Por: Diego Rodriguez
DIRECTOR GENERAL
SYPHARMEX
Esa es la filosofía que ha influido en mí y la que he transmitido a los colaboradores; demostramos que con trabajo duro y focalizado se pueden alcanzar resultados antes de los tiempos que marcan los ejemplos tradicionales.
En mi experiencia profesional como desarrollador de negocios en la industria farmacéutica, colaboré con gran éxito en proyectos y negociaciones con importantes compañías nacionales y transnacionales, tuve la oportunidad de aprender y trabajar con empresarios que me permitieron laborar en conjunto, así como con ejecutivos de alto nivel; para estas oportunidades debemos estar preparados, pero creérsela es indispensable.
Comprendí que el buen manejo de las relaciones personales y profesionales es un diferenciador que te ayuda potencialmente a desarrollar tu carrera; también mucho aprendí de mis padres, que me han transmitido grandes valores y fortaleza para enfrentar la vida; siempre sus enseñanzas, experiencias y exigencias, han sido el motor para desarrollar mis habilidades y objetivos.
Creer en lograr grandes metas me incentivó a emprender mi propio negocio, y fue en 2015 cuando inicié una sociedad con Héctor Carrillo para fundar Grupo Sypharmex, él es conocido como un ícono y pionero en la industria farmacéutica por sus hazañas destacadas, como el lanzamiento de marcas de gran nombre y los primeros medicamentos genéricos en México; para mi desarrollo profesional y personal, ha sido fundamental su participación como un mentor y amigo.
Los éxitos alcanzados de la empresa no hubieran sido posibles sin buenas negociaciones, el uso correcto de las relaciones, la ejecución e ímpetu de lograr solucionar las cosas, sumando la filosofía que nos viene respaldando, “en cada reto creemos que podemos lograrlo y creamos el resultado exitoso, gracias a siempre contar con la gente correcta”.
Generación Velvet: un nuevo tipo de piel.
En 2018 tomé un reto que cambiaría la visión, empezamos con la unidad de negocios comerciales, la venta es parte fundamental de toda empresa, y fue así donde llegó a mis manos el negocio más importante en la historia de la compañía: la representación y lanzamiento de una marca totalmente nueva en México enfocada en un segmento dermatológico, concepto totalmente nuevo para nosotros. Frezyderm, dermacéutica con presencia en Europa y líder en su país de Origen, Grecia.
Viví algo que jamás olvidaré: tuve la experiencia de sentir la textura aterciopelada en mi piel de un protector solar, nunca había visto un producto con características tan diferenciadas en México y estaba entusiasmado por la oportunidad de ponerlo al alcance de las personas preocupadas por el cuidado de su piel.
Cerrado el compromiso con nuestros nuevos socios griegos, tuve que afrontar la realidad, empezar desde cero con una marca que nadie conocía y sin los recursos necesarios para lograr resultados positivos a corto plazo. A diferencia de la competencia que cuenta con importante inversión en marketing y capital de trabajo, teníamos que buscar lograr el objetivo sin ese respaldo. Esto es algo que frecuentemente toca vivir en el emprendimiento, pero de cualquier modo había que lograrlo.
Desde que conocí Frezyderm sabía que era una gran oportunidad de negocio para el mercado mexicano, tenían productos innovadores, diferenciados, con sustento clínico y un extenso portafolio de productos que dan certeza a la empresa para el corto, mediano y largo plazo.
Entendí que existía una nueva generación que necesitaba cuidar su piel con productos de alta innovación y alto performance, que el mundo ya no podía seguir con estándares preestablecidos, sino que debía ir con mis principios de apoyar el cambio, y dejar claro que en México se podía tener productos de alta gama y accesibles para muchos. Por lo cual la tecnología de Sun Screen Velvet necesitaba ser un parteaguas en la belleza y cuidado de la piel mexicana, y nosotros teníamos la oportunidad de ofrecerlo.
El inicio, sentirlo para creerlo
Sabíamos que lo primero que teníamos que hacer era comunicar que llegábamos a México. Primeramente era necesario tener acercamiento y presentar los productos con todo tipo de clientes relacionados a dermatología, era una gran incertidumbre, mientras más oportunidad teníamos de conocer potenciales clientes, más entendía los retos que vendrían.
A finales de noviembre del 2018 hicimos un evento histórico: el lanzamiento de Frezyderm México, fue uno de los eventos más destacables en la historia de la marca a nivel internacional. La lección aprendida de generar confianza ante tus socios y demostrar tus acciones mediante resultados y objetivos es lo que apertura una estrecha relación para realizar negocios. Logramos que reconocidos líderes de opinión, dermatólogos y estéticos, distribuidores, cadenas de farmacias, farmacias especializadas, medios de comunicación, influencers y bloggers, formaran parte de un evento que cambiaría su forma de ver la protección solar.
El evento fue muy especial, se juntó la parte comercial de los futuros clientes con el gremio médico. Hubo un momento durante la presentación que marcó la noche: la experiencia de probar Sun Screen Velvet, todos los presentes expresaron asombro al protector solar que estaban sintiendo y se dieron cuenta que tenían en su piel el producto con la cosmética más innovadora en nuestro país.
A partir de eso, Sun Screen Velvet se convirtió en la llave hacia el éxito para entrar al mercado mexicano, permitiéndonos visualizar un mayor alcance con clientes, corroborando que la mejor manera de tener éxito es estando en el campo, presentando nuestro producto estrella y la línea que respalda la marca.
De la filosofía, a la acción
Siempre que se empieza algo, debes tener la convicción y la fortaleza para mantenerte firme, ejecutar, hacer lo suficiente, seguir adelante y luego empezarás a darte cuenta que todo cobra sentido.
La siguiente etapa era viajar por la República Mexicana y poner al alcance de todo México el producto más especial para el cuidado de la piel, con la más alta tecnología, textura aterciopelada, resistente al agua, cero graso, que no deja efecto blanco en la piel, y que nos convertirá en los próximos años en una de las tres empresas más importantes en el país en fotoprotección y dermocosmética.
Desde el lanzamiento a enero del 2019 tuvimos una respuesta impresionante, casi 15 veces mayor venta contra mes anterior. El resultado se dio de forma inminente, comprobé el poder del trato personalizado y su impacto, esto nos trajo un incremento de ventas, en su mayoría, los clientes mostraron interés en los productos, en general nunca hubo rechazos, era cuestión de negociación.
Fue así como en pocos meses ya estábamos hablando de la siguiente etapa, incorporar ejecutivos de alto nivel. Mi función daba éxito, así que se debía replicar y crecimos la cartera de clientes, además estábamos en cierres con futuros importantes socios comerciales.
Creando éxito, más que dirigir personas
Regularmente tener crecimiento acelerado implica tenerlo controlado, éramos muy pocos elementos para hacer burocracia corporativa, así que teníamos que ser organizados e implementamos una cultura de independencia con Empowerment & accountability, con acciones éticas y rentables, enseñanza que, Edilberto Zapata, uno de mis grandes mentores, amigos y gurú de la industria, me ha transmitido.
Superamos retos y al pasar el tiempo, fuimos encontrando más gente correcta. Mi objetivo es hacer que el equipo crea, y solo así, empiece a crear, de ahí, las cosas suceden. Quiero ser más que un líder de éxito que persuade a la gente a cambiar sus ideas y comportamientos para mejorar; me esfuerzo por ser un creador de éxito que brinda a las personas una manera diferente de ver el mundo.
Sé que todavía estamos empezando a subir la montaña, pero estoy convencido que las nuevas generaciones tienen una fuerte energía para lograr cosas maravillosas. Nos toca escucharlos, apoyarlos y guiarlos hacia un nuevo pensamiento profesional más libre, más dinámico y cambiante constantemente. Somos una generación que nos gusta probar y atrevernos, a veces, sin un panorama claro. No tenemos miedo y eso me parece que, si es bien dirigido, se pueden hacer cosas increíbles.
Para mí, la sinergia en la ejecución de la gente joven con actitudes proactivas y ganas de crecer, más la guía y los años de experiencia de la gente adulta, serán el camino al correcto funcionamiento corporativo para tener una contundente pincelada empresarial. Una ecuación que por demás es ganadora y muy rentable.
Yo seguiré aprendiendo de mis mentores y agradezco que aún puedo trabajar con ellos y mirar su camino, que por demás, siempre será un cúmulo de experiencias que vale la pena considerar y transmitirlo a nuevas generaciones.