Reciprocidad Archives - XO Leaders https://xoleaders.com/category/espanol-mexico/edicion-especial-2020/reciprocidad/ For Extraordinary People Fri, 01 Mar 2024 22:43:24 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.7.2 https://xoleaders.com/wp-content/uploads/2021/12/cropped-LOGO-1-3-1-150x150.png Reciprocidad Archives - XO Leaders https://xoleaders.com/category/espanol-mexico/edicion-especial-2020/reciprocidad/ 32 32 RECIPROCIDAD EN TIEMPOS DE INCERTIDUMBRE (Amenoffis Acosta – Coparmex Mérida) https://xoleaders.com/espanol-mexico/edicion-especial-2020/reciprocidad/reciprocidad-en-tiempos-de-incertidumbre-amenoffis-acosta-coparmex-merida/ Mon, 22 Nov 2021 02:39:01 +0000 https://xoleaders.com/?p=2347 Por: Amenoffis Acosta VICEPRESIDENTE Y MIEMBRO DEL CONSEJO DIRECTIVO COPARMEX MÉRIDA Siempre crecí con las enseñanzas de los viejos en mi cabeza, ese refrán que decía mi abuelita, aquella frase que repetía mi abuelo, la recomendación recurrente de mi padre… Recuerdo crecer y escuchar recopilando frases, como un catálogo de recomendaciones. La gran mayoría de […]

The post RECIPROCIDAD EN TIEMPOS DE INCERTIDUMBRE (Amenoffis Acosta – Coparmex Mérida) appeared first on XO Leaders.

]]>
Por: Amenoffis Acosta

VICEPRESIDENTE Y MIEMBRO DEL CONSEJO DIRECTIVO

COPARMEX MÉRIDA

Siempre crecí con las enseñanzas de los viejos en mi cabeza, ese refrán que decía mi abuelita, aquella frase que repetía mi abuelo, la recomendación recurrente de mi padre… Recuerdo crecer y escuchar recopilando frases, como un catálogo de recomendaciones. La gran mayoría de ellas las puse en el congelador por muchos años, como lo hacen muchos jóvenes, pensando que yo era mejor, que no necesitaba hacer caso, pero el peso del tiempo me fue enseñando que no se trataba de tener la razón, sino de alcanzar el éxito.

La reciprocidad es uno de los conceptos que más ha resonado en mi vida, esta noción de tener un equilibrio, un balance, en empatar de manera positiva aquello que doy con aquello que recibo, porque no es posible navegar por el mundo con la mirada del “gandalla” que quiere ganarlas todas y a todos siempre. Simplemente no se sostiene, tarde o temprano nos necesitamos los unos y los otros.

Aprendí con el tiempo que la primera aspiración de balance tiene que ver con dar y recibir, entrando en una dinámica donde todos ganan, pero luego entendí que el estándar ahí no acaba. Los españoles por ejemplo dicen “dar y tomar”, suena parecido pero no es lo mismo, en el primer caso el recibir es pasivo, yo estiro la mano y recibo, en el segundo en realidad estás tomando algo de alguien, responsablemente, y desde ese lugar es tu responsabilidad que sea lo correcto, sin desbordar el equilibrio. Piensa cuántas veces hemos tomado un poco más de lo que merecemos, en una relación, en un negocio y, cuando lo hacemos, probablemente nos salgamos con la nuestra temporalmente, pero eso inhabilita la posibilidad de repetir el intercambio perpetuamente, cuando la relación no está equilibrada, tarde o temprano colapsa.

Los alemanes sin embargo, van más allá, para ellos también es “dar y tomar” pero justo en ese orden, primero es dar, para luego tener derecho a tomar, no al revés, en esta mirada el orden de los factores sí altera el producto. La responsabilidad deviene en doble partida, primero debí haber entregado y luego mido cuánto tomo. Esto pone en la mesa la iniciativa, la propuesta, la prudencia, arrancas desde una posición constructiva demostrando y entregando lo que te toca, para luego estar en posición de reclamar o tomar lo que corresponde. ¿Te imaginas cuántas veces y cuántas cosas se resolverían si tú pones primero la prudencia? ¿Cuánto tiempo nos ahorraríamos si rompemos el patrón de esperar a que el otro dé el primer paso?

Sin embargo, el estándar puede seguir subiendo, el más alto que conozco lo aprendí en Yucatán, conversando con los ancianos Mayas, esos señores que saben mucho y que pocos aprovechan, para ellos el concepto tiene una triple partida, es: “dar, tomar y regresar”. La primera vez que me lo dijeron la matemática no me daba, mi mente rupestre pensaba que di uno, recibí uno, estamos a mano, sin embargo, sistémicamente eso no alcanza, porque diste y tomaste en un espacio dado, en un contexto, en un ecosistema, en una organización; y a ella también hay que regresarle. Es una manera más “ecológica” de ver al mundo. Tu das y tomas transaccionalmente en tu intercambio con alguien, pero hay que regresarle a la tierra o a la organización algo, porque ambos se sirvieron de ella para sostener su intercambio y probablemente seguirán necesitándolo.

Pensemos en un empresario o empresa cualquiera, entrega bienes y servicios y recibe un beneficio de sus clientes, aparentemente ahí la cosa está saldada, pero ¿Qué pasa con el ecosistema? ¿Qué pasa con la comunidad? ¿Qué pasa con el entorno? Si no volteamos a ver el tercer elemento correríamos el riesgo de ser sumamente irresponsables e ingratos.

Quizá eso es lo que a veces le pasa a México, que algunas personas hacen lo que hacen y deterioran el ambiente, y créame, no estoy hablando de ecología (solamente), se deteriora el ambiente de negocios, el entramado social, la economía nacional, el erario público, en fin, podemos dañar tantas cosas si no volteamos a ver el tercer elemento que se hace indispensable hacernos cargo.

Tengo la experiencia de tratar con muchos empresarios, y diferente a lo que muchos piensan, he aprendido a tenerles mucho respeto, es una profesión o forma de vida que merece casi un monumento, atraviesan por tantas vicisitudes y dificultades que mantenerse en pie (ya no digo ser exitoso) es casi heroico. Y sin embargo, aún no me he topado con uno que no le deba algo a alguien, en el buen sentido de la palabra. Su éxito fue producto de un empujón de un amigo, de un consejo de un mentor, de una ayuda de un colega, o de una confianza de un cliente. Y desde ese lugar ejercen su reciprocidad, aunque a veces el tema no es querer sino saber por dónde regresar lo que toca.

Quizá por razones como estas es que organizaciones como la Coparmex son indispensables, porque representan un mecanismo útil y eficiente para el empresariado pueda regresar un poco de lo que recibe. En Coparmex los empresarios encontramos un espacio para aportar nuestro tiempo, talento y recursos de manera eficaz y estratégica, para construir el México que anhelamos, el que queremos, el que todos merecemos.

¿Te ha pasado que te encuentras a ti mismo quejándote de lo que hace o no hace el gobierno? ¿Te ha pasado descubrirte discutiendo en la comida, en el café, en la junta sobre cómo las cosas deberían ser diferentes? Y si es así ¿Qué estás haciendo para que tu voz se escuche y pase algo? En ocasiones es fácil criticar o proponer, el reto padre es entrar en el terreno de los hechos para empujar que las cosas sucedan.

Dos principios complementarios a la reciprocidad he aprendido dentro de la Coparmex, la solidaridad y la subsidiaridad; el primero como fundamento de unidad de cualquier sociedad, donde estamos todos para uno y uno para todos (si, como los 3 mosqueteros) y el segundo, para reconocer que la sociedad está integrada por elementos desiguales en sus capacidades y necesidades, y por tanto, es necesario que a partir de las posibilidades de unos se remedien las carencias y limitaciones de otros, pero ayudando a pescar, no dando el pescado.

A lo largo de los años, la reciprocidad ha sido para mi un gran negocio. Doy, tomo y regreso y, lejos de que ahí quede, el círculo virtuoso se multiplica, y me permite seguir dando, tomando y regresando. A veces es un consejo, a veces es un negocio, en ocasiones raras pero maravillosas es un amigo. Lo que es claro es que la reciprocidad se multiplica, exponencialmente.

Hoy no solo creo en este principio tan básico, intento vivirlo y mantenerme coherente en las situaciones, me habilita en lugares y con personas porque se me podría considerar alguien justo, falible e indomable sin duda, pero con intenciones transparentes y relaciones duraderas.

Hoy hubiese querido escuchar más a los viejos, hubiese querido hacerles caso antes, mucho antes, y vuelco mi esperanza a que las generaciones que nos siguen sean mucho más inteligentes.

The post RECIPROCIDAD EN TIEMPOS DE INCERTIDUMBRE (Amenoffis Acosta – Coparmex Mérida) appeared first on XO Leaders.

]]>
MISIÓN, VISIÓN Y SU RELACIÓN CON LA RECIPROCIDAD (Luis Silva – AT&T) https://xoleaders.com/espanol-mexico/edicion-especial-2020/reciprocidad/mision-vision-y-su-relacion-con-la-reciprocidad-luis-silva-att/ Mon, 22 Nov 2021 02:32:21 +0000 https://xoleaders.com/?p=2345 Por: Luis Silva VICE PRESIDENTE COMERCIAL AT&T Los cambios que hemos vivido a nivel laboral en el 2020 han modificado las relaciones de los colaboradores y las empresas. El día de hoy nos encontramos en un ambiente distinto y en todo momento alertas a las cosas que están haciendo nuestras empresas. En situaciones fuera de […]

The post MISIÓN, VISIÓN Y SU RELACIÓN CON LA RECIPROCIDAD (Luis Silva – AT&T) appeared first on XO Leaders.

]]>
Por: Luis Silva

VICE PRESIDENTE COMERCIAL

AT&T

Los cambios que hemos vivido a nivel laboral en el 2020 han modificado las relaciones de los colaboradores y las empresas. El día de hoy nos encontramos en un ambiente distinto y en todo momento alertas a las cosas que están haciendo nuestras empresas. En situaciones fuera de lo normal como lo son terremotos, huracanes o una pandemia, descubrimos lo mejor de nosotros mismos. La humanidad es más humana en tiempos de crisis, y a la vez reflexionamos si trabajamos para la empresa adecuada con valores y principios acorde con uno mismo.

Correspondencia mutua entre las empresas y sus colaboradores crean la base del concepto del valor de la reciprocidad. Esta es una de las fuerzas de equilibrio más grandes que genera un ganar, ganar. La pregunta es, ¿Cómo funciona este valor de reciprocidad en el mundo laboral, y ahora en medio de una pandemia? No es tan sencillo como pensar en devengar un sueldo después de proveer un servicio. Esto es mucho más profundo porque tiene que ver más con los valores, la misión y la visión de la empresa. Más allá de la relación que un colaborador tenga contractualmente con una empresa, hay una serie de principios que se tienen que tener en cuenta para que esta persona realmente tenga la playera puesta, como lo dirían en el argot futbolístico. Estamos hablando de una fuerza de equilibrio de restitución.

Las empresas estamos buscando una forma de concernir en el individuo que trabaja para nosotros valorando aquellas cosas fuera de lo ordinario, que son importantes para los empleados. Cuando la marca refleja esos valores que hacen que la persona se enorgullezca de pertenecer al plantel y a la vez ser solidario de esa causa, se crea una reciprocidad que tiene un efecto multiplicador. En esos momentos al conectarse por algo en común que refleja más allá de esa relación empresa y colaborador, se obtiene un cambio cultural que genera un compromiso bipartito. Este es el comienzo de los enlaces que todos queremos tener en una entidad, en esta se forjan eslabones de colaboradores, clientes, comunidad y empresa.

La causa que en todos los casos tiene que ver con los productos y servicios que presta la empresa, tiene que ser real. Las empresas no pueden fingir esto porque el efecto multiplicador puede convertirse en un detractor al mismo nivel. Los colaboradores hoy en día buscan algo más allá de la seguridad que genera un trabajo, y las empresas con misiones y visiones sólidas son las que se llevan a ese talento comprometido. Para todos aquellos lideres que se sientan con papel y lápiz a escribir los valores de la empresa, piensen por un minuto en la reciprocidad. ¿Cuál es realmente la causa que los va a unir a todos?

Resumir esto en la visión y la misión de la empresa es complejo, y realmente tiene que ser aspiracional con metas y escalones que generen cumplimientos para así construir algo palpable para sus equipos. La reciprocidad no es una herramienta, es la causa/efecto del desarrollo de una cultura organizacional. La reciprocidad es uno de los pilares de esa cultura y se ve reflejada en la dedicación y el esfuerzo que traen todos los días los colaboradores. El orgullo de ser parte de esa empresa es la raíz de una un lugar de trabajo exitoso en el que los colaboradores se sienten estimulados a dar su mejor rendimiento. A cambio, la empresa demuestra a través del día a día cómo vive sus valores reconociendo los méritos y el esfuerzo de todos en su misión y visión.

The post MISIÓN, VISIÓN Y SU RELACIÓN CON LA RECIPROCIDAD (Luis Silva – AT&T) appeared first on XO Leaders.

]]>
EL INGREDIENTE MÁS MOTIVANTE (Diego Francisco Rodriguez Robles – Arterra) https://xoleaders.com/espanol-mexico/edicion-especial-2020/reciprocidad/el-ingrediente-mas-motivante-diego-francisco-rodriguez-robles-arterra/ Mon, 22 Nov 2021 02:26:51 +0000 https://xoleaders.com/?p=2343 Por: Diego Francisco Rodriguez Robles EMPRESARIO ARTERRA ¿Cuál es el ingrediente motivante más grande para un empresario? En un mundo regido por el capitalismo, un paradigma basado en el intercambio monetario, definitivamente un ingrediente crucial es el dinero. “El dinero mueve al mundo,” es una frase indisputable, sin embargo, este concepto genera una desunión social, […]

The post EL INGREDIENTE MÁS MOTIVANTE (Diego Francisco Rodriguez Robles – Arterra) appeared first on XO Leaders.

]]>
Por: Diego Francisco Rodriguez Robles

EMPRESARIO

ARTERRA

¿Cuál es el ingrediente motivante más grande para un empresario? En un mundo regido por el capitalismo, un paradigma basado en el intercambio monetario, definitivamente un ingrediente crucial es el dinero. “El dinero mueve al mundo,” es una frase indisputable, sin embargo, este concepto genera una desunión social, donde se suscita un contraste blanco y negro, rico y pobre. Es un sistema cuyos cimientos se están moviendo y que exige más equidad de oportunidad al buscar equilibrar una modalidad que se fundamenta en un sistema social frágil, donde pocos tienen mucho y muchos tienen poco.

El equilibrio es un concepto que rige el negocio del paisajismo, logrando una unión entre colores, texturas y movimiento. El paisajismo busca imitar la naturaleza en su máxima expresión, donde existe un intercambio simbiótico para un adecuado funcionamiento: las flores atraen insectos, los insectos atraen aves en un baile perfecto de causa y efecto. La tierra le da los nutrientes a las plantas para que crezcan y el proceso de vida de los árboles conocido como fotosíntesis, actúa como el pulmón externo del ser humano. Así, en un negocio que busca integrarse con la perfección de la naturaleza, me pregunto, ¿Cuál debe ser mi motivante más grande?

Comencé con el paisajismo desde pequeño, en fotos me podías ver usando overoles y una pala sembrando árboles pequeños en el rancho de mi familia. La naturaleza siempre ha sido parte íntegra de mi persona y poder embellecer espacios con ella me apasiona. Hoy, el proyecto que más he gozado crear ha sido el rancho que comparto con mi esposa e hijos. Es un lugar pensado para lograr una convivencia, un lugar de paz y observación. Es un lugar donde busco crear recuerdos, desde ir a cosechar frutas y verduras, hasta comidas debajo de la sombra de un árbol. Esta intención es la que guardo y la que busco sembrar en cada uno de mis proyectos. El deseo de regalarles un lugar a mis clientes, definitivamente es mi motivación día a día.

La reciprocidad por definición significa dar y recibir, obtener algo a cambio. En términos sencillos es un intercambio, un trueque. Estamos parados en la cúspide del desarrollo tecnológico, donde yace una gran oportunidad de promover una acción positiva para recibir una acción positiva a cambio. La reciprocidad es un motor de motivación y una condición necesaria para seguir adelante. Albert Einstein decía que la decisión más importante que tenemos como seres humanos, es escoger si vivimos en un universo amigable u hostil. La diferencia, radica en nuestra percepción de la realidad. Si bien podemos rodearnos de miedo por todo lo que está pasando, unirnos a un esquema de carencia en vez de uno de abundancia, únicamente podremos ver las hojas muertas de un árbol en la tierra como basura, en vez de entender que su desintegración es el alimento para vidas futuras. De esta manera, la reciprocidad en mi negocio nace de la esencia de la naturaleza, buscando una belleza visual y una comunicación basada en un intercambio de beneficio mutuo. Es lograr darles un espacio a mis clientes que puedan gozar y que sea el catalizador para cimentar recuerdos de vida. Y bien, en un mundo predominante capitalista, esta reciprocidad integra un ingrediente de intercambio positivo.

Nuestro mundo está cambiando, el 2020 es un claro ejemplo de la fragilidad del ser humano y los sistemas que han regido nuestra sociedad. También es una lúcida muestra de cómo prosperamos ante la adversidad en una balanza de sobrevivencia instintiva. Cada vez más, el mundo promueve lo sustentable, un beneficio para nosotros y generaciones futuras. Elon Musk ha transformado nuestra realidad simple y sencillamente por un sueño de modificar paradigmas sociales como el uso de la energía, el viaje al espacio y el pago digital. Detectar una necesidad, un problema, y buscar el camino para el bien común garantiza el éxito. Es entonces mi objetivo como empresario en este ámbito, vincular mi pasión por la naturaleza, para asegurar promover una cultura más ecológica. Si bien, seguimos fundamentados en el capitalismo, ahora nuestras ideas deben estar motivadas para lograr una reciprocidad positiva, siempre dejando la pregunta ¿Qué más puedo hacer? y ¿Cómo puedo servir? Los espacios verdes son una oportunidad de aprendizaje, que conozcamos como sociedad el valor de un árbol, de la flora y de la fauna. El conocimiento nos instaura respeto, un respeto que espero sea el pilar para proteger lo que nos da vida y nos rodea.

El Dr. Masaro Emoto, en su trabajo con el agua, demostró cómo un pensamiento de gratitud y amor, cambia la estructura de las moléculas del agua y genera arreglos mágicamente artísticos. La misión de mi negocio es generar espacios que promuevan la salud mental, que la simetría y la unificación de la flora y fauna, genere un espacio de tranquilidad y paz. En Japón, los médicos recetan caminar en el bosque como parte integral de un tratamiento. Si mi trabajo logra cumplir con esta misión, hay un efecto de propagación positiva, con una reciprocidad mutua. El modelo de interés personal psicológico ha demostrado que la reciprocidad positiva, el ver o participar en una acción bondadosa, compasiva o humanitaria, tiene como consecuencia una respuesta positiva de cooperación y ayuda mucho mayor a la inicial. Es decir, hay un efecto multiplicador. Si un árbol, una planta, una flor o un espacio verde, logra ser el granito de arena de prosperidad personal o comunitaria, estaré eternamente agradecido y este entonces es mi motivante más grande: la reciprocidad positiva.

The post EL INGREDIENTE MÁS MOTIVANTE (Diego Francisco Rodriguez Robles – Arterra) appeared first on XO Leaders.

]]>
LA RECIPROCIDAD ES UNA HABILIDAD (Karla Ivette Mawcinitt Bueno – Fundación por México) https://xoleaders.com/espanol-mexico/edicion-especial-2020/reciprocidad/la-reciprocidad-es-una-habilidad-karla-ivette-mawcinitt-bueno-fundacion-por-mexico/ Mon, 22 Nov 2021 02:21:27 +0000 https://xoleaders.com/?p=2341 Por: Karla Ivette Mawcinitt Bueno PRESIDENTA FUNDACIÓN POR MÉXICO La reciprocidad es una habilidad, una herramienta: es un don natural que los seres humanos debemos aprovechar. En nuestra breve historia sobre la Tierra, hemos evolucionado y establecido relaciones sociales antes sin discriminar en términos de cultura, lenguaje y o diferencias anatómicas. Creo que esto se […]

The post LA RECIPROCIDAD ES UNA HABILIDAD (Karla Ivette Mawcinitt Bueno – Fundación por México) appeared first on XO Leaders.

]]>
Por: Karla Ivette Mawcinitt Bueno

PRESIDENTA

FUNDACIÓN POR MÉXICO

La reciprocidad es una habilidad, una herramienta: es un don natural que los seres humanos debemos aprovechar. En nuestra breve historia sobre la Tierra, hemos evolucionado y establecido relaciones sociales antes sin discriminar en términos de cultura, lenguaje y o diferencias anatómicas.

Creo que esto se debe a una forma de vincularnos cuya magia es tal que tiene un valor universal -aunque no siempre la valoramos-: la reciprocidad. Si observamos nuestro entorno natural, notamos que la vida del árbol es útil no sólo para sí mismo, sino también porque es hogar para otros -como las abejas, cuya miel, a su vez, ¡hace milagros!- y porque en comunidad conforma bosques que pueblan las montañas desde cuyas cúspides descienden aguas cristalinas… Aunque se lea como lugar común (cliché) y suene a obviedad, hay que insistir en esto porque tenemos que entender que como especie racional formamos parte de estas cadenas virtuosas y que, queramos o no, para bien o para mal, nos complementamos recíprocamente.

Personalmente, asocio la reciprocidad -en mi vida cotidiana y en la forma en que me relaciono con los demás- con el bienestar general. Desde pequeña y gracias a las enseñanzas de mi familia, he tenido muy claro que la riqueza no se trata de acumular, de guardar o de retener para sí, sino por el contrario, ante la inadmisible carencia de muchos, de compartir, de ser generosos. Aprendí que para vivir bien debo entenderme como persona entre personas, como individuo en comunidad.

La verdad es que las cosas más hermosas de la vida están basadas en relaciones de reciprocidad: la familia, el amor, la amistad, el aprendizaje y la diversión. Sin embargo, la cultura de la modernidad ha intentado -y hasta cierto punto ha logrado- relegar la reciprocidad a la esfera privada, expulsándola de la esfera pública, como si bastara con contratos, incentivos, plusvalías, reglas e intereses para relacionarnos. Pero yo soy de armas tomar: mi formación profesional, educativa y vivencial me impiden permanecer indiferente e inactiva ante el hecho de que 85 personas acumulen más del 50% mitad de toda de la riqueza de nuestro planeta, frente a más de 3,500 millones de habitantes que viven en pobreza extrema, que no pueden satisfacer sus necesidades vitales básicas como alimento, agua potable, techo, salud y educación. Me encuentro de pie ante esta realidad de desigualdades urgentemente obligada a actuar para cambiar las maneras de pensar, de generar riqueza, de vivir; las mías y las de los míos, y si se dejan también las de todos quienes me rodean, para incorporar permanentemente la gratuidad, la reciprocidad, la diversidad y la complementariedad como aspectos claves de la vida.

Así que puse manos a la obra. En 2017, mientras dirigía mi empresa MB Excelencia en Comunicación, le di forma a mis ideas, materialicé mi sueño: creé Fundación Por México, una asociación civil sin fines de lucro por medio de la cual mejoramos la calidad de vida de los mexicanos que viven en comunidades vulnerables a través del desarrollo de modelos educativos integrales centrados en la capacitación y certificación de competencias que permitan a los beneficiarios vincularse laboralmente con las empresas nacionales y globales que cuentan con operaciones en la zona. Es una iniciativa basada en la reciprocidad entre la sociedad civil, las empresas y el gobierno: colaborando, aportando, hemos podido llevar educación y desarrollo económico a algunos rincones del país como Estado de México, Oaxaca, Sinaloa, entre otras. Gracias a experiencias como ésta sabemos que podemos afectar positivamente a cualquier comunidad en el país que lo requiera.

Se llama Aula Por México®. Es un modelo tejido por ese elemento esencial de la economía social: la igualdad porque sin igualdad sustancial no hay reciprocidad. El modelo está diseñado para que la comunidad donde tiene operaciones la empresa aliada se beneficie con el acceso a modelos de educación tradicional, digital y de capacitación y certificación de competencias que permitan que los habitantes adquieran el perfil profesional que la empresa requiere de sus trabajadores para poder vincularse a ésta. De la implementación del modelo se derivan desarrollo económico real, mayor seguridad y disminución de la rotación del personal de la empresa (o, visto de otra forma, establecimiento de relaciones laborales duraderas, cimentadas en la confianza que traen los años de colaboración), por mencionar algunas ganancias de esas que sí convienen.

Aula Por México® es un modelo de reciprocidad incondicional que Fundación Por México facilita a empresas que tienen la vista puesta en el futuro y los pies sobre la tierra; por medio de éste se activa un ciclo provechoso para la comunidad extendida; extendida porque ahora también la integra la empresa misma. Los intereses son comunes porque son recíprocos.

Ahora bien, ¿cómo se genera una lógica de reciprocidad? La visión de desarrollo económico con vocación de trabajo por la dignidad humana propia de Aula Por México® invita a las partes a establecer como objetivo el bien común; en este sentido, convoca a los empresarios y a los gobiernos a partir de una economía humanista y procurar su sostenimiento. Lo que está en juego es la necesidad de alcanzar una colectividad auténtica; lograr esta meta es tan significativo que requiere que todos los integrantes de la comunidad en expansión la comprendan a fondo y actúen de buena fe, con el corazón, bajo una lógica de relación a largo plazo, contemplando que se están resituando las metas en tanto que se están humanizando los principios, y todo esto implica cambiar los procesos económicos y sociales actuales adecuándolos al gran proyecto común que permitirá obtener resultados hoy inimaginables.

Desde ayer necesitábamos unirnos sociedad civil, gobierno y empresa para resolver el gran desafío de la educación en México, que hoy definitivamente es aún insatisfactoria cuando no inalcanzable para miles de comunidades. En Fundación Por México, y en mi vida, por supuesto, abordamos los problemas empezando por dejar de pensar en cómo hacer las cosas y más bien plantearnos para qué hacerlas. Priorizamos fomentar la reciprocidad entre empresas y habitantes de una localidad -poniendo en primer lugar de la lista a comunidades con altos grados de vulnerabilidad-: que se vean, que se conozcan, que se reconozcan como aliados. El estándar que buscamos es que la reciprocidad exista desde la concepción del proyecto de inversión y que se mantenga durante la contratación del personal que laborará en la empresa.

Durante estos tres años con Fundación Por México he aprendido que la reciprocidad ocurre de diversas formas, y que ninguna es más importante que otra. Nuestro trabajo es insistir en que la reciprocidad es un principio fundamental para establecer relaciones benéficas y fructíferas a largo plazo, como aquellas que deben existir entre la educación y el desarrollo económico. Al mismo tiempo impulsamos la humanización de la visión económica tradicional, alejándonos, como primer paso, del interés privado para abrazar el interés común.

La reciprocidad es antes, es primero, que muchas otras cosas aparentemente concretas; es difícil pensar en justicia social si no se ha materializado la particular concepción de bien común para cada comunidad extendida: hay que convencernos de que para que nos vaya bien a todos, dejemos dejar de pensar como individuos y pensarnos en colectivo.

Si te interesa conocer más a fondo el modelo Aula Por México® escríbeme a karla@pormexicofundacion.org

*Presidenta de Fundación Por México (www.pormexicofundacion.org) y Directora de MB Excelencia en Comunicación (www.mbeec.com)

The post LA RECIPROCIDAD ES UNA HABILIDAD (Karla Ivette Mawcinitt Bueno – Fundación por México) appeared first on XO Leaders.

]]>
TRATA A LOS DEMÁS, COMO TE GUSTARIA QUE TE TRATEN A TI (Gustav Juul – AIM GROUP) https://xoleaders.com/espanol-mexico/edicion-especial-2020/reciprocidad/trata-a-los-demas-como-te-gustaria-que-te-traten-a-ti-gustav-juul-adizes-institute/ Mon, 22 Nov 2021 02:15:15 +0000 https://xoleaders.com/?p=2339 Por: Gustav Juul CEO AIM GROUP “Cuando un hombre se guía por los principios de la reciprocidad y de la conciencia, no se halla muy lejos de la ley moral. Lo que no deseas que otros te hagan a ti, no lo hagas a los demás”. — Confucio Hace cincuenta años, se sabía exactamente lo […]

The post TRATA A LOS DEMÁS, COMO TE GUSTARIA QUE TE TRATEN A TI (Gustav Juul – AIM GROUP) appeared first on XO Leaders.

]]>
Por: Gustav Juul

CEO

AIM GROUP

“Cuando un hombre se guía por los principios de la reciprocidad y de la conciencia, no se halla muy lejos de la ley moral. Lo que no deseas que otros te hagan a ti, no lo hagas a los demás”.

— Confucio

Hace cincuenta años, se sabía exactamente lo que era un buen trabajo: un puesto en una gran empresa industrial como Petróleos Mexicanos, Conasupo, Luz y Fuerza del Centro, Mexicana de Aviación o Aurrera. Estos empleos a menudo eran sindicalizados, muy estables, bien pagados y ofrecían grandes beneficios. Incluso en caso de ser despedido, durante un periodo de menor demanda, era muy probable que te volvieran a llamar cuando se recuperaba el mercado.

Muchas personas de mi generación siguen con ese ideal de los años 50, aunque en mi opinión es remota la probabilidad de que volvamos a vivir esa época. Para bien o para mal, ha cambiado tanto lo que buscan las nuevas generaciones, como las necesidades de las empresas. Los grandes corporativos, quienes antes tenían contratados hasta un 30% de la fuerza laboral, ahora solo representan un 10% y son muy escasas las empresas que pueden ofrecer las prestaciones de antes. Para seguir competitivas, las empresas han tenido que fusionarse, venderse y cambiar su modelo de negocio.

Que el mundo cambie es ley de vida y nosotros nos debemos adaptar o volvernos obsoletos. Ahora, en esta época de pandemia, aunado a una crisis económica profunda, durante la cual tanto personas como empresas han tenido que cambiar su manera de convivir, interactuar y hacer negocio, nos deja todavía más claro que la nueva constante de los negocios y del mercado laboral es, el cambio.

Aunque intuitivamente entendemos lo que significa “un buen trabajo”, el mundo laboral se ve muy diferente al que teníamos hace sólo unos pocos meses. Los cambios nos han forzado a ver que una “vida digna”, en este nuevo orden mundial, es más que un salario estable y una serie de prestaciones. Ya no puede existir una dinámica de “empleados contra empresas”, sino “empleados apoyando a empresas” y viceversa. Ambas partes tienen que formar una unidad mucho más simbiótica que antes para lograr el éxito. La clave es el pilar de la metodología que creó el Instituto Adizes® de generar una cultura de Confianza y Respeto Mutuo, lo cual nos lleva a un sentido de reciprocidad.

Lo extraordinario es que, cuando encuentras algo con lo que comulgas, estás dispuesto a dar mucho más que solo “cubrir turnos” como antes.

Para trabajar de manera simbiótica las personas necesitamos confianza y respeto mutuo y aunque no sea una palabra que usemos mucho en el vocabulario corporativo, la nueva tendencia en las empresas es la de reciprocidad y hay una razón clara. ¿Quién trabajaría por el bien de algo en lo que no cree? ¿Trabajarías en una empresa en la que sientes que se están aprovechando de ti? y de la misma manera ¿Contratarías a una persona que sienes que se esta aprovechando de tu empresa? ¿Seguirías pagando a un empleado que solo esta dando el 80% de lo que podría? De no existir este sentido de reciprocidad, la relación tiende a volverse tóxica para ambas partes y se empezará a sentirse la desmoralización, indiferencia y cinismo.

Sin duda deben ser pocas las empresas que no se han dado cuenta de que deben cambiar su relación con los empleados, especialmente después de la pandemia, pero aún son pocas las que toman la oportunidad para rediseñar y crear de manera profunda, una manera de trabajar basada en un sentido de reciprocidad en la relación.

El discurso

Les voy a compartir parte de un discurso que hizo el Presidente de General Electric, Owen D. Young, hace casi 100 años en Harvard Business School. Lo que dijo sorprendió a sus oyentes y pienso que hoy en día sigue sorprendiendo: “Espero que llegue el día en que estas grandes organizaciones empresariales realmente pertenezcan a las personas que le están entregando sus vidas y sus esfuerzos, no me importa en qué capacidad … Lo lograremos cuando, cualquiera que vea una máquina inactiva lo vea como una carga improductiva contra sí mismo. Lo lograremos cuando, cualquiera que vea un material que no se este utilizando sea una carga improductiva contra sí mismo … En ese momento nos desharemos de una vez por todas de las organizaciones autocráticas y no democráticas … y las personas serán realmente libres, trabajando en cooperativas y sólo sujetos a las mismas limitaciones y oportunidades que las personas que trabajan en empresas propias … En ese momento ya no tendremos a empleados.”

Es fácil traducir su visión a la era en la que vivimos y nos queda muy claro que él, hace más de un siglo, imaginó un mundo en el que las personas estuviesen empoderadas, trabajando dentro de un esquema de reciprocidad. Pienso que todavía son pocas las consultorías en transformación organizacional que piensan como RHHR Group® y el Instituto Adizes®, las cuales apoyan en el diseño de un modelo en el cual enseñan a las empresas a identificar y solventar de forma proactiva sus propios problemas sin apoyo externo, fortaleciendo el Respeto y Confianza Mutua y sí … la reciprocidad entre las partes.

De peón a accionista

Lo que dio la posibilidad, a algunas grandes empresas industriales a mediados del siglo XX, de crear un gran número de “buenos trabajos”, fueron resultado de circunstancias económicas muy particulares. Un pequeño número de enormes corporativos, muy rentables, dominaban las industrias. Estos oligopolios podían trasladar cualquier costo adicional a sus clientes, por lo que podían pagar bien a sus trabajadores y los sindicatos ayudaban a garantizar que así lo hicieran. El mercado cambió, el mundo se volvió más pequeño y los accionistas impusieron “la era de la optimización y rentabilidad inmediata”, política que dicta continuamente buscar pagar menos que la competencia, para encontrar rentabilidades a corto plazo. Para eso no se necesitan empleados y de hecho cuando menos haya y más sometidos estén, mejor.

Lo que hemos visto es que la capacidad de optimizar y reducir costos, para incrementar los resultados a corto plazo, tiene efectos negativos a mediano y largo plazo. Crea un ambiente de falta de Confianza y Respeto Mutuo y genera un ciclo vicioso de desconstrucción en la empresa. De ahí nace la necesidad de crear una nueva dinámica para ser exitosos.

Según el Instituto Adizes® la fórmula del éxito es la siguiente:

En este artículo no voy a explicar toda la fórmula del éxito, sino concentrarme en una pequeña parte, que es la de la Reciprocidad que debe existir entre empresa y sus colaboradores y que, con justa razón, muchos se están viendo obligados a repensar.

Sentido de propiedad

La idea de Owen D. Young, de compartir el sentido de propiedad de la empresa con una amplia base de empleados ya no es algo único. Muchos grandes corporativos tienen programas organizacionales que tienen como objetivo dar el sentido de propiedad a sus colaboradores. Un ejemplo es dar participación directa accionarial a empleados, que en algún momento fue reservado solo a los altos mandos, siguiendo precisamente la idea de reciprocidad.

Desde que el Instituto Adizes® empezó a apoyar en el diseño de los programas de recompensa se vio que los programas de reciprocidad, tienen resultados asombrosos. Hemos visto que la productividad tras una reestructura de este tipo, en solo un año mejora en una media de un 6,5%. Se registra a mediano plazo un incremento del 15% en el número de empleados, con una mejora del rendimiento de un 5,5% respecto a años anteriores.Las empresas que cuentan con programas en los que los empleados de alguna forma se sienten dueños de la empresa y responsables de su destino son, empresas que viven de manera muy clara la cultura de reciprocidad, ya que los empleados al tener un sentido de propiedad son más activos, más comprometidos y empiezan a velar por esos pequeños detalles que hacen la diferencia en el resultado de la empresa.

Tomando el ejemplo específico de los programas de Stock Options, se ve que las empresas pueden, después de unos pocos años, ofrecer mejores salarios y beneficios a sus empleados que empresas tradicionales. Estudios nuevos de la organización National Center for Employee Ownership (Centro Nacional para la Propiedad de los Empleados) menciona que los trabajadores estadounidenses de 25 a 35 años reportaron ingresos directos del 33% superiores a la media. Otras diferencias que existen entre las empresas con programas de Stock Options y las tradicionales son:

Todavía se ven grandes diferencias entre EEUU y México, pero me inspira a soñar, que a pesar del largo recorrido que le falta por hacer a este gran país, también ¿Cuánto cambiaría si logramos crear una dinámica de reciprocidad en las empresas mexicanas?

Dos tipos de estrategias

Las cifras de las empresas con un buen programa de reciprocidad son ciertamente impresionantes, pero nuestros estudios revelan que estas empresas se dividen en dos grupos bien definidos con resultados notablemente diferentes. Unas son las que desarrollan una estructura de responsabilidades bien definidas con autoridad para llevar a cabo esta responsabilidad y que cuentan con un programa de remuneración que refleja reciprocidad. En este caso se dará uno de los pasos que nos enseña la metodología del Instituto Adizes® para crear una cultura de Confianza y Respeto Mutuo, a través del cual se enseña a los empleados a pensar y actuar como propietarios. Las otras son aquellas que confían en que el programa de reciprocidad logrará por sí solo mejorar resultados. El primer grupo logra obtener grandes beneficios, el segundo acaba decepcionado.

La oportunidad

Mi buen amigo, el Dr. Ichak Adizes, fundador del Instituto Adizes® con quien cené ayer me compartió su visión de quienes serán las empresas exitosas del día de mañana. Me dijo:

“En la época Paleolítica era el mejor cazador el que era el líder, luego en la época Neolítica fueron los que más podían cultivar en sus tierras, en la edad de los metales empezaron a ser los que mejores armas tenían, cuando nos industrializamos fueron los que más podían producir, hoy en día es el que más información tenga, pero cuando en pocos años serán las máquinas quienes sean las que más información tengan ¿Qué será lo que definirá al líder?” Me dijo: “El corazón. Una máquina nunca va a tener corazón. El corazón no es un órgano, es amor”.

¿Qué mejor manera hay, para prepararse para el futuro, que crear empresas basadas en la Confianza y Respeto Mutuo y por tanto la reciprocidad?

The post TRATA A LOS DEMÁS, COMO TE GUSTARIA QUE TE TRATEN A TI (Gustav Juul – AIM GROUP) appeared first on XO Leaders.

]]>
EL VALOR NECESARIO DE LA RECIPROCIDAD (Guillermo Farias – Caliente Casinos) https://xoleaders.com/espanol-mexico/edicion-especial-2020/reciprocidad/el-valor-necesario-de-la-reciprocidad-guillermo-farias-caliente-casinos/ Mon, 22 Nov 2021 02:05:22 +0000 https://xoleaders.com/?p=2337 Por: Guillermo Farias DIRECTOR DE ESTRATEGIA, MARKETING Y ORGANIZACIÓN CALIENTE CASINOS “Dad y se os dará” Lucas, 6:38 Hace algunos años llegué a mi oficina un poco más tarde de lo acostumbrado ya que venía de un desayuno de negocios. Me sorprendió encontrar a una pequeña niña, de unos dos años o algo más, en […]

The post EL VALOR NECESARIO DE LA RECIPROCIDAD (Guillermo Farias – Caliente Casinos) appeared first on XO Leaders.

]]>
Por: Guillermo Farias

DIRECTOR DE ESTRATEGIA, MARKETING Y ORGANIZACIÓN

CALIENTE CASINOS

“Dad y se os dará”

Lucas, 6:38

Hace algunos años llegué a mi oficina un poco más tarde de lo acostumbrado ya que venía de un desayuno de negocios. Me sorprendió encontrar a una pequeña niña, de unos dos años o algo más, en el espacio de trabajo de Mariana, mi asistente. Las saludé y le pregunté su nombre a la niña, como era de suponer me respondió sonriente y nerviosa, con sus manitas cruzadas frente a su cintura y girando su cuerpo de un lado al otro. A mi asistente no necesité preguntarle nada. Seguramente vio en mi cara la sorpresa que me producía la situación y adelantó voluntariamente una explicación: su pequeña hija padecía de una gripe leve y la habían devuelto de la guardería donde la llevaba todos los días laborables.

Como no tenía con quién dejarla no había encontrado mejor solución que llevarla a su trabajo. Era evidente que la solución encontrada para su problema le parecía conflictiva, la explicación de Mariana era dubitativa y expectante, me pareció que temía una reacción desfavorable. Para distender el ambiente, preferí continuar el diálogo con la niña siguiendo un interrogatorio básico: ¿Qué edad tenía?, ¿su mamá la regañaba? y otros similares. Como era de esperar las respuestas eran tan graciosas como poco claras. Luego, le indiqué a Mariana que se tomara el día y cuidara a la niña, le recordé que los niños pequeños se recuperaban rápido de las enfermedades leves, sólo si uno los cuidaba bien. Me despedí de ellas y seguí con mi día, después que se marcharon.

Luego del incidente recordé otros similares, apresuré una conclusión y me decidí por una política. Para una madre trabajadora la enfermedad o alguna dificultad en el desarrollo de la vida normal de un hijo produce tanto o mayor malestar que su propia enfermedad o dolor. Por esa razón formulé la siguiente política para la unidad que dirijo en Caliente Casinos, la empresa en que trabajo: “si una madre tiene un hijo enfermo o alguna dificultad en su cuidado debemos ayudarla otorgándole permiso con goce de sueldo o la facilidad para trabajar desde su casa, mas allá de lo que indica la legislación laboral y la burocracia”.

Hemos aplicado esta política por algunos años con fluidez y coherencia. En estos años no hemos observado situaciones de abuso y por el contrario, las profesionales y ejecutivas favorecidas han mostrado un compromiso y desempeño simplemente ejemplar. El apoyo a nuestros colaboradores cuando enfrentan dificultades personales se aplica también en otras situaciones: enfermedades leves, problemas sentimentales o familiares, eventos en los colegios de los hijos y trámites personales. Salvo excepciones, hemos recibido como respuesta una mayor disposición a trabajar, responsabilidad manifiesta y muy pocos abusos. Esta correlación entre el beneficio recibido por los colaboradores y su comportamiento deseable podría ser una coincidencia, pero en lo personal creo menos en las coincidencias y más en la reciprocidad.

Los seres humanos tenemos el impulso natural a regresar algo cuando recibimos algo, a devolver la mano cuando nos la han dado. Si nos invitan a un evento social sentimos que tenemos que retribuir, si nos han ayudado nos sentimos obligados a corresponder, cuando alguien nos da un regalo lo natural es dar otro a cambio. En general, estas actitudes nos parecen lógicas y moralmente sustentadas, toda persona de bien agradecerá el bien recibido y corresponderá cuando sea oportuno. Sin embargo, hay bases más profundas en este rasgo del comportamiento humano, la reciprocidad parece tener bases sólidamente asentadas en nuestra psicología humana.

El prestigiado psicólogo social Robert Cialdini nos advertía en su artículo “Harnessing the Science of Persuassion” (1.) sobre el impulso inconsciente de las personas a retribuir los beneficios recibidos de otros, independientemente de su forma y su valor. En el artículo, el Dr. Cialdini argumentaba sobre el evidente poder persuasivo de la reciprocidad, el efecto poderoso que produce un gesto cordial, un regalo, una ayuda, para orientar las conductas esperadas de los beneficiados hacia apoyar los propósitos de los emisores del gesto.

Las conclusiones de los estudios y de reflexiones serias y confiables de este investigador, resumidas en el artículo mencionado, se pueden compactar en una frase simple y conocida: hay que dar para recibir.

En una entrevista posterior, el mismo Cialdini insistía en sus posturas prescribiendo una actitud de colaboración unilateral con los pares en el ambiente profesional de trabajo, en previsión de la necesidad probable de un comportamiento recíproco de ellos, cuando fuera necesaria su ayuda para facilitar el logro de un objetivo. (2.) En otras palabras, dar el primer paso para ayudar a un colega o compañero de trabajo es, en esta línea de pensamiento, una suerte de inversión, que redituará recibiendo apoyo de vuelta cuando lo necesitemos.

Algunos autores han argumentado sobre el origen evolutivo de la reciprocidad como impulso humano. Las conductas altruistas son normales entre personas emparentadas y se explican por la tendencia a proteger la supervivencia de sus genes. Este impulso predomina en las especies animales entre las que nos contamos los seres humanos.

Menos intuitivo y explicable resulta el altruismo, el afán benéfico, entre individuos no relacionados genéticamente, aquí es donde entraría a operar la propensión humana hacia la reciprocidad indiscriminada. Existen explicaciones para este comportamiento, el apoyo mutuo y la conducta colaborativa aumentaron las probabilidades de supervivencia de nuestros antepasados en el proceso evolutivo del ser humano. Los individuos que recibieron ayuda sin devolver la mano tendieron a ser menos viables que aquellos que sí reciprocaron. La ayuda que aceptaron sin retribuir tendió a prevenir que la recibieran de nuevo y por tanto terminaron sobreviviendo menos que aquellos que sí actuaron con reciprocidad. Luego de que estos oportunistas frustraron las expectativas de aquellos que los ayudaron, no volvieron a recibir apoyo o lo recibieron en menor grado. Así, los que actuaron recíprocamente aumentaron su presencia relativa en la población humana durante el largo proceso evolutivo del hombre. Los que no lo hicieron tendieron a extinguirse, aunque no del todo. Los que sostienen estas teorías explican de esta manera el que los humanos de hoy seamos, en su mayoría, naturalmente recíprocos.

Considerando estas ideas, apoyadas en estudios y evidencias (3.), el apoyar a nuestros colaboradores en las organizaciones en que nos desenvolvemos, mas allá de lo legalmente exigible, tiene pleno sentido. Además del sentido ético, de la sensación de estar obrando bien, la generosidad en el ambiente de trabajo también posee una lógica práctica: el mejor desempeño de los trabajadores que resulta de la propensión humana hacia la reciprocidad. Los trabajadores que reciban más tenderán a dar más.

Tratar a los trabajadores con humanidad, respeto y preocupación por sus intereses tendrá como efecto de su parte un mayor apoyo a los objetivos de la empresa. Algunos estudios sostienen que, por el contrario, un tratamiento no recíproco, que desestime su contribución, generará efectos nocivos, agobio laboral, ausentismo y rotación y como consecuencia final, una menor productividad.

Las relaciones con clientes también deben incluir principios de reciprocidad. El compromiso con la experiencia del cliente, el cumplimiento de la promesa de marca y el esfuerzo constante y deliberado por brindarles siempre el máximo posible con los productos y servicios de la organización tenderá a producir lealtad y afecto hacia la empresa y su marca. El compartir conocimientos y recursos regalando contenidos valiosos en las plataformas sociales de la empresa, entretenimiento, consejos expertos, recursos de aprendizaje, es hoy en día una forma de dar a los clientes sin esperar un beneficio inmediato de ellos. Por el contrario, el comportamiento oportunista, irresponsable frente a los reclamos de calidad, centrado sólo en los beneficios económicos de corto plazo de la organización resultará en clientes distantes, proclives a inclinarse fácilmente hacia la competencia a cambio de cualquier beneficio extra que les ofrezcan.

El impulso a devolver un beneficio recibido con otro, la propensión hacia la reciprocidad, es natural entre los seres humanos y esencial para el desarrollo de relaciones valiosas y colaborativas. Esto es válido en las relaciones entre los trabajadores y la empresa en que se desempeñan, entre compañeros de trabajo, entre las marcas y sus clientes y en las relaciones de amistad profunda, donde la reciprocidad es un ingrediente central para la prolongación de estas relaciones. La ausencia de reciprocidad generará, en cambio, un costo emocional en quienes han sido defraudados, han dado y no han recibido. El desbalance que se produce al dar y luego no recibir provocará frustración, tristeza, desánimo y escepticismo.

Ahora, para las organizaciones y personas que no ejerzan la debida reciprocidad les esperará un destino parecido al de nuestros antecesores que tendieron a extinguirse con más frecuencia, al perder el apoyo necesario de aquellos defraudados y que por tanto terminaron siendo menos viables. Tal vez, con menos dramatismo, les sucederá algo similar a lo que les ocurrió a ellos. En estos tiempos, su carencia de reciprocidad les traerá como resultado el desafecto y la soledad.

1. Harvard Business Review, Octubre 2001
2. Idem, “The uses and abuses of influence”, Julio – Agosto 2013
3. Ver, por ejemplo: “Reciprocity in Interpersonal Relationships: An Evolutionary Perspective
on Its Importance for Health and Well-being” European Review of Social Psychology, Abril
2011

The post EL VALOR NECESARIO DE LA RECIPROCIDAD (Guillermo Farias – Caliente Casinos) appeared first on XO Leaders.

]]>
SOBRE LAS RELACIONES TRANSACCIONALES (David O’Farrill – Barrio Mexico Shop) https://xoleaders.com/espanol-mexico/edicion-especial-2020/reciprocidad/sobre-las-relaciones-transaccionales-david-ofarrill-barrio-mexico-shop/ Mon, 22 Nov 2021 00:58:20 +0000 https://xoleaders.com/?p=2335 Por: David O’Farrill DIRECTOR GENERAL BARRIO MEXICO SHOP Hay tres puntos de vista prevalecientes y típicos, aunque erróneos, sobre quién es un empleado en México a los ojos del fundador de una empresa. En el primer caso ven a algunos empleados como subordinados con capacidades limitadas a quien creen se les da la oportunidad de […]

The post SOBRE LAS RELACIONES TRANSACCIONALES (David O’Farrill – Barrio Mexico Shop) appeared first on XO Leaders.

]]>
Por: David O’Farrill

DIRECTOR GENERAL

BARRIO MEXICO SHOP

Hay tres puntos de vista prevalecientes y típicos, aunque erróneos, sobre quién es un empleado en México a los ojos del fundador de una empresa. En el primer caso ven a algunos empleados como subordinados con capacidades limitadas a quien creen se les da la oportunidad de laborar y recibir un sueldo, como si fuera un favor.

En el segundo caso, ven a aquellos con capacidad pero que perciben no tuvieron el valor o la valentía de emprender su propio camino. En el tercero, y único positivo, ven a quien se aventura en su negocio para aprender, experimentar y crecer antes de brincar a lo que sigue o quizá incluso emprender, quien también ven con recelo puesto sienten que pronto los abandonará.

Por otro lado, la educación y la experiencia le ha enseñado a este fundador a ver a su gente como Capital Humano, un intangible valioso que aumenta productividad y por lo tanto con importantes retornos, ayudando a que los fundadores en México capten que la inversión en desarrollo humano es muy importante. Pero el concepto de “Capital Humano” no es suficiente para explicar la diferencia entre dos empresas muy parecidas, es decir, con personal igual de capacitado y experimentado, finanzas sanas, producto atractivo, pero una de ellas en pleno crecimiento y la otra en pleno declive.

Por lo anterior, nacen conceptos como “Cultura Organizacional”, “Tribus”, nivel de integración corporativa, confianza y respeto mutuo, entre otros, que son conceptos tan abstractos, lejanos y complejos que no queda claro qué hacer en la oficina iniciando la semana para asegurarme que mi organización camine hacia algo deseable. De hecho escribe Michael D. Watkins en su artículo publicado en Harvard Business Review titulado “¿Qué es Cultura Organizacional y por qué debería importarnos?”1 que mientras hay consenso general que la Cultura Organizacional existe y es un factor crucial en el comportamiento de las organizaciones, no hay consenso sobre exactamente qué es Cultura Organizacional, cómo influye en el comportamiento de la misma y cómo pueden cambiarla sus líderes.

¿Qué es el Capital Humano?2 El Capital Humano es un activo intangible no enlistado en el estado de cuenta de una empresa. Puede ser catalogado como el valor económico de la experiencia y habilidad de un empleado. Esto incluye activos como educación, entrenamiento, inteligencia, capacidad, salud, lealtad y puntualidad de tu fuerza laboral. El concepto de Capital Humano reconoce que no toda la mano de obra es equivalente. Empleadores pueden mejorar la calidad de este capital al invertir en sus empleados —su educación, experiencia y habilidades de esos empleados tienen valor económico para el empleador y para la economía en general.

Hoy vengo a presentarte una idea muy sencilla e implementable que quizá te ayude para este efecto:

Tus empleados son tus clientes.

¿No lo crees? Mira. La RAE define un cliente como aquella persona que utiliza los servicios de una empresa, especialmente la que lo hace regularmente. Un empleado no es más que un cliente que paga con trabajo y a cambio recibe servicios como sueldo fijo y otras prestaciones; es más, un empleado es un “cliente frecuente” ya que utiliza tus servicios todos los días. Además, este cliente te paga con el recurso más escaso, valioso y elemental que existe: su tiempo.

¿Cómo tratas a tus clientes en tu empresa? ¿Piensas cada día en cómo satisfacer las necesidades presentes y futuras de tus clientes, cómo atraerlos, cómo atenderlos, cómo conservarlos, cómo chiquearlos, cómo beneficiarlos? ¿Tomas el mismo tiempo pensando en tu gente?

Ellos te han traído hasta donde estás… tú no pudiste haber llegado hasta aquí solo. Fue la suma organizada de los esfuerzos de todas las manos que tocaron tu empresa. De ahí la palabra “organización” del latín Organon, que significa órgano. Un órgano es un conjunto de tejidos de células diferentes colaborando para cumplir una función vital. Una célula aislada no tiene la capacidad de un corazón, tu piel, o menos aún el cerebro. Pero juntas cumplen su función que es más que la suma de sus partes.

¿Por qué no lo vemos así por defecto? Es usual para un fundador sentir la carga de responsabilidad de todas estas personas que dependen de él o ella y que tienen el mismo valor humano. Lo que no es usual es sentir que estas personas tienen las mismas capacidades y que tienen el mismo valor profesional. El fundador tuvo tantos altibajos, con tantas experiencias, relaciones, logros y fracasos, así como aprendizajes, que no es posible pensar que estas personas puedan tener el mismo valor. El detalle es que cada rol en tu empresa es importante y probablemente vital. En los equipos de fútbol americano es igual de esencial el rol del quarterback que el del liniero o el receptor. Si uno falla en su labor no importa cuán buena la estrategia y experiencia del quarterback, no se ejecutará correctamente la jugada.

No importa qué tan alto estés, debes entender la alta co-dependencia que tienes con cada ser humano en tu organización.

Si ya vas a depender tanto de una persona, es deseable que esta persona sea la correcta, ¿verdad? Tu empleado debe ser alguien de fiar, con principios, ética de trabajo, experiencia, el estilo correcto, el conocimiento técnico adecuado, con las relaciones necesarias. Por ello estamos dispuesto a pagar, y aquellos que los vean como simples herramientas para un fin tendrán que pagar caro por cada una de estas cualidades. Por eso existen empresas de Recursos Humanos y Headhunting como RHHR, para encontrar a la persona perfecta para la posición que envisionas, ¿Pero qué pasa si los ves como clientes? ¿Si te tomas el tiempo de entender cuáles son sus necesidades? ¿Si les generas una experiencia por pertenecer a tu organización?

Platicaba una vez con un amigo de Croacia. Habíamos tenido una mala experiencia con un organizador de eventos en Latvia a quien definimos como transaccional. Íbamos representando a un ponente quien había recibido una suma sustancial por hablar en aquel evento. Por cada necesidad extra que tuviéramos esta persona transaccional quería cobrar y también buscaba sacar más provecho de lo que estaba contratado con el ponente; alargando la conferencia, agregando entrevistas con medios no convocadas, buscando más autógrafos, solicitando más libros gratuitos y consumiendo más tiempo de forma ventajosa. El ponente, sintiéndose comprometido, accedía incómodamente. Al acabar el evento el sujeto quería cobrarnos incluso las noches de hotel que él, como organizador, debía pagar. A esto ya no accedimos y decidimos nunca volver a hacer negocios con él.

Deliberando con mi amigo, cuya infancia fue similar a la mía como Mexicano, nos brincaba mucho el comportamiento del organizador. Nosotros crecimos en un seno familiar abierto donde amigos entraban y salían de nuestro hogar como si fuera el suyo, siempre había comida para todos en la mesa y se hospedan amigos y familiares lejanos en nuestra casa con mejor servicio que en un hotel.

Lo que identificamos es que hay personas que le dan valor a todo. Buscan recibir exactamente lo que dan, recibiendo primero y dando lo mínimo necesario de vuelta. Transaccionales. Estas personas a veces se enorgullecen de este comportamiento, ya que lograron sacarle hasta el último centavo al peso que invirtieron. Lo que no toman en cuenta son los beneficios de ser absolutamente lo contrario, especialmente al largo plazo.

Siendo adultos ya, mi amigo Croata y yo obtuvimos de vuelta por ese cariño, con quienes rodeaban a nuestra familia, más de lo que jamás pudimos haber dado. Nos recibieron como los recibimos, nos alimentaron mejor que a sus propios hijos y nos abrieron puertas a oportunidades que nunca pudimos habernos imaginado. Todo por no ponerle una etiqueta de precio a cada favor, a cada interacción, a cada transacción.

¿Por qué hablo de esto? Porque a toda costa hay que evitar ser transaccionales, no solo con tu familia, si no con tus clientes, proveedores y más aún con tus empleados. ¿Quieres tener el empleado que deseas? Da antes de recibir. Trátalos como en su casa. Ofréceles tantas prestaciones y beneficios como puedas por encima de un sueldo digno. Exponlos a oportunidades de desarrollarse, desenvolverse y crecer. Permíteles que disfruten su trabajo, su oficina y sus proyectos. Entiende qué necesitan y asegúrate que estén bien atendidos regularmente. Ten comunicación abierta y honesta con ellos. Busca incansablemente que su calidad de vida mejore por haber rozado con tu organización y alinear sus incentivos con las metas que tengan en sus vidas. Instruye a todos los que te reportan que hagan lo mismo con quienes les reportan a ellos para que este comportamiento se difunda a todas las esquinas de tu organización.

Así como algunos consumidores están dispuestos a pagar más caro por el mismo servicio o producto que tu competencia por una buena experiencia de compra en tu negocio, también los empleados están dispuestos a invertir más de su tiempo, esfuerzo y creatividad por el mismo salario si la experiencia de trabajar en tu organización es placentera y se les da el lugar que se merecen.

Un ejemplo muy claro es el título de un artículo publicado en Harvard Business Review en 2019: “¿La clave a clientes felices? Empleados felices”5, donde compararon estadísticamente el Índice de Satisfacción del Consumidor Americano con la satisfacción de empleados medido por Glassdoor en 293 grandes empresas de 13 industrias diferentes. Los resultados estuvieron altamente correlacionados.

En su artículo titulado “El Poder de las Relaciones”3, el reconocido autor y consultor español Luis Huete propone la siguiente ecuación del valor que perciben los empleados en tu empresa:

Menciona también que este valor será percibido por tus clientes en el servicio que reciben. En el mismo artículo menciona además, “Si se le preguntara a los técnicos de Apple por qué se levantan por la mañana, no sería de extrañar que casi ninguno respondiese que por el dinero que le pagan”, incluso propone que los empleados en el ambiente correcto tienden a innovar más. De hecho en su obra “Servicios & Beneficios”4 afirma que la mayor parte del trabajo de un líder o directivo, y el sentido principal de un modelo de negocio, es simplemente atraer y vincular a clientes y empleados para satisfacer sus necesidades complementarias. Nada más.

Ve a tus empleados como clientes y ellos te verán como familia.

Se pondrán “la camiseta” de tu empresa. Consumirán tus productos y servicios cuando puedan por gusto. No dormirán en la noche como tú, pensando cómo mejorar e impulsar tu negocio.

Inscríbelos a cursos, convive con ellos socialmente, pregúntales por sus hijos. Alégrate cuando se vayan de tu empresa a buscar otros pastos ya que seguramente volverán con oportunidades para tu negocio. Trátalos como te gustaría que te tratara el capitán de un restaurante al que te gusta volver, tu proveedor más importante o la recepción de tu hotel favorito.

La belleza de esto es que mucho de lo mencionado no te cuesta nada, pero marcará una diferencia enorme en el talento que atraes y conservas, en la cultura que tienes dentro y en la forma que tu gente se desvive por hacer exitosa a tu organización. Será la diferencia entre tener una silla y una mano. La silla, mecanística, a falta de una pata se desploma. La mano, en cambio orgánica, sin importar cuántos dedos carezca será una mano y buscará compensar como pueda la necesidad de agarrar. No importa qué crisis, qué problema, qué situación; aquellos empleados que se sientan velados por ti saldrán al rescate.

No me malinterpretes, exige cuando tengas que exigir, retroalimenta cuando sea necesario y no permitas conductas nocivas para su entorno. Pero igual hazlo con el tacto con el que tratarías a aquél cliente molesto. Es más, con esta atención tu empleado tendrá aún más miedo de perder su trabajo y corregirá con más gusto lo que le pidas. Claro, habrán manzanas podridas y aquellos que abusen de lo que ofreces, o te defrauden o roben. Córtalos inmediatamente antes de que contagien su actitud al resto de tu empresa. Pero no por el comportamiento negativo de pocos dejes que influya en el trato que brindes al resto de tu organización. No por un cliente abusivo cambiarías todo tu proceso y filosofía de servicio al cliente.

Lo mejor es que así formarás a quiénes liderarán tu empresa cuando faltes o cuando crezca y se expanda tanto que necesites descentralizar tu organización. Habiéndose desarrollado contigo, agradecidos del buen trato y la gran oportunidad de pertenecer a esa familia con quien ha convivido tantos años, con gusto tomarán a su cargo la responsabilidad necesaria para asegurarse que a tu empresa, ese bebé que comparten contigo, no le falta nada. Tal y como a ellos nunca les faltó.

La demanda de tus productos no aumenta solo en función a su precio, ¿dónde quedó el marketing y la experiencia?, así también no basta solo aumentar los incentivos a tus empleados. Ofrecer promociones a tus clientes una vez al año no es suficiente, así como tampoco es suficiente la posada navideña anual presupuestada… no basta verlos categóricamente como “Capital Humano”. Además de ser tu recurso más valioso, son tus clientes y antes que todo, son personas.

Por último, ámalos. Ama a tu empresa, ama a tus clientes, ama a tus proveedores y ama a tu gente. Ama lo que haces. No solo te hará más feliz, pero también más exitoso. Te ayudará a dejar de ver cada transacción como una carga y más como un regalo. Comparte la alegría del éxito de tus empleados y ellos se alegrarán en turno por el éxito que obtengas… y nunca olvides, ese éxito es también gracias a ellos.

1. https://hbr.org/2013/05/what-is-organizational-culture
2. https://www.investopedia.com/terms/h/humancapital.asp
3. https://www.luishuete.com/wp-content/uploads/2018/06/hacer-clientes-oct.pdf
4. https://www.planetadelibros.com/libro-servicios-beneficios/5043
5. https://hbr.org/2019/08/the-key-to-happy-customers-happy-employees

The post SOBRE LAS RELACIONES TRANSACCIONALES (David O’Farrill – Barrio Mexico Shop) appeared first on XO Leaders.

]]>
RECIPROCIDAD = PÓKER DE A’S – ALIANZAS, AYUDA, ALIVIO, ATAJOS (Luis Aguirre Briseño – Fila) https://xoleaders.com/espanol-mexico/edicion-especial-2020/reciprocidad/reciprocidad-poker-de-as-alianzas-ayuda-alivio-atajos-luis-aguirre-briseno-fila/ Mon, 22 Nov 2021 00:43:34 +0000 https://xoleaders.com/?p=2333 Por: Luis Aguirre Briseño SOCIO DIRECTOR FILA La forma tradicional y más común de participar en este mundo, ya sea en el ámbito laboral, familiar y en la comunidad en general, tiene un enfoque individualista o con una visión derrocadora, que tiende a buscar el destacar sobre los demás. Como persona, queremos ser la mejor, […]

The post RECIPROCIDAD = PÓKER DE A’S – ALIANZAS, AYUDA, ALIVIO, ATAJOS (Luis Aguirre Briseño – Fila) appeared first on XO Leaders.

]]>
Por: Luis Aguirre Briseño

SOCIO DIRECTOR

FILA

La forma tradicional y más común de participar en este mundo, ya sea en el ámbito laboral, familiar y en la comunidad en general, tiene un enfoque individualista o con una visión derrocadora, que tiende a buscar el destacar sobre los demás.

Como persona, queremos ser la mejor, como empleados buscamos ser los más o el más destacado, las empresas buscan ser las líderes, los restaurantes compiten por llegar lo más adelante en la lista de los mejores del mundo, los países buscan tener los mejores niveles de cualquier indicador dependiendo de su naturaleza.

Esta cultura de la competencia y del tratar de ser mejor que los demás puede ser benéfica para algunos pero sin duda perjudicial para otros, un corredor en un maratón (hablando de un amateur) podría autodestruirse si se enfoca en ganarle a otro corredor que tiene un nivel diferente al suyo, podría reventar en la carrera al competir con alguien que tiene un nivel muy superior o bien podría tener un muy mal desempeño al competir con alguien con un nivel inferior, es por ello que un corredor de maratón se reta para superarse a sí mismo en romper su propio récord, en mejorar su desempeño, lo que más le ayudaría es tomar lo bueno que hacen otros corredores para adaptarlo a su performance.

¿Por qué tenemos que enfocarnos en superar a los demás? ¿Por qué nuestras empresas tienen que ser por fuerza las líderes del mercado, porqué tenemos que ganar sí o sí en todo lo que hacemos? Por supuesto que, en las competencias deportivas profesionales, o concursos de cualquier tipo hay que buscar ganar, no sería inspirador participar para quedar en el último lugar o participar de forma mediocre, pero en la vida personal y profesional hay metas que por no encaminarlas a un objetivo claro y orientado a la superación de la persona misma o de la mejora de una organización acaban dependiendo de que otras personas u organizaciones hagan mal las cosas para lograr sus objetivos, generando que gran parte de su tiempo se dediquen en ver como al otro no le va bien.

Nosotros como personas y nuestras organizaciones hemos vivido experiencias que nos llenan de aprendizaje, pero no hemos logrado aprender todo, de la misma forma les pasa a otros seres humanos y a otras organizaciones, ¿si esto lo tenemos claro por qué no aprovechar lo que otros han aprendido aportando el conocimiento que hemos adquirido, es necesario tropezar con la misma piedra o recorrer lo que otros han recorrido para entender y obtener el conocimiento que nos haga mejorar?

Si buscamos el significado de la palabra ¨reciprocidad¨ encontraremos lo siguiente:

  • ¨Correspondencia mutua de una persona o cosa con otra¨. (1.)
  • ¨Es la acción que motiva a corresponder de forma mutua a una persona o cosa con otra, dar y recibir con límites, ejemplo cuando una persona ayuda a otra, luego recibirá lo mismo de su parte como compensación o agradecimiento¨. (2.)

Un ejemplo de cultura o forma de trabajo que tengo muy presente es de un gran empresario mexicano, en sus decisiones más importantes se acercaba a otros empresarios que podrían ser colegas o sus proveedores, hacia una ronda de visitas para preguntar sus opiniones y pedir consejos, con un promedio de cinco consultas tomaba las decisiones que en su gran mayoría eran muy exitosas. Su crecimiento ha sido exponencial y muy exitoso, no busca ser el mejor, simplemente busca crecer y mejorar siempre, su meta es duplicar su tamaño cada cinco años, si eso le da para ser mejor o el número uno será un tema secundario. Este mismo empresario siempre deja las puertas abiertas de su compañía para que sus colegas, proveedores y organizaciones de su comunidad conozcan, aprendan y tomen ideas de lo que él hace, de la misma forma siempre está abierto a dar consejos y opiniones personalmente, me parece un ejemplo muy claro de aplicar la reciprocidad.

Los dichos populares tienen una gran sabiduría, el dicho ¨hacer el bien sin mirar a quien¨ tiene una gran profundidad y habla de dar sin esperar nada a cambio, aunque sabemos que siempre que damos tarde o temprano recibiremos algo, un ejemplo claro es este libro en el que todos aportamos tiempo, experiencias y recursos con el simple hecho de aportar a los estudiantes, pero ganamos una gran satisfacción por hacerlo.

Pero ¿Cómo aplicar la reciprocidad a una estrategia como persona y en el ámbito profesional?

A continuación, expongo algunas ideas (todas las acciones van en dos vías, asegúrate de tú ofrecer más de lo que recibes y de dar el primer paso):

1. Persona:

  • Desarrollo de segundas generaciones: Fungir como mentor de nuevas generaciones, hacer un plan de trabajo con sesiones periódicas para hijos de amigos, clientes o proveedores.
  • Apoyo a la comunidad: Colaborar en asociaciones de colonos, mesas directivas de clubes, asociaciones de padres de familia de entidades educativas, filantropía, organizaciones con enfoque a apoyo a la educación de comunidades marginadas, organizaciones religiosas para fomentar la espiritualidad.
  • Salud y deporte: Participar en grupos de apoyo para mejorar el desempeño deportivo en cualquier disciplina, grupos recreativos y de fomento a la salud.

2. Profesional:

  • Fomento de cultura innovadora: Participar en organizaciones de fomento al desarrollo empresarial, alianzas de ayuda mutua para crecer como profesional, escaladoras de empresas.
  • Crecimiento en ventas: Alianzas con compañías que se enfoquen a clientes similares, con las que logremos complementar nuestra oferta de valor.
  • Ahorro en costos: Compras y adquisición de productos y servicios en conjunto con otras organizaciones.

He mencionado solo seis ideas, tres para la parte personal y tres para la profesional, puede haber veinte o más en cada rubro, la clave es siempre primero dar y tener la cultura de ayuda. Por otro lado, siempre hay gente con la apertura de aportar ideas, hay también organizaciones con programas de apoyo a la comunidad, que fomentan el desarrollo profesional, que invierten en escalamiento de empresas, acercarnos a las personas con apertura y a este tipo de organizaciones les da la oportunidad de aportarnos, a su vez nosotros podemos aportar para hacer realidad la reciprocidad que genere beneficios para todos.

Hoy en día hay organizaciones con y sin fin de lucro que hacen alianzas con otras, inclusive con sus competidores para compartir tecnología, experiencias, buenas prácticas, las empresas modernas y con visión ya no se preocupan por destruir a la competencia, se preocupan por desarrollarse, por ser mejores y por desarrollar todo un ecosistema, a correr contra ellos mismos sin perder el tiempo en que a otros les vaya mal para que a los les vaya bien, esta idea en aplicada a la persona es, creo yo, una forma muy sana de crecer y de desarrollarse como ser humano.

Hacer alianzas nos Ayuda a ayudar, ayuda a dejar que los demás nos Apoyen encontrando Alivio y soluciones a problemas que otros ya saben cómo solucionar, ¡qué mejor Atajo que la reciprocidad, que es sin duda un póker de A´s donde nadie pierde, ¡a jugar se ha dicho!

1. Real academia española.
2. Significados.com

The post RECIPROCIDAD = PÓKER DE A’S – ALIANZAS, AYUDA, ALIVIO, ATAJOS (Luis Aguirre Briseño – Fila) appeared first on XO Leaders.

]]>
NADA COMO SER RECÍPROCO (Mauricio Campos Núñez de Álvarez – Alvaky) https://xoleaders.com/espanol-mexico/edicion-especial-2020/reciprocidad/nada-como-ser-reciproco-mauricio-campos-nunez-de-alvarez-alvaky/ Mon, 22 Nov 2021 00:32:01 +0000 https://xoleaders.com/?p=2331 Por: Mauricio Campos Nuñez DIRECTOR GENERAL ALVAKY – GRUPO MUNLOGIC Reciprocidad en su significado básico es: “Correspondencia mutua de una persona o cosa con otra”, lo mismo aplica para las personas como para las empresas, para los clientes como para los proveedores y para los jefes como para los colaboradores. La reciprocidad la debemos ver como un principio básico para el éxito de […]

The post NADA COMO SER RECÍPROCO (Mauricio Campos Núñez de Álvarez – Alvaky) appeared first on XO Leaders.

]]>
Por: Mauricio Campos Nuñez

DIRECTOR GENERAL

ALVAKY – GRUPO MUNLOGIC

Reciprocidad en su significado básico es:
“Correspondencia mutua de una persona o cosa con otra”, lo mismo aplica para las personas como para las empresas, para los clientes como para los proveedores y para los jefes como para los colaboradores.

La reciprocidad la debemos ver como un principio básico para el éxito de cualquier organización y la podemos practicar en todos los aspectos de la misma.

RECIPROCIDAD CON LOS CLIENTES Y PROVEEDORES.

Como proveedor por principio de cuentas uno debe de entregar a su cliente lo solicitado en tiempo y forma, realizar el mejor servicio, cumplir con lo contratado, ser transparente y honesto en la información brindada y como resultado se recibirá el pago en el tiempo acordado “Una básica reciprocidad”; pero si además de lo mencionado uno pueda ofrecer a los principales clientes un “servicio integral” sin costo que incluya cosas como:

  • Atención personalizada
  • Cursos para el personal involucrado
  • Asesoría a los departamentos relacionados
  • Desarrollo de nuevos equipos y formatos de servicio en conjunto
  • Mejores precios y mayores días de crédito que la competencia
  • Empatía total con las necesidades
  • Apoyo a sus fundaciones altruistas

Lograremos seguramente una reciprocidad mayor que la del hecho del simple pago por nuestros servicios, estaremos logrando una relación más cercana, más abierta, de mayor confianza y como resultado se verá reflejado en el otorgamiento de más número de sucursales atendidas, mayor alcance geográfico, en resumen, más facturación para nosotros, pero siempre basándonos en el principio de GANAR-GANAR, de esta manera se fortalecerá una relación a largo plazo en la cual ambas partes podremos lograr nuestros objetivos.

Como cliente es básicamente la misma situación solo que nos encontramos del otro lado de la moneda y por una inercia natural uno es más reciproco con los proveedores que nos brindan aquellas cosas que consideramos de mayor valor para nuestra empresa y que nos ayudan a atender mejor a nuestros clientes; lo cual va desde la calidad de los productos, los tiempos de entrega, la asesoría en equipos, la flexibilidad de entrega en distintas partes del país, los días de crédito, los precios competitivos y una muy importantes que es la disposición de llegar a acuerdos que nos ayuden a llevar a cabo proyectos especiales en donde muchas veces es necesario sacrificar ganancias e invertir mayor tiempo pero que al final se verá reflejado en conseguir proyectos que serán benéficos para ambas partes en un futuro. En consecuencia, los proveedores que se suben al barco con nosotros, que son solidarios, se les solicita mucho más producto, se les considera en proyectos estratégicos de nuestros principales clientes lo que se verá reflejado en un currículum más atractivo para ambas empresas y fortalecerá los vínculos, lo que nos llevará a una relación duradera y de confianza.

RECIPROCIDAD EN LA EMPRESA (JEFES Y COLABORADORES).

El éxito de una empresa depende de muchos factores, pero el más importante es el personal que labora en la empresa. Hablando de relaciones entre empleados la reciprocidad se vuelve fundamental y también en ese punto es de suma importancia la reciprocidad; en el primer plano tenemos la que existe entre empresa y colaboradores, en el cual la empresa debe brindar seguridad realizando el pago de su salario pero también cosas tales como: reconocimiento a su trabajo (cuando se cumplan o excedan objetivos), capacitación, un ambiente seguro, fomentar el respeto, así como crear situaciones o momentos que enriquezcan la relación personal y engrandezcan el valor individual y el sentimiento de pertenencia. En ALVAKY fomentamos diferentes actividades para lograrlo y en consecuencia recibimos a cambio trabajadores satisfechos y convencidos de trabajar en nuestra empresa. Una parte fundamental es la relación entre jefes y colaboradores a la cual debemos añadir que los jefes deben lograr ser buenos líderes para poder guiar a su gente para lograr en conjunto los objetivos comunes. ¿Cómo lograr esto entonces? Un buen líder debe comunicarse con su equipo de trabajo, debe influir en ellos de manera positiva y predicar con el ejemplo, debe escuchar sus ideas sin afectar la visión general ni los objetivos del área o la organización, transmitiendoles confianza y aportando su experiencia. Como resultado va a obtener un compromiso mucho mayor de su gente que sólo por el simple hecho de ser su jefe. Habrá entonces una reciprocidad laboral a través de que los colaboradores se sienten a gusto y comprometidos al trabajar en esta empresa y con ese jefe. Necesitamos entender que en una buena cultura organizacional no sólo basta tener a gente con la experiencia y conocimientos, también debe quedar clara la relación causa/efecto y cómo beneficia esto el potencial de una persona. Lo normal es que cuando recibimos algo tendemos a regresarlo de una manera similar (para bien y para mal).

LA RECIPROCIDAD GENERANDO LEALTAD PARA LA ORGANIZACIÓN.

No cabe duda que al ser recíprocos (de manera positiva) logramos mejores relaciones, de corto, mediano y largo plazo y estoy convencido que nos llevan a generar lealtad en todos los niveles de la organización tanto hacia afuera como hacia adentro. Sí naturalmente practicamos como principio básico el ser agradecidos con lo que recibimos en consecuencia actuaremos de manera recíproca de regreso. Entonces la reciprocidad por lógica deberá generar fidelidad, gratitud y respeto por los compromisos que se han establecido tanto con los empleados, clientes, proveedores y en general con todo lo que tiene que ver con la organización.

NO TODO ES MIEL SOBRE HOJUELAS (ÉTICA DE LA RECIPROCIDAD).

Debemos entender claramente que la reciprocidad no debe usarse para manipular a alguien sino para aportar todo lo que esté a nuestro alcance para generar valor y en consecuencia esperar un efecto positivo de regreso, lamentablemente no siempre es así. En muchas ocasiones no vamos a recibir un efecto recíproco como lo esperamos, pero si por principio lo hicimos convencidos que lo que aportamos es para un bien mayor no nos enfrentaremos a una frustración fuera de proporción, pero en cambio si lo que intentamos fue solo con el objetivo de manipular una decisión o una acción de vuelta y no lo conseguimos seguro el golpe va a ser mucho más frustrante. En mi opinión la reciprocidad debe basarse en principios éticos, se debe tener siempre como objetivo un GANAR-GANAR equitativo para las partes, es decir no debe existir un beneficio solo para una de las partes o un trato reciproco entre individuos perjudicando a la organización (corrupción), debemos como empresarios cuidar que esto no suceda y enfocarnos en impulsar a ofrecer mejores servicios, de calidad y reducir costos que nos ayudarán a diferenciarnos en este mundo tan competitivo.

ALVAKY (HISTORIA Y RECIPROCIDAD).

ALAVKY S.A. de C.V. Empresa perteneciente a Grupo Munlogic fundada y dirigida por mi persona desde 2005, dedicada a la venta, instalación y mantenimiento de sistemas de purificación de agua para la industria HORECA (Hoteles, restaurantes y cafeterías) y de entretenimiento.

A lo largo de estos 15 años hemos vivido cualquier tipo de situaciones relacionadas con el tema seleccionado y estoy 100% convencido que nada más claro para entender la frase “siempre cosechas lo que siembras” que con el principio de la reciprocidad. Siembra… Nos hemos adaptado a la necesidad de cada uno de nuestros clientes, entendiendo sus características particulares y guiándolos al cumplimiento de sus objetivos para que puedan tener la mejor calidad de agua para sus clientes finales, así como el abasto de la misma, hemos brindado un servicio ininterrumpido 24/7 los 365 días del año en más de 30 ciudades, esto aunado a los diferenciadores que ponemos en la mesa de cada uno de ellos nos ha llevado a Cosecha… Tener clientes de prestigio nacional y mundial con más de una década de mantenimiento ininterrumpido, logrando atender más de 800 restaurantes de manera mensual.

Siembra… Hablando de colaboradores, en nuestra organización nos hemos preocupado por la relación social con el personal, realizando eventos trimestrales con los empleados en el cual se brinda un reconocimiento verbal a los mismos por su compromiso. Se realiza también un evento anual, un viaje de fin de semana completo con actividades de integración para todo el personal Cosecha… colaboradores más contentos y convencidos de pertenecer a una organización que los valora como personas, y hemos logrado conseguir una disminución significativa en la rotación de personal.

CRISIS

Cuando me invitaron a escribir en este maravilloso libro no tenía idea de cómo nos iba afectar la pandemia que estamos viviendo a nivel mundial, al ser una empresa dedicada a atender la industria HORECA nos hemos visto sumamente afectados en la pausa de trabajo, se detuvieron pagos y como consecuencia una disminución en flujo de efectivo; de cualquier manera seguimos apoyando a nuestros clientes en todo lo que ha hecho falta y conservamos el 100% de nuestro personal, ahora bien, asumo con buen auguro que la reciprocidad de los involucrados se verá reflejada con colaboradores más comprometidos, más satisfechos de pertenecer a nuestra organización y en el caso de los clientes continuaremos trabajado junto con ellos durante y después de la recuperación económica, seguramente con una relación laboral mucho más fortalecida y duradera.

Un agradecimiento a mis colaboradores por estar hombro con hombro para salir de esta crisis, a mis proveedores por comprender las circunstancias adversas y a mis clientes por su confianza.

Ser RECÍPROCOS nos llevará sin duda a ser más solidarios y a tener un compromiso mutuo a largo plazo.

The post NADA COMO SER RECÍPROCO (Mauricio Campos Núñez de Álvarez – Alvaky) appeared first on XO Leaders.

]]>