sensación, será tu motor, gasolina y boost de energía, para seguir adelante y jamás darte por vencido.

Algo que también llena la autoestima de forma positiva, pero más el alma y el corazón es compartir con los cercanos a ti lo que conoces y sabes hacer. La evolución va de la mano con el conocimiento, el mismo se comparte, mientras más transmitas lo que sabes, te darás cuenta de tu valor como ser humano y persona.

Enfócate en ayudar a alguien más, ya que es uno de los mayores valores de la vida. El poder ayudar a los demás es algo que te hará crecer y creer en ti. Sé coherente contigo mismo y con tus valores. Como suelo decir “que el video empate con el audio”, quiere decir que tus pensamientos, acciones y sentimientos tengan un mismo sentido.

Si mencionas que eres feliz: transmítelo, hazlo visible y que sientan la felicidad en ti. No olvides en ser auténtico, no copies, aprende de los demás, pero jamás pretendas ser como alguien más, ya que gastaras mucha energía, emociones y tiempo en eso sin conseguirlo. Es evitar a toda costa copiar o anhelar lo de los demás.

Yo sé, hacer las cosas por ti solo es más difícil y muchas veces no sabemos como hacerlas o como llegar al final. Atrévete, si te equivocas o fallas, no importa. Date ese permiso de no tener perfección, ya que eso te dejará un gran aprendizaje para seguir creciendo y aprender a hacer las cosas. Busca siempre crecer, aprender y luchar. Busca siempre ser la mejor versión de ti como persona y ser humano, aporta a tu entorno, lo que te rodea, forma y te ha llevado a ser lo que hoy eres.

Alimenta constantemente tu Actitud sintiéndote orgulloso y amando de lo que eres, lo que tienes: tu familia, valores, amigos, trabajo, etc. Ten muy presente de dónde vienes a dónde vas para que te sientas orgulloso de ti.

Por esta razón no permitas que nadie en tu vida te diga que “no puedes”, que “no eres capaz de hacerlo” y si te enfrentas a una situación. No digas nada, solo confía en ti, arriésgate haciendo que las cosas sucedan. Ten fe en lo que eres y sabes, si fallas no te preocupes has crecido como persona y tus conocimientos son mayores por el aprendizaje.

Enfócate siempre en superarte, desarrollarte. La competencia es contigo mismo y no con los demás, los límites tú los pones, no te detengas, sigue adelante, confía en ti. Estoy seguro de que te sorprenderás de tus logros y éxitos. Centra tu atención y energía en amar lo que haces, lo que tienes y lo que eres.

Confía en ti, eres una persona poderosa, ilimitada, creativa, no esperes a que los demás te animen o feliciten. Hazlo, toma la mejor y más difícil decisión en la vida que es: “CREER EN TI EN EL AQUÍ Y AHORA”. Serás imparable e inquebrantable en tu vida con tu familia y la vida te lo agradecerá. Toma el camino difícil, ya que el fácil te llevará a donde están todos los demás. La decisión está en ti, en seguir con lo que hemos aprendido de limitarnos y no alimentar nuestra autoestima. Seguir en tu zona de confort o darte la oportunidad de asombrarse, saber de lo que eres capaz. Seguir creciendo como persona y hacer un cambio total en la perspectiva de tu vida. Tomando el control, dejar a un lado de tu vida las piedras, cargas, emociones negativas y llevar contigo la felicidad, amor y lo bello de la vida.

Debes ser consciente cada día de siempre agradecer lo que eres y tienes en lugar de pedir o añorar. Darte tiempo para activar y ejercitar tu cuerpo y mente. Te dará la energía para darlo todo, día a día. Voltea a tu interior constantemente y aprende a encontrarte. Estar en paz y alinearte contigo mismo. Te ayudará a recargarte de energía positiva para ver las cosas de forma distinta, tener el valor de hacer las cosas y ser optimista.

Pensar positivamente y transmitir buenos deseos a los demás en tu entorno, te ayudará a ser más fácil el camino para resolver cualquier problema, obstáculo y así conseguir tu objetivo. Rodéate de gente positiva que agregue valor a tu vida en lugar de quitarte. Que te acepten como eres, que estén a tu lado cuando te caigas, que te apoyen para subir, te den ánimo para seguir adelante, te digan las cosas de frente, hablen con la verdad y siempre crean en ti.

Debes aprender a dedicarte el tiempo suficiente a ti, invierte tiempo en: conocerte, aprender cosas nuevas, ser paciente, ejercitar tu mente y cuerpo. Canalizar las emociones y aprender de dónde vienen cada una, disfrutarlas porque son parte de ti. Date tiempo para descansar el cuerpo y la mente, al darte este descanso recargas y revitaliza el cuerpo y mente. Descansar, dormir y comer bien son factores que ayudan a tu bienestar mental y físico. Ten hábitos saludables y esto alimentará tu Actitud a que sea positiva que te ayudará a darlo todo.

Hoy te puedo decir que yo puedo y creo en mí, ¿ha sido fácil? NO, me ha costado mucho, me he equivocado, he tomado malas decisiones, he fallado, pero siempre he tenido el apoyo de Mayo y Juan Pablo mi familia. Son mi principal motor en donde con el simple hecho de creer en mí, me han dado la fuerza para levantarme, encontrarme y hacer lo que jamás crecí hacer. Dar un giro en mi vida para ser auténtico, amarme, aceptarme y decir cada mañana: ¡YO PUEDO!, Agradecer LO QUE SOY, que tengo salud, inteligencia y mi familia. Creen en mí y la intención de cada día es ser feliz, amar a mi familia, aprender, construir la mejor versión de mí para ser IMPARABLE.

Sé imparable e inquebrantable por ti, vive por ti y por hacer las cosas que amas esto te dará una satisfacción que te llevará a tener el nivel más alto AUTOESTIMA (ACTITUD). ¡Sé feliz y vive! Sí yo puedo, claro, ¡tú puedes!

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2.8 millones de usuarios logrados con confianza (Ana Lorena Cuevas Ortiz- ASERRÍN ASERRÁN & PAPÁ ALFA) https://xoleaders.com/espanol-mexico/2-8-millones-de-usuarios-logrados-con-confianza-ana-lorena-cuevas-ortiz-aserrin-aserran-papa-alfa/ Mon, 17 Oct 2022 18:32:45 +0000 https://xoleaders.com/?p=4251 Por: Ana Lorena Cuevas Ortiz CEO ASERRÍN ASERRÁN & PAPÁ ALFA “2.8 millones de usuarios logrados con confianza.” Hoy tengo una comunidad digital de más de 2.8 millones de mamás y papás y esto jamás hubiera sido posible sin dos cosas. Un equipo de gente apasionada Confianza en todos los sentidos Aserrín y Papá Alfa […]

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Por: Ana Lorena Cuevas Ortiz

CEO

ASERRÍN ASERRÁN & PAPÁ ALFA

“2.8 millones de usuarios logrados con confianza.”

Hoy tengo una comunidad digital de más de 2.8 millones de mamás y papás y esto jamás hubiera sido posible sin dos cosas.

  • Un equipo de gente apasionada
  • Confianza en todos los sentidos

Aserrín y Papá Alfa son dos comunidades digitales especializadas en generar contenido, credibilidad y experiencias para mamás y papás. Hemos trabajado con grandes marcas nacionales e internacionales como Mattel, Nestlé, Bayer, Kimberly Clark, Sanofi, Bimbo, Disney, Liverpool, entre otras. Conseguimos a estos clientes en menos de 5 años y tenemos una renovación del 90% de los contratos año tras año. Hay veces que sigo preguntándome cómo llegamos hasta aquí en tan poco tiempo y la respuesta sigue siendo la misma: ha sido gracias al equipo que tiene muchísima disposición para afrontar y aprender lo que no sabemos.

El otro factor básico ha sido la confianza que los clientes han depositado en nosotros, las mamás y papás que confían en cada uno de nuestros contenidos y el equipo que ha confiado en mí como líder. Me gustaría mencionar que también ha sido importante la confianza que debo de tener en mí misma todos los días, ya que hoy seguimos viviendo en una sociedad donde se cuestiona a las empresas encabezadas por una mujer y lucho para cambiar la percepción que se tiene, pues hoy con resultados, he demostrado que aunque tengamos una forma muy distinta de liderar, es sumamente eficaz.

Confío que entre más empresas tengan un líder femenino, las cosas pueden seguir cambiando positivamente. Me gustaría empoderar a más mujeres para que tomaran retos tan grandes como es ser la líder de tu propia empresa.

¿Y cómo sobrevivió mi negocio en medio de una pandemia? Confiando en mi equipo y en lo que podíamos hacer juntos, siempre supe que teníamos la capacidad de resolver cualquier reto. Les repetía una y otra vez “claro que lo vamos a lograr”. Por supuesto que hubo momentos de dudas y temor de que las circunstancias nos hicieran disminuir el crecimiento acelerado que traíamos, sin embargo me aferré a la idea de que pasara lo que pasara no iba a despedir a una sola persona del equipo pues era gracias a ellos que estábamos en la cima, compitiendo contra medios que tenían muchísimos más años de experiencia que nosotros.

Mis decisiones siempre las he basado en números y en instinto y en este caso, jugó a mi favor. Dicen que las mujeres no arriesgamos en los negocios y en efecto, fue justo lo que hice. No arriesgué el trabajo de nadie, sino todo lo contrario, primero revisé a detalle las finanzas y las proyecciones de ventas y una vez teniendo claro el panorama, en vez de angustiarme me puse a trabajar con lo que tenía, una actitud positiva y muchísima confianza en que lo lograríamos fue lo que nos llevó a un año exitoso a pesar de estar en pandemia, confié a ciegas en mi equipo para trabajar remotamente, salimos a vender nuevos productos y servicios y nuestra sorpresa fue que rompimos récord en ventas, abrimos nuevas vacantes y fue un año para nuestra sorpresa bastante rentable.

Desde el primer día que firmé el acta constitutiva de mi empresa sabía al reto al que me estaba enfrentando, que habría momentos en los que dudaría si fue o no una buena decisión, y que competiría frente a empresas y personas con mucha más experiencia. Ahora con los años agradezco que tomé esa decisión y espero poder cambiar la percepción de las personas que en algún momento creyeron que las mujeres no podían estar detrás de una empresa exitosa.

Me ha llamado la atención en varias ocasiones como cuando entrevistan a una mujer exitosa siempre le hacen la misma pregunta: “¿Quién se encarga de cuidar a tus hijos para que tú puedas trabajar?” Y de inmediato algunas sienten culpa. Creo que deberíamos de empezar a cuestionarnos como sociedad ese tipo de preguntas y dejarlas a un lado. O bien, equilibrar otras tareas de la vida personal para que le hagan la misma pregunta a los líderes que son papás.

Seguiré luchando todos los días por seguir generando empleos en mi país, donde la gente pueda disfrutar del trabajo que realiza y que ese sea uno de los medios para que pueda cumplir sus propios sueños.

Agradezco mucho a los creadores de este libro que nos permiten contar historias para inspirar a más mujeres.

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Confianza, la habilidad de delegar (Mauricio Campos Núñez de Álvarez/ Moisés Nava Falcón – ALVAKY/ APE.CO) https://xoleaders.com/espanol-mexico/confianza-la-habilidad-de-delegar-mauricio-campos-nun%cc%83ez-de-alvarez-moises-nava-falcon-alvaky-ape-co/ Mon, 17 Oct 2022 16:24:02 +0000 https://xoleaders.com/?p=4248 Por: Mauricio Campos Núñez de Álvarez/ Moisés Nava Falcón Directores Generales ALVAKY/ APE.CO “Tenemos que entender que para otorgar o generar confianza es tan importante el contar con los conocimientos adecuados, así como con la existencia de valores e inteligencia emocional.” Esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, sea o funcione de […]

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Por: Mauricio Campos Núñez de Álvarez/ Moisés Nava Falcón

Directores Generales

ALVAKY/ APE.CO

“Tenemos que entender que para otorgar o generar confianza es tan importante el contar con los conocimientos adecuados, así como con la existencia de valores e inteligencia emocional.”

Esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, sea o funcione de una forma determinada, o en que otra persona actúe como ella desea,” tengo plena confianza en sus capacidades”.

Confianza en el ámbito laboral “La importancia de delegar” Empresa y Recurso Humano.

Hablar de confianza en la empresa es uno de los temas más interesantes que existen, es un tema que suele tener muchísimos caminos, una de mis favoritos es sin duda el cómo la confianza nos permite delegar a las personas adecuadas y obtener así mayor tiempo para nosotros aportar a la empresa lo que mejor sepamos hacer y en consecuencia generar valor.

Cuando la empresa genera confianza entre su personal aumentamos la productividad y mejoramos las relaciones interpersonales, así como el crecimiento profesional de los individuos.

Las empresas que logran construir confianza en su ambiente laboral en definitiva logran beneficios en muchos aspectos (evitan duplicidad de tareas, generan mejor ambiente laboral, ya que la gente sabe que se le tomara en cuenta, reducen rotación de personal, entre otros), aunque no deja de ser un tema a veces escabroso por la complejidad de poder identificar en quien o no confiar”.

Si los mandos superiores logran delegar responsabilidades a las personas adecuadas crearán valor que dará como resultado final generar utilidad lo cual no deja de ser el principal objetivo de cualquier sociedad mercantil.

El confiar tiene sus dificultades y no es nada sencillo, ya que normalmente consideras que nadie puede hacer el trabajo como tú mismo lo harías, pero si tienes al personal adecuado, logras superar la barrera de la “falta de confianza” y confirmas que las personas pueden cumplir con las tareas asignadas estás del otro lado. Ahora bien, cuando decides delegar debes de hacerlo eficazmente, ya que si tú no dejas que tu personal tome las decisiones y las terminas tomando tú no tiene ningún caso, lo que tiene que suceder es que la persona elegida debería poder cumplir con las características técnicas y emocionales para poder llevar a cabo las tareas, en caso contrario no era la persona adecuada, pero mientras tú te estés metiendo en las decisiones no lo sabrás.

Como empresa uno de los grandes retos es que te consideren confiable y lo lograrás a través de tu trayectoria, de comprobar tu capacidad para responder, resolver y dar seguimiento a las situaciones que pueda enfrentar tus clientes’.

La confianza es un valor demasiado importante para el éxito de cualquier empresa, ya que en eso está basada su imagen, su nivel de compromiso y en consecuencia sus ventas. Los clientes que confían en tu empresa se sentirán respaldados y saben que pueden contar contigo en cualquier tipo de circunstancia por difícil que esta sea, saben (y esto es muy importante) que te harás responsable de tus errores cuando estos lleguen a ocurrir.

La confianza es frágil, así que debes esforzarte por hacer las cosas lo mejor posible y con la ética que corresponda, la confianza es tan delicada que puedes durar años en ganarla y basta un acto deliberado o accidental para perderla.

Un cliente que confía en ti debe recibir de tu parte lo que está esperando según el acuerdo previo que tenga con tu empresa, pero aún más importante: debe recibir lo que realmente necesita.

Confianza personal “emprendedor y valores”

Hoy más que nunca las empresas se fijan en la inteligencia emocional, porque es más fácil entrenar a alguien en conocimientos y habilidades técnicas incluso académicas, que enseñar a una persona como tener empatía, como tomar decisiones sin involucrar sus emociones personales, como interactuar con la demás gente, pero sobre todo la cualidad número uno que se busca va en relación con el liderazgo, y el liderazgo si bien es parte de la Inteligencia Emocional, tiene sus propias cualidades como el poder influenciar a otras personas de manera positiva para que ellas alcancen sus mejores niveles de logro, y siempre que hablo de liderazgo hay una palabra que se me viene a la mente, esta es “Confianza” porque creo fielmente que no puede haber un buen líder, que no tenga confianza en si mismo. La confianza personal va de la mano de ciertos atributos, considero los más importantes los siguientes:

  • Coraje, porque toma coraje tomar decisiones y aventarse a avanzar, siempre hay riesgo e incertidumbre, por más estudiada que esté una decisión, a la hora de tomarla puede haber miedo de tomar la que no es adecuada, y se necesita coraje para tomarla, tomarla rápido y comprometerse con la decisión, por lo que el segundo atributo es:

  • Compromiso, uno porque es importante comprometerse con las decisiones y seguir su cauce hasta lograr lo que se pretende, al final hay muchos caminos y la creatividad es el límite, pero sin un compromiso a la decisión no vale ni la pena tomarla, y dos porque un buen líder que se tiene confianza está comprometido con su crecimiento así como el de la organización y la gente que la integra.

  • Competencia, una persona que está segura de los conocimientos y habilidades con los que cuenta, es una persona a la que no le faltará confianza. Sin embargo, sabemos que hay momentos en donde no se puede tener todos los conocimientos o todas las habilidades por eso es importante tener confianza en la gente que si los tiene para poder delegar, cooperar y al trabajar en equipo generar mejores resultados.

La confianza no solo debe estar presente en un buen líder dentro de una organización sino también en un emprendedor, pues sin la confianza personal nunca hubiera emprendido.

Lo más importante que hay que entender aquí es que si tu nivel de confianza está bajo, no vas a tomar las mejores decisiones, así como el humor en el que estés afecta como te ves al espejo, y esto ha sido probado con estudios científicos, entre más de buenas estés, más guapa, musculoso, delgada, joven, etc. te ves. Tu nivel de confianza afecta tu autoestima y por ende afecta a nivel general todo a lo que llamamos Inteligencia Emocional. Cuando un emprendedor empieza a crecer en el ámbito empresarial, en temas de negocio, de ingreso, de ventas, de infraestructura, pero sobre todo cuando empieza a crecer en términos de liderazgo pasa por un periodo de incertidumbre en donde duda de sus decisiones al contratar, al entrenar, al delegar.

Esta es una característica clásica de los perfiles directores en donde están acostumbrados a tomar todas las decisiones, a ejecutar todas las acciones o a verlas ser ejecutadas bajo supervisión directa. Bajo la falsa idea de que nadie va a poder tomar la misma calidad de decisiones, que nadie va a poder ejecutar o supervisar acciones en la misma calidad.

Por lo regular todos los emprendedores han generado un negocio desde su nacimiento, lo sientes como tu bebé, lo has visto crecer y desarrollarse, y crees que nadie puede entenderlo.

Este es un gran paso para cualquier emprendedor porque es aprender a desprenderte de ciertas operaciones de tu negocio y no saber te vuelve loco, sientes que estás perdiendo el control y en algún sentido si lo estás perdiendo, pero tienes que entender que lo estás perdiendo está en manos hasta más capaces que las tuyas, por eso es tan importante el proceso de contratación, tiene que haber un “match” con la persona a la que le otorgues la confianza de tomar las riendas de una pequeña parte de tu bebé, tárdate en contratar como si estuvieras entrevistando una pareja nueva, has varias entrevistas por un periodo de tiempo, nunca apures la contratación y más importante si una persona no funciona en una actividad en específico no tardes en quitarlo de esa actividad.

Pero este artículo no habla de cómo contratar, sino de a quien contrata o a quien otorgas la responsabilidad y el privilegio de una pequeña parte de la operación de tu negocio.

Para poder tener la certeza de que tanto decisiones como operaciones van a realizarse de manera adecuada, y digo de manera adecuada porque nadie va a poder hacer lo que tú haces, nunca vas a encontrar quien pueda hacerlo igual. Es ahí donde tendrás que enfocarte en resultados y no en la forma, porque si te fijas en la forma vas a sentir que no es igual o adecuado.

Para poder delegar en alguien y soltar las riendas necesitas tener confianza, confianza en la persona sus capacidades y confianza en el proceso. Pero la confianza en un tercero no se da por la capacidad intelectual, la habilidad técnica o los conocimientos académicos, se da por el carácter y personalidad de ese tercero, capaz y hasta por la calidad moral.

Títulos y Certificaciones quedan de lado cuando quieres o pretender confiar en una persona, y la gran diferencia lo va a hacer esa Inteligencia Emocional que cada vez se vuelve más importante en las empresas, porque ningún conocimiento técnico te dará la capacidad de ser buen líder, de controlar tus emociones propias a la hora de tomar decisiones de negocio, el cómo interactuar con los demás y hasta la empatía cuando algún compañero lo requiera.

La confianza en un miembro de mi equipo hoy más que nunca depende de quien es esa persona como persona, más que su capacidad técnica. Es más fácil entrenar a alguien en conocimientos técnicos y/o académicos que hacerlos buenas personas.

Confianza entre personas “anécdotas de vida”

(MAURICIO)

En esta ocasión me acompaña como coautor uno de mis socios (Moisés) y decidí platicar experiencias alrededor de nuestra relación como amigos y como empresarios en la cual la confianza ha sido pilar fundamental para seguir realizando proyectos en conjunto hasta la fecha.

Hace unos días Moy comento en uno de sus blogs acerca de la confianza que le tuvo su papá en vida y la satisfacción que en él causó. Pero ¿qué significa eso? ¡Significa mucho! El hecho de que alguien te entregue su confianza es que sabe (o asume) que no le vayas a fallar, que estás capacitado para ese evento, que pone en tus manos cosas que pudiera hacer el mismo, pero decidió enseñarte y darte las herramientas para que tú puedas hacerlo solo… sencillo CONFÍAN en ti.

En los varios años que tenemos de ser amigos y socios hemos pasado por mucho, negocios exitosos lo que dio como resultado un rendimiento económico y por lo mismo satisfacción, compartir hobbys en muchas ocasiones solo por hacerlo lo cual también nos genera satisfacción, pero también hemos experimentado negocios que fracasaron y un par de fraudes realizados por personas en las que confiábamos¡!! ¡Muy difícil, las personas que nosotros habíamos considerado dignas de nuestra confianza nos robaron!! (Claro hay un juicio en su contra, pero ese es otro tema).

La confianza es un tema muy complicado, ya que es sumamente difícil decirle a una persona o empresa simplemente NO, PORQUE NO CONFIÓ EN TI, pero deberíamos atrevernos a hacerlo cuando ese sea nuestro pensar.

Después de vivir el trago amargo de los fraudes nuestra relación tenía 2 opciones: ¡¡fracturase o fortalecerse, fue la segunda afortunadamente y hoy podemos decir que seguimos en este camino como antes porque confiamos el uno en el otro!!.

(MOISÉS)

Desde que tengo memoria de mi padre, quien fue mi mayor ejemplo a seguir, gustaba de manejar un buen automóvil, lo cambiaba seguido y los cuidaba muy bien. Era tan cuidadoso que no se los prestaba a nadie. Un buen día con el pasar de los años, me empezó a dar las llaves para que yo manejara, me usaba de chofer en viajes familiares. Pero lo que para mí significaba eso, era la confianza que ya me tenía mi padre de dejarme manejar su coche. EL tiempo siguió pasando y hoy hace 20 años vivo en Playa del Carmen, pero cuando iba de visita a CDMX me prestaba su coche, y lo hacía con gusto, es más le daba tanto gusto que si me quería llevar el auto de mi madre medio se molestaba y me decía “no es necesario, ahí está el mío” y este es solo un pequeño ejemplo de cómo cada vez mi padre me fue teniendo más confianza.

Mauricio es mi socio y amigo. Hemos tenido muchos altibajos en nuestra relación de trabajo. No es para sorpresa, ya que hemos emprendido juntos en varios proyectos, pero en dos ocasiones confiamos en un tercero para que operar el negocio en donde habíamos entrado. Curiosamente uno de esos terceros tenía una relación cercana a Mau, y el otro a mí. Las dos personas defraudaron esa confianza, y por más ligero y agradable que lo quiera explicar, lo que nos hicieron fue un robo. No fue poco dinero en ninguno de los dos casos, y hemos perseguido legalmente a los terceros involucrados, pero cuando llegó el momento de vernos a la cara y decir “no debí haber confiado en esta persona” nuestra relación de amistad se vio en uno de los retos más grandes, pues la situación se prestaba para romper toda relación. Lo que evito esa ruptura y que sigamos haciendo equipo tanto en los negocios como en la amistad fue la confianza.

Esa confianza entre individuos que sin tener que hablar, preguntar, pedir, explicar, sabes que la otra persona tiene tus mejores intereses en mente.

La confianza entre personas es como una cuenta corriente, en donde depositas con acciones positivas y retiras con acciones negativas, se estira como una liga, pero cuando se estira demasiado y la rompes, es como perder el crédito en un banco y entrar al buró, en esta historia probamos los dos lados de la moneda.

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¿Qué es la confianza? (Abel Ayala- ABEL AYALA) https://xoleaders.com/espanol-mexico/que-es-la-confianza-abel-ayala-abel-ayala/ Tue, 11 Oct 2022 20:00:43 +0000 https://xoleaders.com/?p=4245 Por: Abel Ayala Director General Latinoamérica ABEL AYALA “La confianza es la percepción que tenemos los seres humanos de como nos irá en el futuro.” Esta palabra que hoy ha tomado una relevancia mucho mayor en nuestro entorno, en los últimos meses en los que nos hemos preguntado tantas veces si la “confianza” se restaura […]

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Por: Abel Ayala

Director General Latinoamérica

ABEL AYALA

“La confianza es la percepción que tenemos los seres humanos de como nos irá en el futuro.”

Esta palabra que hoy ha tomado una relevancia mucho mayor en nuestro entorno, en los últimos meses en los que nos hemos preguntado tantas veces si la “confianza” se restaura en más de un aspecto de nuestra vida, el manejo de los organismos de salud de la pandemia, de los gobiernos locales, el sentir económico de los consumidores, el salir a la calle de nuevo, la nueva normalidad laboral, escolar, la convivencia social.

En el ámbito laboral estamos experimentando tal vez un parteaguas en la reflexión y autoevaluación de los individuos y su compromiso y bienestar en las organizaciones. Las afirmaciones de colaboradores que no se sienten cómodos en su entorno laboral, que se preguntan ¿qué harán en un futuro?, que comparten que su confianza y autoestima están severamente afectadas hasta un punto en el que la ansiedad ha paralizado su toma de decisiones.

El impacto de perder la confianza

No es de sorprender que vivir bajo un estado de baja confianza y autoestima continua puede derivar en una variedad de problemas de salud y estabilidad emocional tales como ansiedad, depresión y estrés.

La proyección a mediano y largo plazo de estos efectos puede ser de mucho impacto. Muchos profesionales hoy se están cuestionando y sobre analizando todas las decisiones que han tomado, no necesariamente solo las relacionadas con el trabajo. Sin duda la pérdida de confianza profesional afecta no solo aspectos profesionales, sino que tiene repercusiones personales y emocionales.

Es importante reconocer si sentimos que estamos en un escenario como el anteriormente descrito y en caso de ser así debemos analizar de dónde vienen estos sentimientos: ¿creemos que la pérdida de confianza viene de sentir que hemos perdido la suerte? ¿Tenemos miedo al fracaso? ¿Tenemos mucho estrés en nuestro ambiente laboral actual?

Restaurando la confianza

Lo primero que debemos aceptar y abrazar es que no existe la perfección, que el mundo en el que vivimos está pintado de imágenes e historias perfectas, pero que dichas impresiones pertenecen al mundo de la fantasía. El mundo no es así, nunca lo ha sido. El pensar que las cosas serán perfectas únicamente nos llevará a un sentimiento de decepción y genera un efecto en el que no podamos ver todas las cosas buenas que ocurren a nuestro alrededor. Esto de ninguna manera significa que no debemos de buscar lo que creemos mejor para nosotros, simplemente significa que debemos tener compasión por nosotros mismos y ser objetivos en la manera de juzgarnos.

Para restaurar la confianza es importante hacer memoria y ayudar a que el pensamiento positivo se restaure, es muy importante permitir el revisar las siguientes acciones:

  • Aceptar que el fracaso es una parte importante de la vida: el fracaso no es el fin del mundo, lo que si no será aceptable es preguntarnos lo que aprendimos de esa experiencia e incorporarlo a nuestra maleta de vivencias. ¿Qué podemos hacer para evitar que vuelva a suceder algo similar en el futuro? ¿Qué indicadores tuvimos a nuestro alcance que no supimos identificar? ¿Qué pasa si salen mal las cosas? ¿Qué haría diferente en el futuro? para buscar tener otro resultado nadie es inmune al fracaso, los seres humanos más exitosos del mundo consideran el haber fracasado como una parte esencial de su éxito en la vida.
  • Identificar porque nos sentimos así: es importante identificar cuál fue la causa raíz de la pérdida de confianza para poder hacerle frente. ¿El sentimiento de desconfianza vino después de un evento? ¿Este sentimiento se fue acumulando con el paso del tiempo? ¿Hay situaciones específicas en donde este sentimiento sea más evidente? ¿Me pasa con todas las situaciones y personas? Es importante esta identificación para poder trabajar en las potenciales soluciones, por ejemplo, si nos damos cuenta de que la baja de confianza viene porque encontramos que tenemos un bajo compromiso con nuestro trabajo actual puede que sea el momento de buscar un cambio de entorno laboral. Se abren un sinfín de alternativas para elaborar planes que puedan ofrecernos nuevos planes a futuro.
  • Entender que el fallar es normal y que nadie espera que seamos perfectos: En la vida laboral de la gran mayoría de las personas (por no decir que en todas las personas) perder la confianza es algo que la mayoría experimentamos. La diferencia está en la capacidad de análisis, la instalación de una red de ayuda personal y profesional para aprender de las experiencias y recibir ayuda.
  • Poner a prueba las limitaciones: nuestra identidad y el sentido de lo que somos es una construcción mental, muy probablemente la pérdida de confianza viene de únicamente vernos desde una sola perspectiva, vale la pena investigar con nuestros contactos personales y profesionales “¿qué valoras en mí?”, para confrontar tu autoimagen, y “¿qué valoras de ti?”, para descubrir una perspectiva que puede ir mucho más allá del trabajo. Lo más probable es que ninguna de las respuestas esté relacionada directamente con tu trabajo y que muchas de ellas te lleven a reflexionar sobre el valor intrínseco que tienes como persona.
  • Escribir los logros profesionales y como hemos ido cosechando capacidades en nuestra carrera: La mayoría de los seres humanos tienden a enfocarse en los errores de su carrera, en lo que salió mal. Definitivamente esto no lleva a ninguna mejora, escribir lo positivo que hemos logrado en nuestra carrera y las capacidades profesionales que hemos ido desarrollando en la misma tiene un efecto positivo en nuestra autoestima y hace que nos enfoquemos en las cosas positivas. Sin duda un excelente ejercicio es tomar un papel y lápiz y escribir los logros y las capacidades obtenidas a lo largo de nuestro camino personal y profesional, esto será de gran utilidad para ver que seguramente han sido muchos más que los capítulos negativos en nuestra carrera.
  • Acercarte a tus amistades de toda la vida: hablar con estas amistades puede recordarte quien eres más allá de tu identidad laboral, es posible que al hacer este ejercicio recuperes partes de tu personalidad que habías dejado olvidadas.
  • Identificar tus valores fundamentales: nuestros valores fundamentales tienen que ver con lo que consideramos importante en la vida y por lo general se mantienen constantes a lo largo de nuestra vida, lo que sí puede tener un cambio es como expresamos estos valores y la importancia que tienen en nuestra vida resultando en una satisfacción o insatisfacción laboral y trascendiendo la identidad laboral.
  • Pedir ayuda: tal vez esta sea la tarea más difícil porque implica mostrarnos vulnerables hacia los demás. Es de gran ayuda apoyarnos en alguien que haya pasado por lo mismo y nos acompañe en el proceso. El escuchar y asimilar los pensamientos de alguien más nos abrirá nuevas alternativas y perspectivas de hacia dónde podemos ir.

Es importante recordar que la confianza tiene su fundamento en dos dimensiones de la percepción: el sentido de certidumbre y el sentido de control. La confianza es la percepción que tenemos los seres humanos de cómo nos irá en el futuro.

Seguramente si seguimos las recomendaciones arriba mencionadas ayudaremos a nuestra mente a pensar de manera más positiva, a construir escenarios favorables y a tener una sensación de mayor certidumbre de lo que necesitamos hacer para llegar a donde visualizamos que nos gustaría estar en un futuro.

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