Por: Sabrina Herrera
DIRECTORA GENERAL
GENNOMA LAB
Me pareció muy interesante seleccionar este tema para esta edición de Pinceladas, ya que justamente durante esta larga cuarentena, el distanciamiento social y la adaptación a una “nueva realidad”, muchos nos estamos cuestionando mucho.
Esta gran pausa, que con mucho respeto por los grandes afectados y tratando de buscar una interpretación o contexto que sume o haga sentido, se puede ver como una bendición disfrazada; a muchos nos ha llevado a la reflexión, a la introspección, a pensar de fondo lo que verdaderamente valoramos; dónde y a quién le ponemos nuestro tiempo y energía.
Es imposible no pensar en lo que fue y reflexionar sobre lo que será, o más bien puede ser. Al vernos forzados a parar y pensar en la vida llegamos irremediablemente a analizar quiénes hemos sido y lo que queremos ser en este nuevo futuro que empieza a tomar una forma muy diferente a lo que conocíamos como normal.
Mucho se ha visto confrontado, desde industrias, negocios, hasta relaciones, tanto con otras personas, como con una misma. El imperativo es el renacer, la transformación y sobretodo el encontrar o crear un verdadero sentido de vida.
Dentro de este nuevo paradigma, que apenas empieza a tomar forma, ya se asoman algunas características o cualidades indispensables para el futuro que se avecina. Una muy importante es la AUTENTICIDAD. Se dice que algo es AUTÉNTICO cuando es VERDADERO.
Algunas definiciones:
“Las personas auténticas se muestran a los demás en su verdadera dimensión personal, sin dobleces ni estrategias, diciendo la verdad aunque no sean comprendidas. Alguien es auténtico cuando no le importa la opinión de las demás y quiere ser fiel a sí mismo.” 1
“La esencia de actuar con autenticidad y ser real es saber lo que realmente nos importa y después actuar acorde a esos valores y aspiraciones. La falta de autenticidad provoca que las personas estén descentradas y no estén satisfechas con su vida porque no actúan en base a sus valores.” 2
Ser auténtico se puede resumir en saber quiénes somos, mostrarnos al mundo de esa forma y pensar, hablar y actuar en congruencia.
Llegar a ese auto-conocimiento puede ser el trabajo de una vida completa y la gran mayoría, lo vamos descubriendo a lo largo de nuestras historias, aventuras, errores, fallos, aciertos, etc.
Parte de descubrir quiénes somos involucra indiscutiblemente la segunda gran parte que es, ya se quien soy, ahora ¿Cuál es mi Propósito? o ¿Cuál es el objetivo de mi vida?
Hay personas, que tienen muy claro quienes son y qué quieren hacer con su vida casi desde que nacen. Hay otro grupo que jamás se preguntan nada de esto, simplemente viven o lo que les dicen, les toca vivir o se les va presentando.
En mi caso en particular, me considero parte de un tercer grupo, que es que durante la vida nos hemos hechos estas preguntas y ha sido un proceso de descubrir, de a veces probar, tratar, fracasar, de volver a empezar para ir descubriendo, creando o trabajando en un propósito que nace de una autenticidad del ser.
Este “encontrar mi propósito” ha sido un tema muy importante en mi vida, y además ha sido un tema de conversación, reflexión y estudio en mi familia, padres, hermanos y sobretodo con mis dos hijos: Sabrina y Sebastián.
Algunas de las respuestas a esta pregunta de ¿Cuál es el significado de la vida? o ¿Cuál es el propósito de mi vida?, del cual se supone se desprende el resto de los propósitos en las diferentes áreas de la vida, los estudiosos del tema las resuelven con alguna variación de lo siguiente:
- Ser feliz
- Ser Amor
- Amar a los demás
- Seguir tu corazón
- Seguir el camino de Dios
- La Iluminación
- Experimentar, sentir y vivir.
- No hay un propósito real, mas que la supervivencia
- Convertirte en tu mejor versión
- Lograr tus objetivos
- Encontrar el significado de tu vida
Esta reflexión no pretende dar respuestas a una pregunta tan importante o profunda como es la de encontrar el propósito de una vida. Es mas bien un resumen de años de reflexión personal en el tema, que mi intención o propósito al escribirlo, es el de compartir perspectivas que posiblemente ayuden o generen reflexión o introspección.
Para mi, el sentido de la vida, se resume en encontrar ese propósito que emana de la autenticidad del ser, del cual se desprenden objetivos, metas y tareas. Uno de los retos de este proceso es entrenar a la mente a alinearse a esta cadena de conceptos que se terminan traduciendo en pensamientos, palabras, acciones y finalmente resultados.
Mencioné anteriormente a mis hijos, que hoy son adultos jóvenes de 25 y 23 años y de los cuales estoy profundamente orgullosa, porque independientemente de los logros o resultados en su ser y vida, ambos han centrado su vida y acciones en estar descubriendo quiénes son y cuál es su propósito.
Poder vivir, estar, convivir, trabajar, relacionarse, etc. con una persona que se conoce a si misma, sabe quién es y conoce cuál es su propósito, es para mi, una delicia. Lo que he encontrado es que, en este espacio, el miedo y la rivalidad desaparece. Normalmente se genera un espacio de creación, de posibilidad, algunos diríamos de amor, la vida se expande, mas bien la sensación de estar vivos se expande y se genera un sentimiento de realización. Ese espacio permite, abrazar la humanidad como es y de ahí crear o generar cambios.
En el transcurso de mi vida y de esta búsqueda, he aprendido que en cada área de la vida y en cada etapa también, hay un propósito. A veces algún propósito en un área, puede ser conflicto con otro propósito en otra área. Por ejemplo, el propósito de ser o lograr éxito profesional, con el propósito de ser una excelente madre. ¿Se pueden ambos propósitos? o como dicen, ¿se puede tenerlo todo?
Pienso que si, siempre y cuando las intenciones o propósitos de las diferentes áreas de la vida, nazcan de un gran propósito central de vida.
Este gran propósito central, no necesariamente es uno solo toda la vida. En mi caso han habido muchos, de hecho a veces, en esos cambios de paradigma de la vida, mi propósito central ha sido la búsqueda de un nuevo propósito central.
Cuando me he encontrado en esos momentos que algunos autores llaman “the void” y que es un cambio de paradigma, lo que he encontrado que me funciona es comprometerme de lleno a lo que tengo enfrente o digamos lo que tengo que hacer, mientras reviso o mas bien toco base con mi ser en el sentido de hacer un nuevo inventario de quién soy o en quien me he convertido desde que realicé el inventario anterior. Siento que es importante nunca darnos por hecho o rendirnos a decir “es que, yo soy así”.
Hoy, más que nunca, la realidad o “esta nueva realidad”, nos está retando en casi todo de lo que dábamos por sentado o seguro.
Llevando estos conceptos al área profesional o de negocios, hace muchos años tuve la fortuna de conocer y tomar un seminario con Anurag Gupta, gracias a la invitación de mi querido amigo Fernando Botero Zea, el tema principal era el de crear, revisar, o rehacer la “arquitectura e ingeniería del negocio” alineado en quienes realmente somos y lo que realmente queremos. El objetivo principal, al menos para mi, fue hacer realmente una reflexión profunda, que no se dio en 1 semana, acerca de lo que realmente, digamos, mi alma anhelaba ser y experimentar a nivel profesional. O dicho de otra forma, ¿Cuál era de fondo del propósito de todo lo que hacía?
Encontrar ese propósito que resonará profundamente con mi ser, aunado a la experiencia ya de muchos años de trabajo, fue un ejercicio interesante, a veces doloroso, porque tuve que soltar varias creencias, expectativas y hasta responsabilidades que había adquirido sin alinearlas a mi ser o que de alguna forma ya eran obsoletas o no servían mas al nuevo propósito naciente; pero todo fue liberador. Recomiendo ampliamente el ejercicio, ya que es como sentarte a diseñar, ya con experiencia y auto-conocimiento la casa de tus sueños, el trabajo, el negocio de tus sueños.
Entonces, además de que mucho cobra otro sentido (el que le estoy dando), ya no se trata de hacer por hacer, vender por vender, crecer por crecer. El propósito, la creación de un sentido, al área a donde mas tiempo y energía le dedicamos en la vida, se convierte en un “playground” donde el trabajo y sus resultados son una creación, como una obra de arte, que exige lo mejor de nosotros, pero al mismo tiempo alimenta a nuestro ser.
1 https://www.definicionabc.com/comunicacion/autenticidad.php
2 https://recursoscoachingypnl.com/ser-real-actuar-con-autenticidad.html