Por: Diva Hadamira Gastélum Bajo
Presidenta y Directora General
IDHIS. INSTITUTO POR LOS DERECHOS HUMANOS Y LA IGUALDAD SUSTANTIVA
“Con fe hemos podido superar lo peor, y este es un buen momento para hacer una pausa y evaluar los cambios que han ocurrido.”
¿Es difícil seguir creyendo en medio de las dificultades, de las tragedias, de las desgracias?
Introducción
La palabra fe se deriva de la palabra hebrea emuna que significa: firmeza, seguridad y fidelidad. Y del griego pistis que significa: credibilidad, convicción, certeza, seguridad, firmeza, convencimiento total, esperanza segura, garantía y veracidad de Dios.
Fe de acuerdo a la Biblia
- Hebreos 11:1, “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de los que no se ve”.
- Lucas 17:5 Jesús es la fuente de la fe.
- Romanos 10:17 “Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe”.
La Real Academia Española nos habla de la fe como un conjunto de creencias que alguna persona o grupo de personas puede tener.
Las crisis mundiales
Durante el último año y medio, el mundo, “todos y todas”, hemos pasado por lo menos por 3 crisis, afectados por una pandemia, el colapso económico y transiciones políticas difíciles.
Especialmente la pandemia y el encierro, inyectó fuertemente en nuestras vidas TEMOR-PÁNICO, y el miedo es un asesino de la fe.
Hay que decirlo hemos podido con mucha fe y resiliencia, superar lo peor, y este es un buen momento para hacer una pausa y evaluar los cambios que han ocurrido.
Por ejemplo: la nueva normalidad, no hizo usar gel antibacterial, por cierto, hay personas que cada 5 minutos se ponen gele’s o spray’s, el cubrebocas ya es parte de nuestro vestir, modificó la manera de comprar algún producto, casi todos creemos en la sana distancia, todo esto, se volvió cotidiano.
También nos obligó a cambiar nuestras prioridades, puso a la Familia en primer lugar, acogimos la tecnología, aunque no la conocíamos a fondo, muchas no nacimos en la era digital, ahora trabajamos desde cualquier lugar, descubrimos que la soledad perjudica fuertemente la salud, y que estar con los tuyos es la mejor medicina, además comer saludable y vivir sano es prioritario, pero a propósito de esta colaboración, me quiero referir a las oportunidades.
Hay un librito, recomendable “Los días en que todo se detuvo” Pixeltl, que fue creado en medio de la crisis por un grupo de creadores mexicanos de diversas partes del país, como una herramienta para ayudar a los pequeños a reflexionar lo sucedido, y como un pretexto para provocarlos a que expresen cómo se sienten y discutir con ellos las medidas higiénicas y de protección en estas circunstancias y ver hacia adelante, pero realmente lo considero un buen vehículo para tomar conciencia del momento en el que estamos, para ponernos de pie, de nueva cuenta, con más fuerza.
Nuevas oportunidades
Escuchaba permanentemente que la pandemia era un momento para emprender o consolidar proyectos, y me preguntaba ¿cómo?, en medio del caos. Pero sobre todo de la incertidumbre, me armé de valor y me convencí, tuve la esperanza de que a pesar de que el mundo ya no será el mismo por las dificultades que enfrentamos, teníamos que encontrar y creer que siempre hay un camino, que nos lleve confiando en nosotros mismos, en mi caso en Dios, a otras salidas.
Ahora soy testigo de que cada vez más personas hemos decidido incursionar en el mundo del emprendimiento, ya que el encierro que se sigue viviendo (cada vez menos) por el COVID-19 ha provocado que tanto jóvenes como adultos nos inspiremos a lanzar, completar o ampliar proyectos que habíamos aplazado.
En mi caso valoré las mejores prácticas para potencializar el Instituto que represento de Derechos Humanos e Igualdad Sustantiva “Primeros los Derechos”, tomando en cuenta la ventaja de que el futuro es de bajo contacto y alta digitalización, que los proyectó a distancia tendrían mayor audiencia y posibilidades, por lo que se convirtieron en una opción viable.
Es verdad que hay una menor liquidez, que en México no es frecuente ver que se liberan presupuestos para actividades de investigación, publicaciones, capacitación, Ah, pero el no tenerse de trasladar es buena alternativa, para optimizar recursos y lograr una capacitación en cualquier lugar del mundo, contando con los mejores maestros y ofertar mejores currículos.
Desde los 12 años de edad tuve una vida “agitada” producto de mi formación y trabajo, en cuanto más crecía y había nuevas responsabilidades, llegue a ser líder Nacional, Continental y Global de mujeres por la Internacional Socialista, así la agenda se hacía más pesada y se me complicaba estar el tiempo que le correspondía con los míos, (que eso no lo debe sustituir nada y por nadie), lección aprendida, y un buen día ya no pudimos movernos, experimente como muchos el ‘home office’ de forma espontánea (e inesperada), ahora la considero una excelente alternativa laborar y un cambio en la forma en que hago las cosas.
Mensaje
Coronavirus ha venido a deteriorar el nivel de vida de miles de millones de personas en el mundo; y por supuesto, no solo hay que pensar en los contagiados, que ya se cuentan en millones; o los cientos de miles de muertos. Si no también los millones de familias que están viendo reducido su ingreso, ya sea por la disminución de sus actividades económicas, o por el desempleo y la imposibilidad de conseguir una nueva oportunidad laboral.
Este momento, demanda echar andar nuestra fe, aunque el tamaño de esta sea “como un grano de mostaza” Mateo 17:20, esto es suficiente, porque le diremos a los problemas, “pásate de aquí para allá y se pasarán”.
En segundo lugar, echar mano de la resiliencia, para superar circunstancias complicadas, adaptarnos y volver a la normalidad.
Para cerrar, mi recomendación es, que, ante los imprevistos de la vida, estos tienen una respuesta cierta, segura, de gran esperanza en la FE.